Amor después del matrimonio romance Capítulo 573

Henry bajó levemente los ojos. "No es nada".

Quería preguntarle si le gustaría ser la madre de Theo.

Pero cuando estaba a punto de hablar, no pudo decirlo en voz alta.

En primer lugar, ni siquiera conocía sus sentimientos hacia él. En segundo lugar, aunque le agradara Theo, ¿podría aceptar ser madre tan pronto?

Era una locura.

Por lo tanto, decidió no preguntar hasta que se resolvieran todos sus problemas y las cosas entre ellos fueran más sólidas. Entonces, estaría listo para hablar con ella sobre eso.

"Está bien. Parece que no quieres decirlo". Yvonne se encogió de hombros, fingiendo estar decepcionada.

Henry frunció los labios. "Lo siento".

Yvonne hizo un gesto con la mano y dijo con indiferencia: "Está bien. Deberías ir a la sala de estar y mirar la televisión un rato. Voy a preparar la comida para que la pruebes".

Henry dijo con algo de emoción en sus ojos: "Está bien".

Después de hablar, salió de la cocina y se dirigió a la sala de estar.

Era la primera vez que estaba en su nuevo apartamento, así que echó un vistazo a su alrededor. La decoración y distribución eran muy sencillas. Había muy pocos electrodomésticos. La sala solo tenía dos sofás, un comedor, un televisor y nada más. En resumen, era muy pequeño, lo que lo confundía un poco.

Sin embargo, no le tomó importancia. Quizás le gustaba un entorno minimalista.

Mientras caminaba hacia el sofá, se quitó el abrigo y lo puso en el reposabrazos, luego se sentó.

Pero cuando se sentó, sintió que su espalda golpeó algo. Algo duro. Una vez que lo tocó, se dio cuenta de que era un cubo de Rubik.

Henry frunció el ceño ligeramente y miró pensativo el pequeño cubo de Rubik que tenía en la mano.

Esta era la segunda vez que veía un cubo de Rubik en su casa. La última vez fue en el hotel.

Dijo que el cubo de Rubik pertenecía a un niño. ¿Este también sería del mismo niño?

Mientras Henry meditaba al respecto, Yvonne salió de la cocina con un plato de frutas frescas. "Come algunas frutas".

Dejó las frutas en la mesa de café frente a Henry.

Henry le dio las gracias y luego levantó el cubo de Rubik. "¿Tienes un niño en casa?".

El corazón de Yvonne se estremeció por un momento, pero fingió estar tranquila y respondió: "No".

"¿Por qué tienes un cubo de Rubik? ¿Eres aficionada?", Henry preguntó y giró el cubo de Rubik dos veces.

Yvonne sonrió levemente. “¿Olvidaste que te conté sobre un niño al lado de mi suite de hotel? Pensé que era lindo, así que le compré algunos juguetes. El niño no se los llevó todos. Dejó este cubo de Rubik, así que me lo traje".

"Ya veo". Henry asintió y dejó de sospechar.

Yvonne exhaló un suspiro de alivio: "Está bien, estaré ocupada en la cocina. Diviértete".

Henry asintió. "Está bien".

Yvonne se fue.

Henry dejó el Cubo de Rubik y lo colocó sobre la mesa de café, mirándolo con sus ojos profundos.

De repente recordó cuando Joe preguntó por Theo en el jardín de infancia; aunque no revelaron su nombre e identidad, mencionaron algo acerca de él. Theo era un niño al que le gustaba mucho jugar al Cubo de Rubik y era extremadamente inteligente. Podía resolver bien los doce niveles mientras que los adultos no podían.

Efectivamente, ¡era su hijo!

Al pensar en esto, Henry no pudo evitar sentirse orgulloso.

Sacó su teléfono móvil e hizo una llamada.

"Señor, ¿dónde está?", Sue preguntó al contestar.

Henry miró hacia la cocina y respondió: "Estoy donde Shannon".

Sue se sorprendió. "¿Qué? ¿Está en casa de la señora--cof, de la Señorita Smith?”.

Después de que envió a Jacqueline de regreso a su habitación, Joe le avisó a Sue que Henry se había ido.

Inesperadamente, fue a casa de Yvonne.

¿Ellos se habrían reconciliado?

"Sí, estoy en casa de Shannon. ¿Por qué te sorprende?”. Henry entrecerró los ojos.

Sue sonrió apresuradamente. "No es nada, es solo que está demasiado lejos, señor".

"¿Lejos?". Esto llamó la atención de Henry. "Sue, ¿sabes dónde vive Shannon?".

Sue respondió: “Sí, lo sé. Me lo dijo cuando vino la última vez".

Yvonne sintió una amargura en su corazón. Theo ni siquiera había aceptado volver, pero ya le estaba haciendo una habitación. ¿Estaba tan seguro de que Theo volvería con la familia Lancaster?

Aunque pensó eso en su interior, le dijo el color que le gustaba a Theo.

Después de todo, él volvería con la familia Lancaster tarde o temprano. ¿Cómo podría heredar todo si no regresaba?

"Azul...", Henry dijo esta palabra en voz baja, luego asintió y envió un mensaje de texto para agradecerle.

Yvonne miró el mensaje de agradecimiento, frunció los labios, volvió a guardarse el teléfono en el bolsillo y siguió cocinando.

Media hora más tarde la comida estaba lista.

Henry ayudó a llevar la comida a la mesa y tiró con cuidado de la silla para Yvonne.

Después de sentarse, Yvonne vio su leve sonrisa, levantó las cejas y preguntó: "Parece que estás de buen humor".

"Sí", Henry lo admitió.

Yvonne se inclinó hacia él. "¿Puedes decirme?".

"Sí". Henry asintió. "Me acabo de comunicar con la madre de Theo".

Cuando dijo esto, intencionalmente la miró para ver qué expresiones tendría; si se sentiría infeliz o incómoda.

Pero Yvonne se concentró en la sopa. No pudo ver nada y se sintió un poco decepcionado.

"¿Y luego?". Yvonne dejó el plato.

La comisura de la boca de Henry se crispó: "Me habló del color favorito de Theo, para conocerlo mejor".

Yvonne se sorprendió. "¿Entonces por eso estás feliz?".

Ella estaba realmente sorprendida.

Estaba muy feliz porque sabía un poco más sobre Theo.

Henry dijo: "Sí, estoy muy feliz".

Si pudiera ver a Theo ahora, sería aún más feliz.

Yvonne se sorprendió al ver la dulzura en los ojos de Henry. Su expresión se volvió más complicada... Después de mucho tiempo, dijo: "¿Te agrada mucho Theo?".