Amor después del matrimonio romance Capítulo 484

Por supuesto que sería genial si fuera un amigo. Si era un enemigo, debía encontrar la forma de recuperar esas acciones.

De lo contrario, las acciones en manos del accionista darían un golpe fatal al Grupo Lancaster en cualquier momento.

Después de pensarlo, Henry frunció las cejas con impaciencia.

En ese momento, el teléfono de Joe sonó de repente.

Miró a Henry. Después de que este asintió levemente, Joe sacó su teléfono móvil y respondió la llamada.

Unos minutos más tarde, terminó.

Henry lo miró. "¿Quién era?".

Joe respondió con sinceridad: "Era de la casa de subastas. Dijeron que habrá una subasta de reliquias culturales en tres días y están preguntando si usted estaría interesado".

Henry estaba a punto de decir que no, pero de repente pensó en algo. Sus ojos brillaron. "¿Quiénes serán invitados a esta subasta?".

Joe lo pensó y dijo: “Escuché que estas reliquias culturales se obtuvieron del extranjero. Generalmente, la clase media no puede darse el lujo de adquirirlas. Aquellos que están invitados son los peces gordos, por lo que las personas prestigiosas de Vancouver debieron ser invitadas".

Henry movió suavemente los dedos sobre la mesa. "Entonces, ¿Shannon también asistirá?".

"¿Eh?". Joe se quedó confundido, preguntándose por qué mencionó a Shannon de repente.

Joe preguntó cuidadosamente: “Señor Lancaster, ¿irá solo si va la Señorita Smith?”.

Henry no ocultó nada y admitió sus pensamientos.

Joe tragó saliva con incredulidad. "Señor Lancaster, usted y la Señorita Smith...”.

Henry frunció el ceño. "¿Qué?".

Joe apretó los dientes. "¿Le gusta la Señorita Smith?".

Henry estaba un poco aturdido. Seguidamente, sus ojos brillaron y volvió a sus sentidos. "No, solo quiero confirmar si ella es Yvonne".

"¿De verdad?". Joe no lo creyó. "Si quiere confirmar si es Yvonne o no, puede esperar hasta que obtenga su información en el extranjero. ¿Es necesario que lo confirme usted mismo?".

"¡Suficiente!". Henry lo interrumpió con impaciencia. "Deberías averiguar si asistirá a la subasta ese día".

"¡Está bien!", Joe respondió y luego volvió a tomar el teléfono móvil para llamar a la asistente de Yvonne.

En el coche, cuando Lisa le dijo a Yvonne que la llamada era de Joe, Yvonne frunció el ceño ligeramente. “No creo que tomara la iniciativa de llamar. Debe ser Henry quien le pidió que lo hiciera. Responde la llamada y pregunta qué pasa".

"Está bien". Lisa asintió y contestó el teléfono.

Después de un rato, dejó su teléfono. "¿Joe pregunta si asistirá a la subasta dentro de tres días?".

"¿Subasta?". Yvonne estaba un poco confundida. "¿Qué subasta?".

Lisa respondió: "Es una subasta de reliquias culturales".

Ella no sabía mucho sobre eso.

"¿Subasta de reliquias culturales?". Yvonne se tocó la barbilla y reflexionó un momento, luego de repente recordó. “Mi hermano mencionó que alguien se había apoderado de un lote de reliquias culturales nacionales de los antiguos extranjeros. ¿Será el mismo?”.

"Sí".

"Ya veo. No esperaba que fueran subastados en Vancouver, pero ¿por qué Henry me pregunta sobre esto?". Yvonne bajó la mirada y empezó a conspirar.

Lisa sacudió la cabeza. "No estoy segura. Woods no dijo mucho. Solo estaba preguntando si asistiría ese día. Señorita Smith, ¿irá?”.

"Por supuesto. ¡Por supuesto que iré!". Yvonne entrecerró los ojos. “Ya que él preguntó, debería ir entonces. Me gustaría saber qué quiere hacer Henry".

"Está bien, responderé de inmediato". Lisa sonrió, asintió y respondió a Joe.

Llegaron a la empresa diez minutos después.

Tan pronto como Yvonne salió del coche, la recepción le entregó una tarjeta de invitación. Cuando lo abrió, era una invitación a la subasta.

¡Parecía definitivamente tenía que ir!

Después de eso, estiró su dedo y trazó dos círculos en el pecho del hombre. La acción fue muy ambigua y mostró un significado provocador.

Henry frunció el ceño con más fuerza e inconscientemente quería dar un paso atrás, pero no sabía por qué no podía hacerlo y se quedó en el mismo lugar.

Más que eso, la mujer obviamente se estaba burlando de él. Debería estar disgustado, pero no lo estaba.

No solo no estaba disgustado, sino que se sentía un poco feliz por dentro, especialmente por el olor del perfume de Yvonne en su cuerpo y el calor que exhalaba cuando hablaba. Hizo que su cuerpo se calentara.

¡Tuvo una reacción!

Al darse cuenta de esto, la expresión en el rostro de Henry era desagradable y sus delgados labios se contrajeron.

¡Tuvo una reacción ante una mujer que se parecía a Yvonne y solo la había visto dos o tres veces!

¡Esto era ridículo!

Pensando en esto, el rostro de Henry estaba áspero y dio un fuerte paso hacia atrás, distanciándose de Yvonne.

Yvonne se dio cuenta de su extrañeza, y un rastro de duda brilló en sus ojos. "¿Qué le pasa, Señor Lancaster?".

Henry no la miró y respondió enojado: "¡No es nada!".

Ahora lamentaba haber venido a confirmar su identidad personalmente y la provocación de hace un momento.

“¿Está seguro de que está bien? ¡No se ve muy bien!". Yvonne bajó la mano con calma y miró el rostro frío de Henry.

Henry respiró hondo. Después de reprimir apenas sus emociones internas, dijo en voz baja: "¡Estoy bien!".

"Bueno, me alegro que estés bien entonces". Yvonne asintió levemente como si lo hubiera creído y dejó de preguntar.

Henry exhaló un suspiro de alivio, se llevó la mano a la frente y se calmó por completo. Luego, bajó la mano. “La subasta está por comenzar. Vamos".

"¿Ahora?". Yvonne se quedó quieta y lo miró con una sonrisa. "Señor Lancaster, no ha aceptado mi solicitud de antes. ¿Qué pasa si su esposa se me acerca y me acusa como la otra mujer?".