Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 770

En ese momento, una cabeza dorada asomó del supremo Rolls-Royce que estaba estacionado al costado de la calle. “Segundo Amo, ¿no fuiste a seducir a la prometida de Garrison? ¿Por qué regresaste tan rápido? ¿Hubo algún contratiempo?”.

Zachary no respondió, pero se subió al coche inexpresivamente.

¿Un contratiempo? Obviamente había ganado el premio gordo.

Ninguna mujer en este mundo podía resistir la tentación que él emanaba, y mucho menos cuando tomaba la iniciativa de seducirla.

En el momento en que había abrazado deliberadamente a Sotiria en el auditorio, ya había sentido que la mujer había sucumbido a su seducción involuntariamente. ¡Después de esto, la haría enamorarse profundamente de él paso a paso!

Lucas no pudo evitar suspirar mientras miraba a Zachary, que parecía tan frío como un témpano de hielo. “Segundo Amo, eres un hombre honorable y prestigioso, esto manchará tu estatus. Es mejor irnos a casa ahora. En cuanto a este asunto, detengámonos aquí”.

Los ojos de Zachary se volvieron sombríos. “No”.

Lucas sintió un dolor en el fondo de su corazón. 'El Segundo Amo ya era una persona fría e indiferente antes de esto. Su corazón parece haber muerto hace cuatro años, después de la muerte de Charlotte. Se volvió aún más taciturno. Nunca lo he vuelto a ver sonreír desde entonces…'.

En ese momento, Zachary sacó de la guantera las “36 estrategias para conseguir una chica” y continuó desde donde se había detenido la última vez.

Lucas sacudió la cabeza. “Segundo Amo, ojo por ojo solo dejará a todos ciegos. ¿Por qué tienes que hacerte la vida tan difícil? Además, Charlotte ya está muerta. Y antes de morir, incluso te traicionó… ¡Aaah!”.

Lucas estaba tan asustado que se le puso la piel de gallina por todo el cuerpo cuando se encontró con la mirada asesina de Zachary.

Él le pidió perdón con la mirada y no se atrevió a pronunciar una palabra más.

'¿Cómo podría olvidarlo? ¡Charlotte Simmons! Este nombre es una cicatriz en el corazón del Segundo Amo que nunca sanará. Mencionarla cuando está cerca es equivalente a frotar sal en su herida'.

“Todos ustedes piensan que la odio. Están completamente equivocados…”. Al pensar en Charlotte, la agonía y la dulzura se entrelazaron en los ojos sombríos del hombre que se veía tan apuesto como una deidad.