Amor después del matrimonio romance Capítulo 440

Yvonne abrazó sus piernas, apoyó su barbilla en las rodillas y murmuró, "No quiero abortar".

A Sam no le sorprendió su respuesta, ya que se lo esperaba.

"Pero si no lo abortas, no habrá manera de recibir el tratamiento", dijo Sam.

Yvonne cerró los ojos. "Lo sé, pero realmente no puedo hacer esto. He perdido a un hijo y este niño llegó a mí como un milagro. No puedo perderlo también. Quiero darlo a luz".

"Entiendo cómo te sientes, pero no puedes aguantar mucho más. Incluso si lo das a luz, ¿qué pasa si él también lo hereda?". Sam no estaba de acuerdo con ella.

El cuerpo de Yvonne se estremeció. "Entonces, ¿qué crees que debo hacer?".

"Por supuesto que quiero que te curen. Quiero que vivas", le respondió Sam seriamente.

Yvonne abrió los ojos sin comprender y dijo, "¿Quieres que lo aborte?".

"Tienes que hacerlo para recibir el tratamiento y ésta es la mejor opción. Como ya hemos dicho, tienes un tipo de sangre especial y es difícil encontrar un riñón compatible. Tienes que recibir el tratamiento antes para tener más tiempo de encontrar un riñón adecuado. Después del trasplante de riñón, tu cuerpo se recuperará lentamente y podrás volver a quedarte embarazada por fertilización in vitro", le aconsejó Sam.

Yvonne negó enérgicamente con la cabeza. "No, ¿qué soy yo si hago esto? Me convertiré en una madre egoísta que mata a su hijo para poder sobrevivir. No puedo aceptar esa forma de ser".

Sam suspiró. "¿Así que todavía eliges dar a luz?".

Yvonne se atragantó y tarareó.

Sam se pellizcó las cejas y advirtió, "Entonces perderás la oportunidad de oro para recibir el tratamiento y el mismo será muy doloroso después. Además, es posible que no tengas mucho tiempo para esperar un riñón adecuado o tal vez no puedas encontrar ninguno. ¿Aún quieres dar a luz? Tienes que saber que morirás por ello. Tu hijo no tendrá una madre y Henry perderá una esposa".

Sin madre, sin esposa...

Yvonne dudó de repente mientras pensaba.

Pero pronto, se puso firme de nuevo. "¡Sí, quiero dar a luz! Si fallezco por no encontrar un riñón adecuado, creo que Henry será un buen padre. Mientras Henry ame al bebé, éste no tendrá necesidad de amor y una madre no será importante para él. En cuanto a Henry...".

Yvonne apretó el puño, reprimió el dolor de su corazón y dijo, "Puede que se enamore de otra mujer. Mientras la mujer trate bien al bebé, moriré sin quejarme".

"Realmente estás...". Sam se quedó sorprendida por ella y no supo qué decir por un momento. Al final, sólo pudo decir, "Falta algo más. Si eres capaz de resolverlo, no te impediré dar a luz al niño".

Los ojos de Yvonne se iluminaron. "¡Por favor, dilo!".

"De hecho, ya lo he mencionado antes. ¿Y si el niño nace y hereda tu condición? Tú...".

"Tengo una solución". Lo interrumpió Yvonne.

Sam levantó las cejas inesperadamente.

Yvonne se tocó el vientre y sonrió como una madre, "Después del nacimiento del niño, le diré a Henry que busque un riñón adecuado. Dudo que no pueda encontrar uno en 20 años".

Sam se sorprendió de nuevo por ella.

No esperaba que pensara en esta solución.

No hacía falta decir que era un método factible.

"Tú ganas". Sam se rio y pareció derrotado por Yvonne. "Espero que no te arrepientas".

"No me arrepentiré. Sé lo que estoy haciendo". Yvonne asintió con la cabeza y sonrió aliviada. Ya no tenía el mismo aspecto que cuando salió del hospital y parecía que se le había caído el cielo.

"De hecho, al principio, estuve luchando entre mi vida y mi hijo. No sabía qué elegir, pero al final elegí al niño. Aunque podría morir por el niño, no me siento triste en absoluto. Al contrario, me siento feliz".