Amor después del matrimonio romance Capítulo 54

Sue miró hacia atrás y le dio una sonrisa a Yvonne. Cuando se volteó para mirar a Henry, su rostro volvió a oscurecerse.

Era obvio que ella estaba enojada con él.

También era la primera vez que Henry la veía enojada con él y estaba bastante sorprendido.

Sue se puso las manos en la cintura: “Señor, hay algunas cosas que no debería decir como sirvienta de la familia Lancaster, pero no puedo soportarlo más”.

Henry apretó los labios: “¿Qué es lo que quieres decir?”.

“La señora es tu esposa, ¿verdad?”. Preguntó Sue.

Henry lanzó una mirada a Yvonne. “¿Y?”.

Yvonne enarcó sus delicadas cejas.

¿Eso fue un sí o un no?

“La señora es tu esposa, pero ¿la has tratado alguna vez como si fuera tu esposa?”. Sue señaló a Yvonne.

La expresión del rostro de Henry se oscureció. “¿Desde cuándo no la he tratado como a mi esposa?”.

“¿En serio?”. Sue se dio una palmada en el pecho. “Pregúntese esto: ¿realmente tomas a la señora como tu esposa en tu corazón? Ningún esposo iría a cuidar de otra mujer en lugar de su propia esposa que está hospitalizada”.

Cuando Yvonne escuchó a Sue, instantáneamente bajó la cabeza mientras el agravio brotaba de su corazón.

Sue continuó hablando francamente: “Sé que no has superado a la Srta. Conrad, ¡pero ahora eres un hombre casado! Esta mujer frente a ti es la persona con la que pasarás el resto de tu vida. La Srta. Conrad es solo una ex. ¿Crees que es apropiado que andes con ella?”.

“¡Sue, has cruzado la línea!”. La voz de Henry se volvió helada. “Sé lo que debo y no debo hacer. ¡No estás calificada para decirme qué hacer!”.

“Señor, eso no es lo que estoy haciendo. Simplemente te estoy recordando cómo ser un esposo”, suspiró Sue.

A medida que la expresión del rostro de Henry se volvía más fea, Yvonne extendió la mano y tiró de Sue de la manga. “Suficiente, Sue”.

“Señora…”.

“Estoy bien”. Yvonne le sonrió. En el fondo, su sonrisa tenía una tristeza que no se desvanecía.

Si Henry realmente supiera lo que debería y no debería hacer, entonces se habría distanciado de Jacqueline en primer lugar.

De hecho, todos podían ver que él estaba equivocado, excepto él mismo.

Solo porque estaba enamorado de Jacqueline, no vio ningún problema en la forma en que la trataba.

Yvonne se rio de sí misma con desprecio al pensar en esto. “Vuelve arriba, Henry. Estoy un poco cansada y quiero dormir un rato. Por favor, diviértete”.

“¿Regresa?”. Henry frunció el ceño con disgusto. “Yvonne Frey, explica qué quisiste decir con eso?”.

Yvonne le dirigió una mirada significativa pero no dijo nada.

Por alguna razón, su mirada hizo que Henry se irritara de alguna manera.

“¡Sue, sal ahora!”. Él hizo un gesto con la mano y la despidió.

Sue se fue con tacto cuando sintió el ambiente tenso entre los dos.

Solo Yvonne y Henry quedaron en la sala.

Él dio un paso adelante y repitió su pregunta. “Yvonne Frey, dime, ¿por qué dijiste eso?”.

“Por ninguna razón en particular. ¿No dijiste que venías de la sala de la Srta. Conrad? Supongo que estás aquí para verla. Si no regresas, ella empezará a buscarte”. Yvonne explicó con una sonrisa, tratando de verse despreocupada.

Sin embargo, su sonrisa ofendió a Henry. A él no le gustó por alguna razón.

“¿De verdad tanto quieres que la busque?”. Él la miró fijamente a los ojos con una expresión extremadamente fría en su rostro mientras hervía.

Yvonne no entendía por qué estaba enojado y tampoco pensaba demasiado en eso. En cualquier caso, ya estaba acostumbrada a su temperamento ocasional.

“No es que quiera que la busques, pero no creo que planeas quedarte aquí por mucho tiempo, ¿verdad?”. Yvonne miró el rostro hermoso del hombre y respondió con seriedad.

Durante los últimos dos o tres días, Henry había pasado la mayor parte de su tiempo en la sala de Jacqueline. El número de visitas que hizo a la sala de Yvonne se podía contar con una mano.

Él desaparecía instantáneamente cada vez que pasaba algo en la sala de Jacqueline, sin importar lo trivial que fuera.