Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 910

El teléfono en el bolsillo de Sotiria sonó en ese momento.

Mañana era el día de su boda con Garrison. Él había hecho una cita especial para que algunos maquilladores fueran a su casa para hacerle el maquillaje de novia. Sin embargo, nadie estaba allí para abrirle cuando la maquilladora llamó a la puerta de su casa, por lo que Garrison llamó su teléfono.

Sabiendo que Sotiria estaba junto al lago, Garrison quiso ir a recogerla.

Pero Sotiria no quería molestar a Garrison con todo, por lo que insistió en regresar sola.

Garrison tenía la llave de la casa de Sotiria, por lo que abrió la puerta y la estaba esperando sentado en su sofá.

Tres maquilladores estaban sentados en otro sofá, mientras que Jordan, la asistente de Garrison y el conductor estaban parados a un lado. La expresión de Garrison se veía extremadamente solemne, y ninguno de ellos se atrevió a hacer un solo ruido.

Al ver a Sotiria entrar por la puerta, el apuesto rostro de Garrison finalmente mostró un rastro de alegría. Dio unos pasos enormes y caminó hacia Sotiria. “Tiria, acabo de hablar por teléfono con Marco. Él me contó todo lo que te pasó. Lo siento mucho. Si hubiera estado a tu lado para protegerte, ese accidente no habría ocurrido”.

“¿Qué dices?”. Sotiria sonrió.

“Garrison, sé que te sientes mal por mí, pero no deberías asumir toda la responsabilidad tan pronto como me suceda algo. La instigadora del incidente de hoy fue Virginia Swenson. Ella quiere matarme, así que sin importar qué tan perfecta sea tu protección, sería difícil frustrar un plan encubierto”.

“Tiria…”. Garrison agarró suavemente su pequeña mano y miró fijamente su delicado rostro. Al pensar que la mujer que amaba hasta los huesos casi se ahoga en un lago, le dolió tanto que sus ojos comenzaron a lagrimear.

“Todo es mi culpa. Hay responsabilidades que no puedo eludir y quitarme de encima cada vez que te encuentras con estas desgracias. Fue mi error. No tendrías la más mínima intersección con esa gente si no fuera por mí. Pero ahora, no solo estás involucrada con ellas, incluso casi te matan y pierdes la vida”.

Sotiria se quedó estupefacta. Estaba a punto de preguntar de qué estaba hablando Garrison cuando escuchó un ruido sordo y el hombre alto y bien formado se arrodilló frente a ella.