Amor después del matrimonio romance Capítulo 189

Fue el turno de Eliiot de sorprenderse. Estiró el cuello hacia afuera para mirar dentro de la estación de tren una vez más y luego respondió: “¿Está bromeando, Sr. Lancaster? ¿No está divorciado?”.

“¿Cuándo dije que quería divorciarme?”. La voz de Henry era tan fría como el hielo.

Elliot se frotó la nariz. “Es cierto, no lo mencionaste, pero Yvonne sí. Cuando me lo mencionó la última vez, pensé que solo estaba bromeando. No esperaba que ella realmente lo hiciera. Sr. Lancaster, eso significa que ahora está en un divorcio unilateral”.

Elliot se regocijó.

Los ojos de Henry se entrecerraron peligrosamente. “¿Qué dijiste? ¿Me he divorciado?”.

¿Qué clase de broma ridícula era esta?

Elliot arqueó las cejas. “Así que realmente no lo sabe, Sr. Lancaster. Yvonne salió de su Villa hace media hora, incluso la llevé a la estación y me contó sobre su divorcio, y por eso lo llamo a propósito para felicitarte por haber obtenido su libertad”.

¿Salió de la Villa hace media hora?

Las pupilas de Henry se dilataron al escuchar esto.

No dudó de las palabras de Elliot porque sabía muy bien que Elliot no tenía ninguna razón para usar esto como un chiste. La noticia estaba en Internet y no tenía que mentir al respecto.

Por lo tanto, Elliot estaba diciendo la verdad. Yvonne realmente había dejado a los Lancaster.

El corazón de Henry comenzó a latir rápidamente. Soportó el dolor de espalda y se levantó de la cama, inmediatamente colgó la llamada de Elliot y marcó el número de Yvonne.

Pero solo el frío contestador automático contestó la llamada. “Lo siento, el número que ha marcado no está en servicio. Vuelva a intentarlo más tarde…”.

¿Fuera de servicio?

Henry apretó su teléfono, su rostro estaba oscuro y la atmósfera a su alrededor parecía enfriarse.

¡Yvonne de hecho había cancelado su línea telefónica!

“¡Sue!”, gritó Henry enojado.

Sue estaba limpiando casualmente la barandilla del pasillo. Dejó su paño y caminó hacia su habitación cuando lo escuchó gritar. “Está despierto, señor”.

“¿Dónde está Yvonne?”, preguntó Henry, con los ojos enrojecidos por la ira.

Sue respondió nerviosamente: “La señora…”.

“¡Dime!”, gruñó Henry con impaciencia.

Sue se encogió y respondió rápidamente: “La señora se ha ido”.

“¿A dónde se ha ido?”, dijo Henry mientras apretaba el puño.

Sue se armó de valor y respondió: “La señora ha dejado a los Lancaster. Ella ya se divorció de usted, así que, naturalmente, ya no es necesario que viva aquí. Por eso se fue”.

“¿Divorcio?”. Henry apretó el puño con tanta fuerza que estaba temblando, su expresión estaba llena de rabia. “¿Cómo se atreve a divorciarse de mí sin mi consentimiento?”.

“Sí, no estuvo de acuerdo con el divorcio, señor, pero el Amo lo ha aceptado. ¿Recuerda cuando la señora fue a la residencia de Lancaster hace dos días? Ella fue a buscar el consentimiento del Amo”, respondió Sue.

El rostro de Henry palideció instantáneamente. “¿Fue a ver al Abuelo?”.

“Sí, me enteré justo antes de que la señora se fuera. Pensé que solo iba a la residencia Lancaster para visitar al Amo. ¿Quién diría que tenía la intención de hacer eso?”. Sue suspiró en silencio.

Henry se quedó sin habla. Tenía los labios apretados, el rostro rígido y una rabia indescriptible.

La rabia era tan grande que su corazón se aceleró hasta que no pudo respirar correctamente y su corazón comenzó a latir de dolor.

¿Esa mujer realmente se había ido?

Sabiendo que él no estaría de acuerdo con el divorcio, ¡en realidad fue al Abuelo para obtener su aprobación!

¿Realmente quería dejarlo tanto? ¿No dijo que lo amaba? ¿Por qué se iría si lo amaba entonces?

Cuanto más pensaba en ello, más incontrolable se volvía. Sus emociones eran muy dinámicas.

Esta era la primera vez que Sue lo veía tan fuera de control. Ella también se sorprendió. “Señor, ¿se encuentra bien?”.

“¿Por qué?”, dijo Henry, todavía apretando fuertemente el puño.

No podía entender cómo Yvonne podía insistir en divorciarse y dejarlo sin ninguna consideración.

Incluso si se iba, no había necesidad de que cancelara su línea telefónica. Obviamente, no quería que nadie la contactara.

Toc, toc, toc. Alguien estaba llamando a la puerta de repente.

Henry se volvió para mirar la entrada. “Adelante”.

Sue abrió la puerta: “Señor, el Amo está aquí”.

“¿Abuelo?”. Los ojos de Henry se oscurecieron.

Sue asintió. "El Amo le ha pedido que baje las escaleras para discutir algo sobre la señora”.

Henry frunció los labios. “Entiendo”.

Se quitó su edredón, soportando el dolor de espalda al levantarse de la cama, y ​​siguió a Sue escaleras abajo.

Abajo, el anciano estaba sentado en el sofá y bebiendo té. Frederick estaba a su lado para servirle.

Henry se acercó e inmediatamente preguntó: “Abuelo, ¿por qué aceptaste la solicitud de Yvonne?”.

El anciano dejó tranquilamente su taza de té. “¿Por qué? ¿No deberías preguntarte a tí mismo por qué?”.

“¿Yo?”. Henry arqueó una ceja.

El anciano apoyó ambas manos en su bastón y lo miró con desprecio. “Después de todo lo que le has hecho, es normal que Yvonne solicite el divorcio y mi aprobación también estaba justificada”.

“Pero este es mi matrimonio”. Henry apretó ambos puños. “Hace tres años, me pediste que me casara con ella según tus órdenes. ¿Debería divorciarme de ella cuando me lo ordenes ahora?”.

“Señor, no es el Amo quien le pide el divorcio, es la propia señora. El Amo también ha dicho que la razón por la que la señora pide el divorcio es por que la lastimaste tan profundamente. No se puede culpar al amo por esto”, dijo Frederick.

Henry apretó los dientes. “Lo sé, pero Abuelo, no tengo la intención de divorciarme de ella”.

“¿Por qué le harías algo tan cruel si no quieres divorciarte de ella?”, preguntó el anciano mientras lo miraba con frialdad.