Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 960

Sotiria asintió sin dudarlo. “¡Hecho!”.

'¿Comprarle una comida a Zachary a cambio de su gracia salvadora? ¡Qué ganga!'.

Después de regocijarse, ella frunció los labios avergonzada. “Oh, por cierto, déjame aclarar esto primero antes de que salgamos a almorzar. No soy tan rica como tú, así que no puedo darme el lujo de invitarte a una comida en lugares que son demasiado lujosos y exorbitantes”.

Una mirada extraña brilló en los ojos de Zachary que eran tan brillantes como cristales. “En cuanto a eso, iremos a donde elijas”.

Sotiria inmediatamente abrió una aplicación de reservas de restaurantes en su teléfono y reservó una habitación privada en un restaurante cercano que era bastante elegante pero que no le costaría una fortuna.

En realidad, ella no quería reservar una habitación privada. Porque cada vez que se paraba frente a Zachary, estaba tan asustada que no podía actuar con normalidad. Ni siquiera se atrevía a imaginarse comiendo sola con Zachary en una habitación privada.

Sin embargo, sería peor si tuviera que comer con Zachary descaradamente en el comedor principal de un restaurante.

Ella acababa de pasar por un incidente tan vergonzoso con Zachary en el baño ayer, y el público seguía hablando de ella. Si la vieran comiendo con Zachary…

'¡Cristo! ¿¡Por qué me siento como si estuviera teniendo una aventura con Zachary!?'.

'¡Zachary! Él es un hombre tan inteligente y sabio. ¿Él no piensa que pueda causar más malentendidos si me pide que le compre el almuerzo ahora mismo?'.

“¿Iremos o no?”. La voz de Zachary de repente sonó a su lado.

“¡Oh! ¡Sí! ¡Sí! Jejeje, vamos”. Ella le sacó la lengua, guardó su teléfono en su bolsillo y empezó a moverse de nuevo.

Zachary, que había estado parado a su izquierda, estiró su brazo derecho para envolver la cintura de Sotiria antes de dar otro paso. Sin embargo, en el momento en que las puntas de sus dedos tocaron su ropa, él volvió a sus sentidos al instante y retrajo su brazo derecho abruptamente.

'¡M*ldita sea! ¡Lo he olvidado de nuevo!'.

En ese momento, Zachary tomó un camarón del plato y lo peló con las manos.

La mirada de Sotiria fue cautivada por él una vez más.

Zachary se veía tan guapo como una deidad, e incluso su acción de pelar un camarón era grandiosa, majestuosa y agradable a la vista…

Seguía aturdida cuando Zachary colocó los camarones en el plato de ella.

“Las damas primero”.

Sotiria se quedó sin palabras y las comisuras de sus labios se torcieron.

Ella parecía estar poseída. No solo no lo rechazó, sino que incluso olvidó agradecerle. Ella solo respondió vagamente con un “está bien”, recogió un camarón con sus palillos y se los metió en la boca.