Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 878

“Por supuesto que no me sentí…”. Sotiria, que quería negar el hecho inconscientemente, se tragó la palabra “conmovida” antes de que pudiera terminar la oración. En cambio, se encogió de hombros y dijo con calma. “Prometí responderte con sinceridad, así que no mentiré. Sí, de hecho, me sentí conmovida”.

La mano de Garrison, que sostenía su pequeña mano con fuerza, tembló un poco.

Lorraine, que estaba parada no muy lejos, también se estremeció un poco.

Incluso Zachary, que siempre había sido tan frío como un témpano de hielo, temblaba levemente de pies a cabeza.

Sotiria luego frunció los labios con indiferencia, y sus ojos eran libres e indiferentes. “Señor Connor, eres el hombre más atractivo de Rothesay y el príncipe azul con el que miles de chicas solo pueden soñar. Creo que cualquier otra mujer en mi posición, se sentiría igual de tentada al ser seducidas por ti. Así que solo estoy diciendo la verdad. No me siento avergonzada para nada”.

“¡Sí! ¡Sí! Lo que ella dijo es verdad. No hay nada de qué avergonzarse en absoluto. Si el Señor Connor estuviera dispuesto a coquetear conmigo, yo también me conmovería”.

“¡Obvio! Si el Señor Connor estuviera dispuesto a coquetear conmigo, me abalanzaría sobre él y lo haríamos”.

“Yo me casaría con él”.

“Daría a luz a sus bebés. Daría a luz a tantos bebés para él…”.

Las pocas damas, que habían venido aquí para obtener sus certificados de matrimonio, ignoraron la presencia de sus futuros esposos y comenzaron a murmurar sin vergüenza mientras los novios lanzaban miradas amargas a Zachary.

En ese momento, un rastro de culpa brilló en los ojos de Garrison, que estaba parado justo al lado de Sotiria.

Casi todos atribuyeron la razón por la que Zachary conmovió a Sotiria a su intenso encanto personal, e incluso Sotiria no fue una excepción.

Desafortunadamente, no había forma de que ella pudiera entender que el cambio significaba que la esperanza que había aparecido previamente en los ojos de Zachary había estallado como una burbuja. Sus ojos fríos se habían convertido en un desierto desolado.

Las comisuras perfectamente curvadas de sus labios se torcieron ligeramente, pero no dijo nada más. Volvió a mirar a Naomi, se dio la vuelta y caminó hacia la puerta del ayuntamiento.

“¡Señor Connor!”. Sotiria levantó un poco la cara y miró aturdida su figura alta. “Dijiste que mientras respondiera tus preguntas con sinceridad, nunca me volverías a molestar. ¿Cuenta tu promesa?”.

El rostro bien definido de Zachary se veía extremadamente determinado mientras le daba la espalda. “Escuché que, para salir de mi radar, Garrison y tú planeaban dejar Rothesay después de casarse. Ahora, ya no hay necesidad de eso. No tomaré la iniciativa de acercarme a ti nunca más a partir de ahora. No habrá ninguna interacción entre nosotros en el futuro”.

Zachary no se quedó ni un segundo más después de dejar atrás esa promesa. Dio un paso adelante y se alejó sin mirar atrás.