Amor después del matrimonio romance Capítulo 658

Henry le tomó la mano y la apretó con fuerza. "No le pregunté, pero no puedo con tanto. Amo mucho a Theo, pero te amo más a ti".

Sus palabras tocaron el corazón de Yvonne.

A ninguna mujer le agradaría que la persona que amaba admitiera que ella estaba por encima de sus hijos.

Lo mismo en el caso de ella.

"Pero Theo...".

Henry la consoló: "No te preocupes. Aún sin nosotros, él crecerá en paz. La familia Lancaster lo respalda".

Quizás Yvonne no estaba convencida, pero no dijo más nada.

En ese momento, se escucharon pasos estremeciendo la parte externa de la sala.

Estaban corriendo y parecía algo urgente.

Inmediatamente, la puerta de la sala se abrió y varias personas vestidas como astronautas entraron corriendo.

El líder instruyó duramente, "Ustedes dos. Llévenlo a la sala de esterilización. ¡Dense prisa!".

Aunque la voz estaba un poco apagada, Yvonne sabía quién era. Era la voz de Shane.

Yvonne dijo rápidamente: “Shane, rápido. Debes salvarlo. ¡No puedes dejar que se infecte con el virus!".

Shane asintió. "Lo sé. No te preocupes".

Dos médicos sacaron a Henry.

Solo Yvonne y Shane quedaron en la sala.

Shane estaba de pie junto a su cama. "Para ser honesto, me sorprendió mucho. Henry me suplicó que lo dejara entrar a verte. Quise negarme, pero nunca lo había visto tan humilde, así que acepté. ¡No esperaba que se quitara la mascarilla!".

Él no lo sabía. Se enteró cuando alguien en la sala de vigilancia le informó.

Al enterarse que Henry se quitó la mascarilla, inmediatamente se puso su equipo de protección y corrió con dos médicos.

Yvonne sonrió con amargura. “Yo tampoco esperaba que lo hiciera".

Shane dijo: "Él te ama y está dispuesto a morir por ti".

Yvonne cerró los ojos.

Shane sonrió de repente con fuerza. "¡Realmente perdí esta vez!".

Yvonne abrió los ojos y lo miró. "Shane...".

Shane dijo mientras bajaba la cabeza y sonreía amargamente: "Siempre he pensado que mis sentimientos por ti no son menos que los de él, ahora entiendo que no puedo compararme. Está dispuesto a infectarse y morir contigo, pero yo no puedo hacerlo. Nunca pensé en hacerlo, así que he perdido".

Realmente sentía que Henry la amaba mucho y profundamente.

Él estaba dispuesto a renunciar a todo por ella, pero nunca pensó en dar su vida.

Había una gran diferencia entre él y Henry, por lo que no podía compararse.

Yvonne escuchó las palabras de Shane y sacudió la cabeza ligeramente. "No perdiste. No todos los sentimientos son iguales. No puedes decir que has perdido, solo porque no hiciste tanto como Henry. Hiciste mucho por mí. Si no me hubieras salvado varias veces, estaría muerta hace mucho tiempo".

"Pero...".

Yvonne sonrió débilmente. "Sin peros. No estamos destinados a estar juntos. Quizás cuando encuentres a la persona adecuada, serás como Henry y te sacrificarás por ella. No te rindas, Shane. Sé que encontrarás a esa persona muy pronto".

Shane se sintió aliviado y se rio. "Bueno, ahora que lo dices, no debo defraudarte. Tú tampoco puedes rendirte. Debes presenciar cuando encuentre a la persona con la que estoy destinado a estar. Definitivamente tendré la vacuna lista pronto".

Yvonne respondió suavemente: "Sí".

Aunque ella se lo prometió, sabía en su corazón que tal vez no podría vivir hasta entonces.

No era fácil desarrollar una vacuna.

Aunque la investigación tuviera éxito, definitivamente sería después de su muerte.

Shane se fue. Yvonne se quedó sola, con la sala en silencio.

Yvonne miró el techo blanco. Después de un tiempo, la fatiga la derrotó y se quedó dormida.

Despertó al día siguiente.

"Señorita Smith…".

La enfermera quería decir algo más. Yvonne respiró hondo para calmarse un rato. "¿Vas a desinfectar su sala en este momento?".

La enfermera asintió. "Sí".

Yvonne estaba feliz. "Entonces puedes transmitirle mis palabras".

La enfermera asintió. "Claro, Señorita Smith".

Yvonne tragó saliva, apenas contuvo la falta de aire y luego dijo: "Ayúdame a decirle que no necesito que muera conmigo. Tiene que vivir bien y criar a nuestro hijo".

"Está bien", respondió la enfermera y se fue con la solución de esterilización.

La sala de Henry estaba al lado.

Cuando la enfermera llegó a la sala, primero esterilizó la habitación y luego le transmitió el mensaje de Yvonne a Henry.

Después de escucharla, los ojos de Henry estaban sombríos sin decir nada.

Después de un rato, presionó el botón de emergencia al lado de la cama y llamó a Shane. "Quiero cambiar de sala".

Shane pensó que había oído mal. "¿Qué?".

Henry lo repitió.

Shane lo escuchó claramente ahora y dijo enojado, "¿Cambiar de sala? Esta sala está infectada. ¿A dónde más quieres ir? ¿Quieres infectar todas las salas de mi hospital?".

A Henry no le importaba la ira de Shane. Lo miró y dijo con frialdad: "Voy a la sala de Yvonne".

Shane se negó sin sorpresa. "De ninguna manera".

Henry entrecerró los ojos. "Ambos estamos infectados con el virus. ¿Qué hay de malo en permanecer juntos?".

Shane dijo con tristeza: "Es completamente diferente, ¿de acuerdo? Estás en la etapa inicial y aún no has tenido ningún síntoma. Ella está en la etapa intermedia. ¡Si vas a su sala, el virus se activará más rápido!".

Como médico, a Shane le molestaba este tipo de paciente desobediente.