Amor después del matrimonio romance Capítulo 466

Yvonne asintió con el corazón acelerado.

Muy pronto, respondieron la llamada.

La voz profunda de Henry se escuchó, "¿Quién es?".

Yvonne inmediatamente sintió un nudo en la garganta cuando escuchó su voz.

¡Si pudiera revelar que todavía estaba viva, tomaría el teléfono y hablaría con él para preguntarle qué estaba pasando entre él y Jacqueline!

"Señor Lancaster, soy yo", respondió Sam.

Se produjo un silencio repentino al otro lado del teléfono. Después de un rato, Henry habló nuevamente: "Bueno, ¿qué pasa?".

Sam sospechó al escuchar su tono extraño y distante, como si algo estuviera mal, pero no podía decir qué exactamente.

"No mucho. Escuché que parece estar en buenos términos con la Señorita Jacqueline durante los últimos dos días. ¿Están de nuevo juntos?", preguntó Sam.

Hizo la pregunta sin rodeos.

El corazón de Yvonne latía rápido, preocupada de que Henry se molestara por lo directo que fue Sam.

Sin embargo, todas sus preocupaciones fueron en vano, porque Henry no se enojó. Al contrario, estaba bastante tranquilo.

"¿Dónde escuchaste que estoy en buenos términos con Jackie?", Henry le preguntó de vuelta en lugar de responder.

Yvonne podía sentir que su corazón se enfriaba cuando escuchó la forma en que la llamó "Jackie". No pudo evitar morderse el labio.

Jackie...

Era tan familiar pero tan distante.

Todavía recordaba cómo solía llamar a Jacqueline "Jackie", antes de que se separaran.

Ahora volvía a llamarla por su apodo nuevamente. ¿No explicaba eso todo ya?

Realmente volvieron a estar juntos. De lo contrario, no la habría llamado tan íntimamente.

"Hermano...", gritó Yvonne con voz débil.

Sam la miró mientras trataba de averiguar qué pasaba.

Yvonne forzó una sonrisa con lágrimas en los ojos. "Cuelga. No preguntes".

"...". Sam se quedó en silencio por un rato. "¿De verdad?".

"Ya no importa", dijo Yvonne burlonamente.

Sam suspiró, "Está bien".

Después de eso, volvió a contestar y dijo: "Lo siento, Señor Lancaster, mi hermana se siente un poco deprimida y necesito consolarla. ¡Tengo que irme, adiós!".

Después de la conversación, colgó y dejó el teléfono a un lado.

Yvonne cerró los ojos. Su voz sonaba triste y solitaria. "Realmente no entiendo. ¿De qué está hecho su corazón? ¿Qué soy yo para Henry? Cuando aparecí en su vida, él todavía se preocupaba por Jacqueline y quería mi médula ósea para ella. Más tarde, cuando se enamoró de mí, dejó a Jacqueline, pero...".

Hablando de esto, se quedó sin palabras un momento y levantó un poco la cabeza mientras parpadeaba, tratando de contener las lágrimas. "Pero ahora que me fui, volvió a estar con ella. ¿Significa que la persona que realmente ama es Jacqueline?".

Sam la escuchó y no supo cómo responder.

Yvonne sollozó, "Hermano, ¿puedes darme algo de tiempo para calmarme?".

"Sí". Sam asintió. "Pero solo puedo darte una hora. Nos iremos después de una hora".

"Está bien", respondió Yvonne en voz baja.

Entonces Sam salió de la sala y Marc lo siguió.

Después de que salieron de la habitación, Sam preguntó: "¿El Señor Lancaster mencionó cuándo será el funeral de Shan?".

"Sí. Es mañana", respondió Marc.

Ella cambió de tema. Parecía que estaba tratando de no hablar sobre cosas negativas.

Sam notó su comportamiento evasivo, por lo que suspiró en secreto y le siguió la corriente. Luego se acercó para sacarla de la cama del hospital y ponerla en una silla de ruedas antes de empujarla fuera de la sala.

De camino al aeropuerto, Sam prestó especial atención al comportamiento de Yvonne.

Pensó que tal vez no podría soportar dejar a Henry o que estaría preocupada por la relación entre él y Jacqueline, y de repente se arrepentiría de su decisión y querría quedarse en lugar de irse.

Inesperadamente, miró por la ventana sin decir una palabra. Incluso cuando se bajó del coche en el aeropuerto y recibió su pase de abordar, todavía estaba muy callada.

Parecía que en realidad había tomado la decisión de marcharse al extranjero.

Esto era lo mejor para ella, ya que ir al extranjero era su única opción.

"Shan, nos embarcaremos pronto. Te daré una última oportunidad para reconsiderar esto. ¿Quieres quedarte?". Aunque Sam ya conocía la determinación de Yvonne, todavía quería darle una última oportunidad antes de abordar el avión.

Yvonne no le respondió de inmediato. En cambio, volvió la cabeza para mirar en dirección a la puerta del aeropuerto, luego miró hacia atrás en dirección de la puerta de embarque, sonrió y dijo: "¡Te seguiré!".

Sam también sonrió. "Ya que tomaste una decisión, déjame decirte esto. No dejaré que regreses hasta que tu lesión se haya recuperado por completo, ¿entiendes?".

"Lo entiendo y estoy lista". Yvonne asintió.

"En ese caso, es hora de abordar". Sam la empujó hacia la puerta de entrada.

Marc estaba empujando algunas maletas detrás de ellos mientras luchaba por alcanzarlos.

Después de registrarse, los tres abordaron el avión sin problemas.

Sam reservó la cabina de primera clase, y solo estaban ellos tres.

Yvonne se sentó junto a la ventana mientras miraba con ojos expectantes y confusos, esperando que sus heridas se recuperaran durante este viaje al extranjero. Le molestaba pensar que, si sus heridas no podían curarse, no sabría qué más hacer.

El avión despegó poco después. Yvonne dejó esos pensamientos atrás temporalmente y esperó a que el avión volara alto después de despegar.

Justo antes de que el avión despegara, finalmente miró hacia la tierra donde creció a través de la ventana y dijo en silencio en su interior: ‘Henry, adiós...'.