Amor después del matrimonio romance Capítulo 501

Yvonne movió la comisura de la boca burlonamente. Las palabras de Henry no la emocionaron. Al contrario, pensó que era ridículo.

Siempre decía que la protegería.

Pero, de hecho, ¿lo hacía? ¿Lo hizo?

No estuvo allí hacía seis años cuando Dominic Conrad la secuestró y tuvo un aborto espontáneo debido a la cirugía de médula ósea. Tampoco estuvo allí cuando Shaw Taylor la secuestró una y otra vez. Cuando Jacqueline la empujó fuera del coche, él seguía sin estar allí. Cuando logró escapar de la muerte y volvió a buscarlo en su villa, él tampoco estaba allí.

En resumen, cada vez que ella lo necesitaba, ¡él nunca estaba para protegerla!

¡Ella ya no le creería!

Incluso si la protegiera ahora, ella no se sentiría conmovida en absoluto. Solo se sentiría enojada y triste.

¡Porque ahora era Shannon Smith, no Yvonne Frey!

Como Shannon, debería ser una socia comercial corriente con Henry, ¿verdad?

Podía decirle a su socia comercial que la protegería, pero no hizo lo mismo cuando su esposa fue herida muchas veces en el pasado. ¡¿Qué podía esperar de un hombre así?!

Henry no sabía qué estaba pensando Yvonne en ese momento. Él la miró y ella bajó la cabeza, todo su cuerpo emanaba un aura lúgubre. Pensó que el ascensor inestable la asustaba, por lo que no pudo evitar inclinarse hacia adelante para abrazarla con más fuerza.

Su acción provocó que estuvieran tan cerca que sus cuerpos casi se tocaban.

Podían oler el aliento del otro con la corta distancia que había entre ellos.

Cuando Joe, que estaba en la otra esquina, los vio así, la comisura de su boca se crispó y se sintió avergonzado.

Aunque sabía que el Señor Lancaster sostuvo a la Señorita Smith entre él y la pared para protegerla, su postura era realmente sugerente.

Finalmente, el ascensor se estabilizó en el tercer piso y dejó de temblar.

Joe presionó directamente el botón del ascensor para estar seguro.

El ascensor se detuvo y la puerta se abrió.

Joe se sintió aliviado. Temía que la puerta no se abriera y quedaran atrapados dentro.

Joe le dijo a Henry: “Señor Lancaster, salgamos".

Henry tarareó y soltó la mano que sostenía la pared del ascensor. Dio un paso atrás y dejó libre a Yvonne. "Señorita Smith, ¡todo está bien ahora!".

Yvonne levantó la cabeza. "¿Está bien ahora?".

"Sí", respondió Henry. "El ascensor se ha detenido".

Yvonne palmeó suavemente su pecho, revelando una sonrisa después de sobrevivir a una posible tragedia. "¡Eso es genial! Estaba muerta de miedo".

"Lamento que te asustaras. Es culpa de nuestro grupo y me responsabilizaré por ello. Además, fui descortés en este momento. Por favor…".

Antes de que terminara la conversación, Yvonne agitó la mano para interrumpirlo. "Está bien, debería agradecerte por salvarme o habría sido arrojada contra la puerta. ¿Cómo puedo decir que fuiste descortés?”.

Henry asintió débilmente. "Si así lo piensas, está bien. Por cierto, ¿no estás herida?”, preguntó.

Yvonne miró su tobillo izquierdo rojo e hinchado, luciendo un poco avergonzada. “Me torcí el pie. Cuando el ascensor tembló, perdí el balance y me lo torcí".

Al escuchar esto, Henry miró hacia abajo. Vio su tobillo blanco hinchado como un moño. Él frunció el ceño. "¿Puedes caminar?".

Yvonne lo intentó y sacudió la cabeza con el rostro pálido. "Me temo que no".

Henry frunció los labios y reflexionó durante un segundo. De repente, dio un paso adelante y se disculpó por ser grosero. Luego, la cargó.

Yvonne gritó e inconscientemente le rodeó el cuello con los brazos. "Henry, tú...".

"Déjame llevarte", dijo Henry mientras la sacaba del ascensor.

Yvonne se acurrucó en sus brazos obedientemente. Su cabello cubría su rostro y ocultaba su expresión.