Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 802

Sin embargo, el hombre sacudió la cabeza con vergüenza.

“Mel, acabo de salir de la cárcel hace 10 días. Si cometo otro crimen, tendré un gran problema. ¿Cómo puedes pensar en venganza? ¿Qué hay de mí? ¿No te importa si me mandan a la cárcel de nuevo?”.

“¡Uff! ¡Eres inútil! ¡Cómo puede tener tan mala suerte de casarme con un cobarde con tú!”.

Melina, que sintió como si le hubieran dado una bofetada en la cara, dejó al hombre y se alejó furiosa.

“Mel, no te enojes…”.

“Mel…”.

“¡Mel!”.

El hombre dejó a Sotiria y fue tras Melina.

Sotiria sacudió la cabeza. Ella no quería tener nada que ver con la pareja. Se dio la vuelta y caminó hacia las escaleras.

Ella se alojaba en el tercer piso, y debido al hecho de que el ascensor de este edificio había estado fallando recientemente, rara vez lo usaba. Mientras no tuviera prisa, tomaría las escaleras sin problemas.

Justo cuando llegó al segundo piso, una voz masculina que sonaba urgente estalló desde abajo. “Tiria, espérame. Tengo algo de qué hablar contigo”.

Mientras los pasos apresurados resonaban por las escaleras, el hombre pronto llegó detrás de Sotiria.

Cuando Sotiria reconoció al hombre como nada menos que el esposo de Melina, se burló y dijo: “¿Qué pasa? ¿Esa z*rra te convenció de hacerlo? ¿Has vuelto para ayudarla a vengarse de mí? Te lo digo, no fuiste tú quien me salvó hace un momento. Te perdoné, ¡si no lo crees, inténtalo!”.

“¡Tiria! ¿No recuerdas nada? ¡Soy yo!”. El hombre estaba parado en las escaleras dos escalones más abajo de donde estaba parada Sotiria, mirándola con ojos llenos de dulzura y tristeza.

Sotiria se dio cuenta de que algo andaba mal y parpadeó con fuerza.

“¿Eras uno de mis amigos?”.

'¡Ay Dios mío!'.

Las piernas de Sotiria se aflojaron y casi rodó por las escaleras.

Antes de esto, ella había escuchado más de una vez de otras personas que ella era una p*rra… Ahora, este hombre le decía que no solo lo había estado viendo a él, un hombre casado, sino que también había estado acostándose con varios hombres en la misma cama al mismo tiempo…

Su cuerpo tembló, y luego se dio cuenta de que el hombre la había agarrado entre sus brazos con fuerza.

“¿Sabes qué, Tiria? Aunque Mel es superficialmente encantadora, es aburrida. No siento ninguna emoción en absoluto cuando la beso. Desde que salí de prisión, no paso una sola noche sin que estés en mi mente. ¡Extraño mucho tu cuerpo, Tiria!”.

El hombre encerró a Sotiria con fuerza en sus brazos, su aliento caliente como la lava.

“Esta noche después de las once, le mentiré a Mel y le diré que voy a comprar algo. Entonces, iré a tu casa a buscarte. No puedo esperar. Debes esperarme”.