Amor después del matrimonio romance Capítulo 443

"Tú...". Jacqueline estaba enojada.

Pero al segundo siguiente, se calmó de inmediato.

"¿Y qué? Aunque no te hayas muerto y no estés divorciada, tarde o temprano seré la señora de la casa". Jacqueline hizo un gesto de firmeza.

Yvonne cerró los ojos y trató de calmarse. "¿De verdad? En ese caso, esperemos a que vuelva Henry. Cuando regrese, ¿vamos a escuchar cómo me va a pedir que me haga a un lado para que tú puedas ocupar mi lugar?".

Aunque Jacqueline le dijo que habían hecho las paces de nuevo y estaba ligeramente convencida de ello, todavía tenía algunas expectativas sobre Henry.

Ella quería que él le aclarara personalmente que Jacqueline había mentido. Sin embargo, si era cierto, optaría por divorciarse de él y dejarlos en paz, porque no era el tipo de mujer que se aferra a cosas así.

A diferencia de Yvonne, que ya había pensado en sus propios planes, Jacqueline comenzó a sentir pánico.

Ella bajó sus párpados y se mordió el labio inferior ansiosamente.

¿Ella quería esperar a que Henry regresara? Él no debería regresar.

Si lo hacía, Yvonne se enteraría de todas sus mentiras y él también se enfadaría.

Ella solo dijo todo eso porque Yvonne regresó sin decírselo, así que él todavía no sabía que Yvonne estaba viva. Por eso se atrevió a decirle todas esas cosas a Yvonne, para que ella malinterpretara a Henry. Por lo tanto, ¡él no debería regresar!

Sin embargo, no podía evitar que volviera, así que Jacqueline pensaba en formas de lidiar con Yvonne.

Mientras pensaba en ello, una luz maligna brilló de repente en sus ojos caídos, como si se le hubiera ocurrido qué hacer.

"Yvonne, ¿alguien te ha dicho lo estúpida que eres?", preguntó Jacqueline de repente. Yvonne se quedó confundida al escucharlo.

Yvonne frunció los labios y la miró fríamente sin hablar.

Jacqueline volvió a decir, "Si alguien ha conspirado varias veces contra la misma persona, seguro que ya no se presenta ante ella. Pero parece que no has aprendido tu lección...".

"¿Qué quieres decir?". Yvonne frunció el ceño impacientemente mientras se preguntaba cuándo volvería Henry.

"Quiero decir...".

Antes de que Jacqueline pudiera terminar de hablar, fue interrumpida por el repentino timbre de la puerta.

Le preocupaba que Yvonne pudiera hablar, así que contestó con impaciencia de inmediato, "¿Quién es?".

"¡Soy yo, abre la puerta!". La voz de Sue venía de fuera de la puerta y su tono también sonaba inquietante.

Sue estaba furiosa porque no entendía la razón por la que Henry llevo a esa mujer a la villa e incluso le dio una llave. Ahora, cuando volvía a la casa, ¡hasta tenía que pedirle a la mujer que le abriera la puerta!

"¡Espera un momento!". Jacqueline se dio cuenta de que se trataba de Sue, quien acababa de regresar, y se puso ansiosa.

¿Debería ella abrir la puerta?

De ninguna manera.

Si abría la puerta, Sue entraría, vería a Yvonne y se enteraría de que aún estaba viva.

Además, si Sue se enteraba, Henry también lo haría, y volvería corriendo. Entonces todos descubrirían las mentiras que acababa de decir y ¡tendría que darle su riñón a Yvonne!

‘Esto no puede suceder’.

Jacqueline se mordió las uñas con ansiedad.

Realmente pensaba que Yvonne estaba muerta y no quería que Henry la enviara a prisión, solo por eso le contó el secreto de la enfermedad renal hereditaria de Yvonne.

La razón por la que dijo que su riñón coincidía con el de Yvonne fue para ganar tiempo y tal vez recuperar a Henry, convirtiéndose en la nueva señora de la familia Lancaster.

Pero ahora que Yvonne había regresado, significaba que todos sus planes fracasarían y que incluso perdería un riñón. No podía aceptarlo, así que no debía dejar que nadie descubriera que Yvonne seguía viva.