Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 944

“Recuerda lo que acabas de decir, Sotiria. Porque la próxima vez que nos veamos, te darás cuenta de lo ridículas que fueron tus palabras”. La voz de Zachary resonó detrás de ella.

Sotiria levantó una ceja.

“Me he explicado claramente. Tú y yo nunca nos volveremos a ver”.

Ella abrió la puerta del coche, se inclinó y se deslizó dentro de su vehículo. Luego, encendió el coche rápidamente y pasó junto a Zachary.

'¡Adiós, Zachary! ¡Adiós, Rothesay! Me iré de esta ciudad que me ha causado tanto dolor'.

Sin embargo, eso no significaba que iba a dejar atrás su odio.

No iba a permitir que Virginia se saliera con la suya por lo que había hecho.

Iba a mantener un fuerte control sobre Virginia. Iba a hacer que Virginia, esa serpiente que pretendía hacer el rol de madre pero aún soñaba con lastimarla, pagara por sus actos.

¡Clanc!

La puerta de un Ferrari blanco junto a la calle se abrió de una patada. Lucas gritó de pánico incluso antes de salir del coche. “Señor, ¿cómo pudiste dejar que se fuera así?”.

“Dejemos una cosa en claro. No la dejé irse. Ella insistió en irse sola”, respondió Zachary con una mirada indiferente en su rostro.

“Oh… ¡Bien!”. Lucas jugueteó con su gran arete. “Señor, Sotiria misma dijo que vino aquí para confirmar esto porque no quería malinterpretarlo, pero nunca te escuché darle una explicación”.

Zachary simplemente levantó la ceja con frialdad.

Lucas se rio apresuradamente. “¡Bien, bien! Sé que solo te importa tener la conciencia tranquila y que nunca te explicas. Esto no es importante. Además, esa gorrioncita de Sotiria es puro blablablá. Ella nunca podrá escapar de tu alcance, ¿no es así, Señor?”.

Mientras caminaba hacia la puerta del balcón, gritó de miedo y aterrizó en el suelo sentada. Luego, levantó el pie y se frotó el dedo herido con los dedos.

En ese momento, la puerta se abrió y entró Zenios.

Sotiria se puso de pie de un salto como una rana asustada y corrió hacia la cama por el pánico.

Sin embargo, justo cuando estaba a punto de llegar a la cama, chocó contra Zenios, que caminaba hacia ella, y cayó boca arriba.

Zenios instintivamente envolvió su brazo alrededor de su cintura, pero Sotiria tiró de él hacia la cama.

La camisa de hombre que llevaba Sotiria se rasgó, y los labios de Zenios aterrizaron sobre su carne expuesta.