Amor después del matrimonio romance Capítulo 500

Henry la miró y luego estrechó su mano. "Señorita Smith".

Un alto ejecutivo que no conocía a Yvonne no pudo evitar preguntar: "Señor Lancaster, ¿quién es ella?”.

Henry bajó la mano. "Es la directora de la compañía de energía del Grupo Smith, la Señorita Shannon Smith".

Cuando se enteraron de que Yvonne era en realidad la directora de la empresa de energía, todos los altos ejecutivos se sorprendieron al verla. Costaba creer que una mujer tan joven estuviera a cargo de una empresa tan importante.

Yvonne los saludó con calma, a pesar de estar frente a la mirada de todos. "Hola a todos, soy Shannon Smith".

Su comportamiento, así como la confianza en sí misma que exudaba, hizo que todos creyeran en su identidad.

Alguien la halagó. “Hola, Señorita Smith. Es realmente joven y prometedora. A diferencia de nosotros, somos demasiado viejos para subir a esa posición a una edad tan avanzada. De hecho, es incomparable, incomparable".

Yvonne dijo con una sonrisa: "Estás siendo humilde. Si están aquí, todos son excelentes talentos. No tienes que menospreciarte".

Cuando dijo esto, las personas que estaban presentes se sintieron cómodas y la felicitaron porque se expresaba muy bien.

Henry se sentó en el medio y no habló. Observó toda la situación en silencio y su impresión de Yvonne mejoró mucho.

De hecho, esta mujer no era una persona común. Ella se ganó con éxito los corazones de los altos ejecutivos y fue aceptada por ellos con solo unas pocas palabras.

Tenía que decir que esta mujer era realmente inteligente.

Yvonne llamó a Henry de repente: “¡Señor Lancaster!".

Henry reunió sus pensamientos, levantó los ojos y la miró. "¿Qué pasa?".

Yvonne le sonrió. "¿Podemos empezar la reunión ahora?".

Henry miró su reloj y vio que era la hora. Asintió levemente. "Sí".

Después de hablar, la sala de reuniones se quedó en silencio de inmediato.

Al ver esta escena, los ojos de Yvonne brillaron con una luz oscura y se asombró del control de Henry sobre el Grupo Lancaster.

Se sentía mucho más seguro que hace seis años.

Por supuesto. Había madurado, ¿cómo no iba a progresar?

Yvonne se rio en su interior.

Comenzó la reunión.

Era una reunión muy importante. Podría considerarse como el comienzo de una revolución científica y tecnológica. La producción de coches a través de nueva energía mostró que había llegado el final de los viejos coches de motor. Por lo tanto, todos en la sala de reuniones parecían muy serios y escucharon con atención.

La reunión fue muy larga. Pasaron casi tres horas antes de que terminara.

No habían tenido una reunión tan larga en mucho tiempo, pero nadie parecía cansado. Algunos de ellos estaban llenos de entusiasmo y participación, esperando el surgimiento de nuevos coches de energía.

Todo el mundo sabía que mientras los coches de nueva energía se fabricaran para el público, el valor del Grupo Lancaster se duplicaría y su clasificación entre las 500 mejores del mundo aumentaría en al menos un centenar. Habrían ganado mucho dinero para ese momento, así que, naturalmente, nadie se sentiría cansado de esa reunión.

Cuando todos en la sala de reuniones estaban dispersos, Henry de repente se acercó a Yvonne y le dijo: "Señorita Smith, ¿recibió los resultados de la prueba ayer?".

Yvonne estaba ordenando los documentos frente a ella. Cuando escuchó su pregunta, asintió. "Sí, los resultados de la prueba estuvieron bien".

“Así es, asigné especialmente una línea de producción para trabajar horas extras y que pudieran pasar toda la noche fabricando la carrocería del coche de nueva energía. ¿Le gustaría echar un vistazo, Señorita Smith?”. Henry la miró.

Yvonne pareció sorprendida. “Por supuesto que quiero verlo, me alegra que la carrocería se pueda hacer tan pronto. Pero debo ver si se ajusta a mis estándares. Se trata de los intereses de nuestras empresas".

“Estará satisfecha, Señorita Smith. Por favor". Henry hizo un gesto de invitación.

Yvonne no fue modesta. Después de sonreírle, salió de la sala de reuniones.

Una vez fuera, Henry la alcanzó y caminó junto a ella.

Cuando llegaron al ascensor mientras esperaban, Henry miró la bolsa que ella llevaba y un toque de decepción que nunca había sentido brilló en sus ojos. "¿Hoy no llevas la bolsa que te di?".