Amor después del matrimonio romance Capítulo 364

Ella había dejado de tomar este medicamento desde que se sometió a la fecundación in vitro y Sue estuvo de acuerdo. Entonces, ella nunca lo enviaría.

Por lo tanto, este medicamento fue...

"Fue tu idea traer esto, ¿verdad? ¿Por qué?". Yvonne miró a Henry.

Henry no esperaba que ella pudiera adivinarlo correctamente. Sus ojos temblaron. "No hay razón".

Estaba preocupado después de saber que ella se estaba quedando en el apartamento de Elliot. Por lo tanto, usó esto como una excusa para venir y echar un vistazo.

"Ya veo. Ya que no hay una razón válida, puedes irte ahora. Este es el apartamento del Señor Taylor y será inapropiado que te quedes aquí por mucho tiempo". Yvonne lo echó con tristeza.

Henry frunció el ceño. "Sabes que este apartamento también pertenece a Elliot. ¿Cómo puedes quedarte aquí en paz entonces?".

"No me quedaré aquí con tranquilidad. Solo me quedaré dos noches y me mudaré después de esto", dijo Yvonne a la ligera.

Después de escuchar esto, Henry relajó un poco las cejas. "¿Hacia a dónde te diriges?".

"No estoy segura, todavía estoy buscando", respondió Yvonne mientras se sentaba.

Henry frunció los labios delgados. "Empaca tus cosas".

"¿Qué?". Yvonne lo miró perpleja.

Explicó con un rostro severo: "No te detendré si quieres quedarte afuera, pero eso no significa que puedas quedarte en el lugar de otro hombre. Me olvidaré de lo de anoche, pero ya no puedes hacer esto. Deberías volver a mi apartamento ahora".

"¡No quiero!". Yvonne se negó directamente.

Henry se sorprendió por un momento. "¡Dame una razón!".

Yvonne lo miró a los ojos sin miedo. "Me mudé de la villa porque quiero estar separada de ti temporalmente para que ambos podamos calmarnos. ¿Cómo puedo calmarme si vuelvo a tu apartamento lleno de tu presencia?".

Henry no esperaba esta razón. Su rostro se volvió severo al instante. "¿Cuánto tiempo necesitas calmarte?".

"No sé". Yvonne apartó la mirada. Se quedó mirando la alfombra bajo sus pies y respondió con una expresión de desconcierto: "Depende de tu actitud".

"¿Qué quieres decir?". Henry entrecerró los ojos.

La comisura de la boca de Yvonne se crispó. "Como no lo entiendes, entonces deberías regresar y pensarlo".

Ella lo echó de nuevo.

Henry estaba bastante descontento al ver cuánto deseaba que se fuera. Se dio la vuelta y caminó hacia la puerta.

Yvonne se molestó al verlo irse con tanta decisión.

Se puso de pie y gritó desde atrás: "¡Espera!".

Henry se detuvo y giró un poco el cuerpo para mirarla.

Respiró hondo, apretó los puños y preguntó: "¿No hay nada más que traer la medicina?".

"¿Qué quieres que haga?". Henry preguntó en lugar de responderle.

Yvonne se mordió el labio inferior y no habló durante mucho tiempo.

Por supuesto, ella quería que él dijera que estaba aquí para traerla de regreso o para disculparse con ella.

Pero no entendió lo que ella quería decir. Tenía que preguntarle sobre eso.

Estaba realmente enojada y molesta al mismo tiempo. Era obvio que él fue quien cometió el error. ¿No debería disculparse con ella? ¿Cómo podía no saberlo y necesitar que ella se lo recordara?

Pensando en esto, una luz fría salió de los ojos oscuros de Henry y abandonó el lugar.

Dentro del apartamento, Yvonne miró por la rendija y lo vio irse. Ella se sintió aliviada pero molesta al mismo tiempo.

No pudo evitar enojarse y pateó el zapatero a un lado. Luego murmuró sarcásticamente: "No estoy segura si realmente no entiendes o si solo estás fingiendo. Todo lo que quiero es que te disculpes y ni siquiera puedes hacerlo, ja...".

Ella sonrió impotente y entró en la habitación de invitados.

Por la noche, Elliot volvió con un ramo de flores.

Halagada, Yvonne tomó las flores. "¿Por qué me estás dando esto de repente?".

"Las vi cuando pasé, así que las compré. Y hay un favor que me gustaría pedirte", dijo Elliot con las palmas juntas.

Yvonne dejó las flores a un lado. "¿Qué es?".

"Hay una subasta esta noche y necesito una compañera. Pensé en ti".

Yvonne vaciló un momento y preguntó: "Entonces, ¿qué hace la compañera?".

"No tienes que hacer nada y solo quedarte a mi lado", respondió Elliot.

Yvonne asintió y aceptó. "Entiendo. Tomemos esto como gratitud por dejarme quedarme aquí por un tiempo".

"No espero que me pagues por dejarte quedarte aquí. Estoy feliz pero también sorprendido de que hayas aceptado ser mi compañera. Pensé que me rechazarías", se rio Elliot.

Yvonne le sirvió un vaso de agua. "Bueno, me has ayudado mucho más que dejarme quedarme aquí. Así que debería echarte una mano también. De todos modos, es solo ser tu compañera y nada fuera de lo normal, así que no te rechazaré. Entonces... ¿vamos ahora?".

Ella lo miró.