Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 928

Los dedos de Sotiria temblaron y sus cejas se arquearon. “No creo que haya rencores entre nosotros, así que ¿por qué están tratando de hacerme daño?”.

El hombre que tenía a Sotiria contra la pared le dio una amplia y malvada sonrisa. “Porque ambos somos hombres que abandonaste sin piedad antes de esto, y queremos venganza”.

'¡M*ldita sea!'.

Sotiria sintió temblar su alma.

'¡Miren a estos dos hombres! No solo son extremadamente feos, sino que el hombre moreno también parece que acaba de salir de una pila de carbón. Escuché que yo no era exigente en el pasado cuando se trataba de hombres, pero… ¿no pensé que tendría estándares tan bajos como para no sentir asco por estos hombres?'.

“Jajaja…”. Al ver la expresión de Sotiria, el hombre que estaba parado a un lado no pudo evitar reír a carcajadas. “Señorita Green, escuché que eres tan promiscua por fuera como lo eres por dentro, pero no esperaba que también tuvieras un lado tan inocente. Solo estábamos bromeando contigo, y realmente lo creíste”.

'¿¡Qué!?'. Sotiria se sobresaltó.

Inmediatamente después, el hombre se rio y dijo: “No te conocíamos antes de esto y no tenemos rencores contra ti. Solo te estamos haciendo esto para ganar algo de dinero”.

Sotiria parecía haber entendido algo, pero antes de que pudiera seguir preguntando, el hombre que la tenía agarrada la interrumpió. “Alguien no quiere que estés con el Señor Larson, así que nos ofrecieron mucho dinero y nos pidieron que nos divirtiéramos un poco contigo el día de tu boda. Nuestro empleador también nos pidió específicamente que nos aseguráramos de que todos los invitados pudieran presenciar todo el proceso”.

Sotiria estaba tan asustada que se quedó sin palabras. Podía sentir un escalofrío espeluznante corriendo por su columna y de regreso a la parte superior de su cabeza. Le tomó un tiempo calmarse y recuperar su voz. “¡No!”.

“¡No pueden hacerme esto! Esto es un crimen. Y mi esposo… Garrison Larson, es un hombre muy poderoso. ¡Definitivamente no los dejará escapar si me hacen esto!”.

“Sí, el Señor Larson de verdad no es alguien con quien meterse. Pero, lo sentimos, Señorita Green…”. El hombre sacudió la cabeza. “El empleador que nos contrató es extremadamente generoso. Por lo que estamos dispuestos a correr cualquier riesgo por esa suma de dinero”.

Sotiria todavía quería hacer todo lo posible para convencerlos. Sin embargo, en ese momento, sintió como si una gran bola de fuego hubiera explotado en su cuerpo, y el aire abrasador explotó en todas las partes de su cuerpo como llamas, haciéndola incapaz de pronunciar una oración completa…

“¡M*ldita sea! Esto es tan tentador. ¡No puedo esperar más!”. Después de decir eso, el hombre estuvo a punto de levantar la falda de Sotiria.

“¡No!”. El otro hombre se adelantó y agarró la muñeca del hombre que sostenía a Sotiria. “Todo el sexo que tendremos con la Señorita Green se reproducirá en el salón de bodas más adelante. Nuestro empleador nos dijo claramente que debemos hacer todo lo posible para que parezca como si la Señorita Green fuera la que está tomando la iniciativa. ¡No nos pagarán si lo haces ahora!”.

“Esto… ¡Bah!”. El hombre que estaba presionando a Sotiria contra la pared rechinó los dientes con frustración antes de soltar la falda de Sotiria y acariciarle la mejilla con fuerza. “Mi hermosa y tierna novia, sé que ahora estás sufriendo y no vas a durar mucho tiempo. Así que toma la iniciativa de arrojarte a mis brazos cuando realmente no puedas soportarlo más. ¡Actuaremos como tus novios y te cog*remos en nombre del Señor Larson!”.

“¡Jaja!”.

“¡Jajajaja!”.

Los dos hombres se rieron presuntuosamente.

Al mirar estos dos rostros feos y distorsionados, Sotiria sintió tanto asco por ellos que casi vomita. Si este incidente hubiera tenido lugar en cualquier otro momento, nunca dejaría que estos dos hombres desagradables tuvieran éxito, incluso si le costara la vida.

Sin embargo, ahora no podía reunir fuerzas para defenderse.

Lo único que podía hacer era tratar de mantenerse consciente y sobria.

Sin embargo, a pesar de que había hecho todo lo posible, su conciencia se desvanecía a medida que pasaban los segundos, y su mente quedó en blanco gradualmente.