Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 792

Sotiria se puso verde del susto.

“Zachary, trataste de seducirme ayer. ¿Ha pasado menos de un día y ya estás actuando como si no me conocieras? ¡No! ¡Suéltenme! ¡No quiero!”.

Zachary frunció sus delgados labios. Observó la escena en silencio como si estuviera viendo un espectáculo muy entretenido.

El pánico de Sotiria aumentó a medida que la arrastraban más y más cerca de la dama sensual. Estaba al borde de las lágrimas.

“Zachary, ¿lo has olvidado? Me diste flores ayer, me dijiste que te gustaba, e incluso querías que yo… Mmmm…”.

Ella no pudo decir nada más.

Fue arrastrada justo en frente de la dama sensual. El hombre a su izquierda le sostenía la cara con su gran mano y la obligaba a abrir la boca.

Mientras tanto, dos hombres se habían puesto guantes desechables. Caminaron apresuradamente hacia Sotiria. Uno de los hombres dijo: “Escuchaste las órdenes del Señor Connor, Señorita Green. Si estás dispuesta a sacar tu lengua y lamer a la Señorita Shore, solo asiente. Eso te facilitará las cosas. De lo contrario, tendremos que sacarte la lengua a la fuerza”.

Sotiria no respondió. Estaba empezando a cuestionar su propia vida.

El hombre sacudió la cabeza con impotencia.

“En ese caso, tendrás que perdonarnos por nuestra falta de decoro”.

Él movió su mano en la boca de Sotiria mientras decía esto.

“Mmm… Mmm…”.

Sotiria luchó profusamente.

Desafortunadamente, todo fue en vano. Ya era bastante malo que los dos hombres fuertes corpulentos la sujetaran y la forzaran a abrir la boca. También se vio obligada a ver cómo el hombre le metía el dedo en la boca con los ojos muy abiertos y aterrorizados.

“Espera”.

La voz fluida e indiferente de Zachary de repente resonó en voz alta, haciendo que los dedos que estaban a punto de entrar en la boca de Sotiria se retiraran rápidamente.

Los ojos de Zachary, que estaban llenos de placer, recorrieron el rostro de Sotiria, que ahora estaba cubierto de un sudor frío. “Libera su boca por ahora y deja que termine de hablar”.

Las comisuras de los labios de Sotiria se torcieron.

“¡Querías que fuera tu… amante!”.

“No es demasiado tarde para que aceptes”, respondió Zachary con una cara inexpresiva.

La cara de Sotiria se sentía como si estuviera en llamas. El color de su rostro cambió de verde a carmesí en un instante.

Miranda se preguntaba si estaba imaginando cosas.

¿El hombre perfecto e impecable que tenía delante seguía siendo su frío hermano, que consideraba a las mujeres una plaga?

¿Cuándo le había mostrado interés a una mujer y había querido a una amante?

Incluso si hubiera querido una, ¿no podría haber encontrado una mujer mejor? ¿Por qué diablos tenía que ser Sotiria Green?

Ya era bastante malo que Sotiria tuviera un pasado terrible, sino que también tenía un marido…