Amor después del matrimonio romance Capítulo 268

Yvonne se masajeó suavemente los ojos. "No es eso. Ya tenía un poco de resaca cuando me levanté esta mañana después de haber bebido demasiado anoche. Además, me tomé otras dos copas hace un momento y eso lo empeoró. Le pediré a Sue que haga un poco de sopa para aliviarlo".

Después de decir eso, se levantó y se dirigió a la cocina.

Sin embargo, su pie se enganchó en el sofá después de dar unos pasos.

Chilló al verse atrapada y comenzó a caer hacia atrás.

Las pupilas de Henry se contrajeron al verla caer e inmediatamente le agarró el brazo después de colocar su taza en la mesa de centro.

Sin embargo, Henry la había agarrado un poco tarde. En lugar de poder levantarla, fue arrastrado junto con ella y ambos cayeron al suelo. Por suerte, ninguno de los dos resultó herido debido a que la alfombra absorbió la mayor parte del impacto.

Henry había aterrizado encima de Yvonne y ésta se sentía ligeramente incómoda con el peso que tenía encima.

"E-e...". Su cara se sonrojó mientras empujaba el pecho del hombre. "¿Podrías levantarte, por favor?".

Henry no se movió y la miró fijamente a los ojos.

Podía sentir su corazón acelerado mientras miraba la mirada apasionada de Henry y su respiración se volvió pesada. "Eres muy pesado".

Volvió a abrir la boca.

Esta vez, Henry levantó ligeramente la parte superior de su cuerpo, pero no se puso de pie. En su lugar, apoyó ambos brazos en el suelo alrededor del cuerpo de Yvonne. "Tú...".

Antes de que pudiera hablar, se escuchó un grito detrás de él.

Henry levantó una ceja y se giró para mirar en la dirección de la que provenía el grito para encontrar a Sue de pie junto a la cocina con una expresión de sorpresa en su rostro.

"¡Sue!". Gruñó Henry.

Sue reunió sus emociones y contestó torpemente: "Ejem... Solo venía a recoger algo".

"¿Y lo has cogido?". Preguntó Henry con frialdad.

Sue puso los ojos en blanco. "Sí lo he hecho, ahora debo volver a mi trabajo. No los interrumpiré a los dos".

Al terminar, Sue reprimió su risa y volvió a la cocina.

Se hizo el silencio en la sala de nuevo. La cara de Yvonne estaba ahora tan roja como la de un tomate.

No esperaba que Sue entrara y viera la situación en la que se encontraban, incluso se había reído de ella. ¿Cómo se supone que Yvonne la enfrentaría ahora?

Henry la miró y sin ayuda le quitó la mano de la cara y le preguntó: "¿Por qué te tapas la cara?".

"¿Qué crees? Sue acaba de ver lo que ha pasado". Regañó Yvonne, todavía sonrojada.

Henry se rio. "¿Y qué si nos vio? Ella ya se fue. Además, ¿acaso no nos pidió que continuemos?".

"¿Continuemos?". Los ojos de Yvonne se abrieron de par en par. "¿Qué pretendes hacer?".

"¿Qué piensas?". Preguntó Henry en respuesta.

Los ojos de Yvonne se ampliaron. "¿Piensas hacerlo aquí?".

"¡Por qué no!". Exclamó Henry mientras alargaba la mano para coger la copa de vino que había en la mesa de centro.

Entonces se bebió todo el vino de la copa delante de los ojos confusos de ella.

Al terminar, volvió a colocar la copa sobre la mesa, y luego utilizó esa mano para levantar la barbilla de Yvonne, obligándola a abrir la boca, y luego se inclinó para besarla y transfirió lentamente el vino de su boca a la de ella.

"T-tú...". Yvonne se quedó atónita. En el momento en que se dio cuenta de lo que estaba haciendo y quiso hablar, se vio ahogada por el repentino chorro de vino que le entró en la boca.

Henry se levantó y la miró, esperando a que terminara de toser.

Cuando casi había terminado de toser, se acercó a besarla de nuevo antes de que ella pudiera regañarlo por introducir el vino en su garganta.