Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 922

“¡Mira! ¡Alguien está caminando por el pasillo!”. Gritó alguien.

“¿Por qué estás gritando? ¡No estamos ciegos, todos podemos verlo!”.

“¡Santo cielo! Nadie más puede caminar por el pasillo hasta que el novio y la novia lo hagan. ¿Ese hombre no sabe que esto le traerá mala suerte a la pareja? ¡Realmente desearía poder subir y ayudar al Señor Larson a golpear a ese hijo de p*ta para darle una lección!”.

“¡Cállate! ¿Sabes quién? ¿De verdad te atreves a acercarte y golpearlo?”.

“¿Quién es él?”.

“¿De verdad no sabes quién es? ¡Él es el Señor Connor, el hombre con el que nunca deberíamos meternos en Rothesay!”.

“¿Eh? ¿Él… él… él… él es el Señor Connor?”.

El espacioso salón quedó en un silencio mortal después de que la voz temblorosa se calmara. Todos miraban con temor al hombre que caminaba paso a paso por el pasillo hacia Garrison y Sotiria.

Con cada paso que daba Zachary, la temperatura en el pasillo bajaba aún más, haciendo que todos se estremecieran.

“¡Oh Dios!”. Sotiria no pudo evitar gritar. Sus pies parecían estar atrapados en concreto. No podía dar un paso adelante sin importar cuánto lo intentara, y no pudo evitar apretar su mano izquierda, que sostenía la manita de Naomi.

“Mami…”. Naomi no era una niña tímida, pero aun así se estremeció al ver la expresión oscura de Zachary. Ella lo miró fijamente con sus dos ojos grandes y brillantes, sin atreverse a decir una palabra.

Garrison se detuvo junto a Sotiria y Naomi, con una expresión sombría.

“Es un gran honor tenerte aquí, pero no recuerdo haberte enviado una invitación, Señor Connor, así que, ¿qué te trae por aquí?”.

Zachary se detuvo frente a Garrison, su mirada fría y su voz grave. “No me malinterpretes. Solo estoy aquí para asistir a la boda. Además, vine a verla a ella, no a ti”.

Garrison miró a Zachary con frialdad y de manera desafiante.

“Todos en Rothesay siempre han dicho que el Señor Connor es un hombre de palabra, así que, ¿por qué te retractas hoy?”.

Zachary levantó las cejas.

“¿Te refieres a las cosas que dije en el ayuntamiento ese día?”.

“Exactamente”, se burló Garrison. Luego, miró hacia arriba para escanear a las personas a su alrededor y levantó la voz. “Escuchen, todos. El día que Tiria y yo fuimos a buscar nuestra licencia de matrimonio, el Señor Connor prometió con todo su corazón que dejaría a Tiria en paz y nunca volvería a perturbar su vida. Sin embargo, solo han pasado dos días y ha faltado a su palabra. Se ha colado en nuestra boda para causarnos problemas, ¿y todavía dicen que es un hombre de principios que valora las promesas más que su propia vida? ¡En mi opinión, el Señor Connor es solo una escoria que ni siquiera puede cumplir con sus promesas!”.

“¡Uff!”.