Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 766

Cuatro años después…

“¡Charlotte Simmons!”. Una mano grande que se sentía tan fría como el acero apretó el cuello de Sotiria abruptamente. “Dime, ¿por qué me traicionaste?”.

Sotiria, que tenía dificultad para respirar, no podía emitir ningún sonido.

La mano se apretó a medida que pasaba el tiempo, y los ojos que la miraban se veían fríos, sombríos y sanguinarios.

“¿Por qué?”.

“¿Qué te he hecho? ¿Por qué?”.

“¿Por qué?”.

“¡Ahh!”. Sotiria despertó con un grito, su frente estaba cubierta de sudor.

Ella había tenido el mismo sueño otra vez. Habían pasado cuatro años, y este sueño la había estado atormentando como una maldición a través de estos años.

Sabía que el hombre la estaba llamando por otro nombre, pero olvidaba el nombre una vez que despertaba.

No podía ver claramente la cara del hombre, lo único que sabía era que el aura fría y poderosa del hombre lo hacía parecer como el diablo. Después de despertarse todavía sentía un frío que le permeaba todo el cuerpo.

“¡Señorita Green, ha despertado!”. La persona que habló era una mujer de mediana edad con un traje impecable. “Debería haberla despertado hace más de una hora. El Señor Larson se sintió mal por usted y dijo que debía dejarla despertar naturalmente. Él la ha estado esperando en el salón durante casi una hora”.

Sotiria se frotó la cabeza adolorida, con los ojos llenos de culpa.

Hoy sería el día en que ella y Garrison se comprometerían. Al principio habían planeado celebrar la ceremonia de compromiso a las diez de la mañana, pero en realidad se había quedado dormida en el área de descanso inesperadamente. Y ahora, eran más de las once.

'¡Garrison!'.

Sotiria solo podía ver el perfil del hombre. Su perfil se veía tan apuesto como una escultura. Era concebible que se viera muy apuesto, por lo que era comprensible que hubiera mujeres que deliberadamente llamaran su atención a través de ese método.

Efectivamente, luego escuchó la voz cautivadora de la mujer.

“Lo siento mucho… ¿Eh? ¡Señor Connor! Qué casualidad, jeje… Señor Connor, ¿se acuerda de mí? El Presidente Brooke es mi padre. Cenó contigo hace un rato, y yo estaba—”.

El hombre abrió sus labios finos revelando sus dientes blancos como perlas. “Piérdete”.

Esta voz sonaba apática, fría e indiferente. En ese momento exacto, Sotiria, que originalmente quería darse la vuelta y alejarse, sintió como si sus pies hubieran sido clavados en su lugar.

'¿Por qué esa voz suena tan familiar?'.

La voz parecía haberse originado desde las profundidades del alma de Sotiria en lugar de la boca del hombre.