Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 804

“Sí. ¿Por qué pregunta, Señorita Green? ¿No lo sabía?”.

La repartidora estudió a Sotiria de pies a cabeza.

En Rothesay, todos sabían que Zachary era la mejor pareja de matrimonio.

Desde que la Señorita Simmons lo había dejado, muchas mujeres habían estado tratando de tirarse sobre él como abejas salvajes y mariposas codiciando una flor. Sin embargo, habían pasado cuatro años y ninguna mujer se había ganado el favor del Señor Connor.

Al principio, ella había pensado que Sotiria, la mujer que había hecho que el Señor Connor tomara la iniciativa de comprarle flores, debía ser una belleza deslumbrante, ¡pero nunca se imaginó que sería una mujer tan mediocre!

Sotiria se calmó y preguntó: “Él… ¿Estás segura de que estamos hablando del mismo Señor Connor?”.

“No me atrevo a mencionar su nombre, pero puedo decirle que el Señor Connor es el infame demonio número uno en Rothesay. Señorita Green, es realmente un honor que le haya gustado al Señor Connor”, ​​dijo la repartidora con amargura.

“Jeje…”, respondió Sotiria con una sonrisa falsa. “Entonces no voy a aceptar las flores. Puedes llevarlas de vuelta”.

Ella le dio el recibo a la repartidora, se dio la vuelta y se fue.

“¿Está segura de que no quiere aceptarlas, Señorita Green? Estas rosas son un regalo del Señor Connor. Además, el Señor Connor ya pagó por ellas. Si no las acepta, ¿adónde se supone que debemos llevarlas?”. Preguntó la repartidora con incredulidad.

La mirada de Sotiria era fría y no volvió a mirar atrás.

“Puedes devolverle las rosas para que pueda usarlas para decorar su propia habitación”.

“Pero…”.

Al ver que Sotiria ya se había ido, la repartidora no tuvo más remedio que tragárselo y llamar a Zachary.

“Oh, Señor Connor, sé que su tiempo es valioso y no quiero molestarlo si no es absolutamente necesario, pero la Señorita Green se negó a aceptar las flores. Ella quiere que se las devolvamos, así que, ¿qué tal si le enviamos las flores a su casa?”.

Zachary respondió con apatía, y la repartidora se llenó de sorpresa, confusión y emoción.

Sotiria se rio tan alegremente cuando vio a Naomi que un dolor agudo se disparó desde su labio inferior, que había sido mordido por Zachary.

¡Claro!

¡Este era Zachary!

Las flores que había enviado eran venenosas, y todo su ser era igual de venenoso. Era el tipo de veneno del que era difícil deshacerse de él una vez que te enganchabas, así que tenía que mantenerse alejada de él.

Naomi era el tesoro de Sotiria y su fuente de felicidad. Cada vez que estaba con Naomi, los problemas que la envolvían como una neblina molesta desaparecían y su estado de ánimo mejoraba mucho.

Sotiria no sabía qué tipo de mujer solía ser en el pasado, pero ser madre la hizo más fuerte que antes. Después de dar a luz a Naomi, se había vuelto más dura en general e incluso había aprendido a cocinar.

Después de aproximadamente media hora, mientras ella y Naomi comían la cena que ella había preparado, su teléfono zumbó y vibró una vez más.