Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 759

“Sí”, Garrison estuvo de acuerdo sin dudarlo.

“¡No es suficiente!”. Charlotte sacudió la cabeza. “Tienes que prometérmelo”.

Sabiendo que Charlotte era cínica por naturaleza, Garrison estuvo de acuerdo con ella en cada paso del camino. Él levantó la mano. “Lo juro, de ahora en adelante, haré lo que me pidas, y no preguntaré por qué. ¿Es suficiente?”.

Charlotte asintió, satisfecha. “Llama a tu padre ahora mismo. Encuentra una manera de que se reúna con nosotros, sin importar lo que esté haciendo”.

“¿Eh?”. Garrison estaba obviamente sorprendido.

“Carlie, ¿por qué quieres llamar a mi papá? Pensé que siempre lo odiaste…”.

“Hace unos minutos, juraste que no me cuestionarías. ¿Por qué estás rompiendo las reglas ante mi primera petición?”. Charlotte, que sabía cuánto la amaba Garrison, se había vuelto engreída por estar en su favor. Por lo tanto, deliberadamente pretendió estar malhumorada. “No es la gran cosa. Es solo un juego, después de todo. Si no quieres jugar conmigo, olvídalo. Jugaré con alguien más. ¡Adiós!”.

Incluso se dio la vuelta dramáticamente y empezó a marcharse.

“¡Oye, no te vayas!”. Garrison tiró de ella hacia atrás por el pánico. Sus grandes y hermosos ojos se llenaron de culpa.

“Carlie, ¿por qué estás tan malhumorada hoy? Jeje, tienes razón. Es solo un juego, ¿verdad? Haré lo que digas, por favor no te enfades. Llamaré a mi papá ahora mismo”.

Solo entonces Charlotte se detuvo.

Garrison sacó su teléfono de su bolsillo con una sonrisa y llamó a su padre.

La llamada fue respondida muy rápidamente.

“Papá, necesito verte. Es importante. ¿Puedes reunirte conmigo?”. Garrison dijo de inmediato.

El hombre al otro lado de la llamada se negó con frialdad. Garrison suspiró, sintiéndose molesto. Sin embargo, cuando vio la cara de Charlotte, que lo cautivó por completo, finalmente hizo todo lo posible y dijo: “¡Papá! Seré honesto contigo. Esta puede ser la última vez que nos veamos. Es posible que no puedas volver a verme nunca más si no nos reunimos en este momento”.

“¿De qué diablos estás hablando, bast*rdo?”.