Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 742

Todos la observaban con miradas extrañas en sus ojos.

Sin embargo, ella no los notó en absoluto. Simplemente caminó mecánicamente afuera del pasillo. Sus ojos se clavaron en su foto con Zachary, junto con su certificado de matrimonio.

Su matrimonio con Zachary había ocurrido hacía nueve meses.

Sin embargo, ¿por qué sentía como si solo hubiera sucedido ayer? ¿Por qué todo parecía tan claro en su mente?

Recordaba claramente que Zachary había estado de mal humor ese día porque había perdido su apuesta con ella y se vio obligado a casarse con ella. Recordó lo oscuro y malhumorado que había estado su rostro ese día, pero aun así se veía tan apuesto y perfecto que cuando lo miraba de reojo, instantáneamente se quedó sin aliento…

“¿Lo que tienes es tu certificado de divorcio?”.

Cuando esa voz familiar sonó en voz alta frente a ella, Charlotte, que en ese momento estaba preocupada, finalmente se dio cuenta de que Annalita había aparecido frente a ella.

Ella rápidamente dobló su certificado de matrimonio y lo metió en su bolsillo, luego agitó el certificado de divorcio.

“Sí”.

“Lucas me contó la razón detrás de tu divorcio con Zach. Estaba sorprendida, incrédula y asustada… Estaba asustada porque una vez creí mucho en ti. ¡Pensé que eras diferente a Kourtney! Si Lucas estaba diciendo la verdad, no solo significaría que estaba ciega, sino que también mi sueño de encontrar una buena nuera se habría convertido en polvo. ¡Carlie, dime que lo que Lucas dijo no es verdad! ¡Dime que hay otra razón detrás de tu divorcio con Zachary!”.

Annalita, elegante y amable, todavía tenía esperanzas en Charlotte, incluso en ese momento.

¡Cómo deseaba Charlotte poder decirle la verdad ahora!

Sin embargo, ella ya había llegado a esto solo para salvar a Zachary. ¡Ella no podía retroceder ahora!

Por lo tanto, ella sacudió cruelmente su cabeza.

“¿Mamá? ¿Has perdido la cabeza? Tú y Zach están divorciados. Ya no soy tu mamá. ¡Ja! Eres tan egoísta. ¿Cómo puedes realmente sentir culpa por mí? ¿Qué hay de malo en defraudar al mundo entero? ¡Mientras no te arrepientas de tus propias acciones, eso es suficiente!”.

Annalita se dio la vuelta con tristeza, se subió al coche y cerró la puerta de golpe.

Charlotte miró aturdida el espacio vacío donde había estado Annalita. Su mente estaba en blanco.

En ese momento, Miranda, que había estado parada junto a Annalita, le sacó el dedo del medio a Charlotte. “Siempre supe que eras una persona horrible. Mi hermano y mi madre nunca me creyeron. ¡Incluso se enojaban cada vez que decía algo malo sobre ti y me regañaban! Ahora, finalmente te han visto por lo que eres. ¡Jeje! Ahora son como yo, su visión es clara. ¡Charlotte, eres como tu madre, una serpiente cruel!”.

Charlotte no se explicó, ni se molestó en mirar a Miranda en absoluto. Simplemente levantó la cara con orgullo con lágrimas en los ojos y caminó hacia la calle opuesta.

Ella había visto el Lamborghini estacionado al otro lado de la calle hacía mucho tiempo, ¡era el coche de Jebediah!

¡Ella sabía que Lorraine también estaba adentro!