Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 837

¡Ella quería que él persiguiera su corazón con más ardor!

'¡Ay Dios! ¿Qué me sucede? Ahora soy la prometida de Garrison. Él y yo caminaremos por el altar en unos días. ¿Cómo puedo tener tales sentimientos por otro hombre? ¿Será que solo soy una mala mujer en lo profundo de mi ser? ¡No! ¡Ya no quiero ser la misma mujer! Necesito cortar todas las intenciones que tengo por Zachary. ¡No voy a tener más sentimientos por Zachary!'.

Como tal, Sotiria cerró los ojos e hizo todo lo posible por deshacerse de sus pensamientos pecaminosos.

Una corriente cálida cruzó las pupilas generalmente heladas de Zachary cuando vio la expresión en su rostro.

Esa batalla interna resistente y luchadora en su rostro le parecía muy adorable.

'¡M*ldita sea! ¿Sotiria? ¿Adorable? Debo tener un tornillo flojo. Esa es la única explicación de por qué en realidad consideraría a una p*ta como ella como “adorable”'.

Zachary se dio cuenta de que desde que conoció a Sotiria, estaba comenzando a desarrollar los sentimientos que una vez había sentido cuando conoció a Charlotte. Cuando la conoció por primera vez, claramente la había visto con indiferencia, repulsión e incluso un poco de asco. Sin embargo, después de la persistencia continua de Charlotte, gradualmente se deslizó en las manos de ella…

'¡Sotiria! Puede que ella tenga cierto parecido físico con Charlotte en algunos aspectos, pero está lejos de la exquisita belleza de Charlotte. Ella es demasiado sucia, por lo que su corazón ciertamente no está a la altura de la inocencia pura y juvenil de Charlotte. Sin embargo, ¿por qué, después de interactuar con esta sucia mujer durante tanto tiempo, tengo esa sensación de adicción que una vez sentí solo por Charlotte, y se está volviendo más fuerte?'.

Sotiria aún tenía los ojos cerrados como si estuviera rezando cuando el coche se detuvo.

“¿Saldrás del coche o no?”.

La voz fría y majestuosa de Zachary resonó en voz alta desde su izquierda.

Ella abrió los ojos y se dio cuenta de que el coche ya estaba estacionado en el patio del Distrito del Divino Santuario.

“¡Sí!”.