Amor después del matrimonio romance Capítulo 374

¿Qué quiso decir con eso?

¿Qué quería decir con aparte de ese pedazo de tierra, había otras formas?

Y su tono rencoroso...

Yvonne no se atrevió a imaginar más. Contuvo la respiración y se escondió silenciosamente detrás de la puerta de la cocina para escuchar lo que diría Elliot a continuación.

Pero para su decepción, Elliot no dijo una palabra. De vez en cuando respondía a la persona al otro lado del teléfono.

Unos minutos más tarde, Elliot se despidió de la persona que llamó. Sabiendo que su llamada estaba a punto de terminar, Yvonne rápidamente ocultó su pánico. Se sirvió un vaso de agua y entró en la sala, fingiendo que no había pasado nada.

"Elliot", le sonrió.

Elliot no sabía que ella había vuelto. Cuando la vio salir de la cocina, sus ojos cambiaron un poco y preguntó con voz profunda: "¿Cuándo volviste?".

"Acabo de regresar", respondió Yvonne con calma.

Elliot entrecerró los ojos y fingió preguntar: "¿Acabas? Entonces, ¿por qué no te escuché entrar?".

"Te saludé, pero estabas hablando por teléfono, así que es posible que no me hayas escuchado". Yvonne bebió agua y se sentó en el sofá.

Elliot apretó el teléfono en su mano y la miró fijamente. "¿En serio? ¿Escuchaste lo que dije entonces?".

"No". Yvonne lo miró a los ojos con calma y naturalidad. "Cuando volví, estabas parado en el balcón con tu teléfono y no dijiste una palabra. Si no fuera por los tarareos ocasionales, pensaría que no estabas hablando por teléfono, sino durmiendo".

Al responder, fingió recordar la escena para demostrar que no había escuchado nada.

Elliot la miró fijamente durante un rato y no vio la mirada de culpabilidad o mentira en sus ojos y rostro. Después de eso, su expresión seria finalmente desapareció y cambió a su habitual rostro frívolo. "Eso es bueno. Estaba hablando sobre un secreto de la empresa. ¿Y si lo oyeras y se lo dijeras al Señor Lancaster?".

"No soy una persona tan deshonesta". Yvonne puso los ojos en blanco, fingiendo deliberadamente ser arrogante. Pero se sintió aliviada en su corazón.

Dios sabe lo difícil que fue para ella fingir que no escuchó nada.

Especialmente cuando se encontró con sus ojos sospechosos, su corazón latía con fuerza y ​​no se atrevía a respirar con dificultad. Tenía miedo de exponer accidentalmente su pánico y tensión, entonces él podría detectar que estaba mintiendo.

Afortunadamente, sus habilidades de actuación fueron lo suficientemente buenas para fingir.

“Puaj. Amas tanto al Señor Lancaster que ni siquiera necesitas dignidad. ¿Quién sabe si me traicionarás por él?”. Elliot lo dijo medio en broma.

Yvonne se quedó en silencio durante dos segundos, luego sonrió: "No te preocupes, no traicionaría a mis amigos".

Pero un enemigo... Eso podría ser diferente.

"Eso es lo que necesitaba escuchar. Bueno, debería irme ahora". Elliot se arregló la corbata, luego recogió los archivos de la mesa de café y caminó hacia la puerta.

Yvonne se levantó y lo siguió. "¿Viniste para esto?".

Ella miró los archivos que tenía en la mano, que estaban separados por una capa de papel y no pudo ver lo que había dentro.

Sin embargo, mirándolo abultado, los documentos deberían ser una gran cantidad de información.

"Sí, ¿qué pasa?". Elliot se puso la carpeta debajo del brazo.

Yvonne sacudió la cabeza. "Nada. Hay algo que quiero decirte".

"Dilo". Elliot la miró.

Yvonne bajó los párpados. “Podría quedarme aquí por mucho tiempo. ¿Estarías bien con eso?”.