Amor después del matrimonio romance Capítulo 671

Después de eso, Yvonne se puso el hermoso vestido de novia con la ayuda de Sue y la Señora Smith.

El vestido tenía una larga cola. El velo también era largo, incluso más que la cola, cubría completamente la cola del vestido.

Después de cambiarse, Yvonne se paró en la plataforma.

Sue y la Señora Smith estaban sorprendidas.

La Señora Smith no pudo evitar sacar su teléfono móvil y tomar fotografías de Yvonne desde todos los ángulos.

Yvonne estaba sorprendida al ver la emoción de su madre, pero no la detuvo.

En ese momento, alguien llamó a la puerta.

Sue abrió y entró un hombrecito.

Theo vestía un traje pequeño que hacía juego con su rostro inexpresivo, lo que lo hacía parecer un jefe.

Theo le preguntó a Yvonne con la cabeza en alto: "Mami, Papi me pidió que viniera y preguntara si estás lista. Es casi la hora".

Al mismo tiempo, él miró a Yvonne sorprendido.

Se sorprendió al ver a Yvonne tan hermosa.

Su vestido de novia era tan pesado, que Yvonne no podía ponerse en cuclillas, por lo que no pudo abrazar a Theo. Así que ella extendió la mano y tocó el rostro. "Cariño, dile a Papi que Mami está lista".

"Está bien, Theo se irá ahora". Después de hablar, el pequeño se fue rápidamente.

La Señora Smith se acercó con un ramo de flores. "Theo es el niño de las flores".

"¿Eh?". Yvonne se sorprendió. "Deben ser dos niños para las flores. ¿Quién es el otro?".

La Señora Smith sonrió. "La sobrina de tu futura cuñada".

Los ojos de Yvonne se iluminaron. "Entonces mi hermano y…".

"Shh. Hoy es tu gran día. No hablemos de eso. Toma el ramo. Es hora de que salgamos". La Señora Smith puso el ramo en las manos de Yvonne.

Yvonne apretó su mano, Sue abrió la puerta y la Señora Smith sostuvo a Yvonne.

Cuando salieron, la residencia familiar estaba diferente. El arreglo floral era colorido y muy agradable. Había una alfombra roja debajo de sus pies, que cubría casi todo el pasillo.

Justo cuando estaba a punto de preguntar, Sue respondió: "La boda es en el salón principal. Es un lugar grande, así que lo elegí. Esta alfombra también cubre todo el salón".

Yvonne se quedó sin palabras.

Esta alfombra tenía al menos más de 100 metros de largo.

Sue preguntó de repente: "¿Está nerviosa, Señora?".

Yvonne sacudió la cabeza y asintió. "Un poco, pero sé que es inútil estar nerviosa. No puedo escapar ahora, ¿verdad?".

Sue dijo: "Eso es cierto. No se preocupe, señora. La Señora Smith y yo la acompañaremos todo el camino".

La Señora Smith asintió. “Sue tiene razón. No te pongas nerviosa, Yvonne. Cuando llegues al final del pasillo, tu padre estará allí esperándote”.

"Está bien". Yvonne asintió, indicando que entendía.

Las tres caminaron lentamente.

Yvonne también estaba mirando las decoraciones y se dio cuenta de que, aparte de las decoraciones, no había nadie más. Esas personas obviamente estaban en el salón principal en ese momento.

Pronto, llegaron al salón principal.

Yvonne vio al Señor Smith, Theo y una niña de su misma edad de pie junto a la puerta, obviamente esperándola.

Ellos vieron a Yvonne y saludaron.

Yvonne continuó caminando, y la Señora Smith les dijo a los dos niños que sostuvieran el velo de Yvonne.

Yvonne se paró junto al Señor Smith y lo tomó del brazo.

Después de todo, el padre lleva a la novia hasta el novio.

Hace nueve años, cuando se casó, ella caminó hacia Henry sola. En ese momento, ella todavía estaba muy débil y delgada. Ella caminó sola temblando y la gente se reía de ella.

Pero ahora era diferente. Ya no estaba débil ahora y no estaría avergonzada. Lo más importante era que ahora tenía una familia y unos padres amorosos con ella.

Ella ya no era Yvonne, el patito feo de hace nueve años.

Pensando en ello, de repente sonó una campana.

Luego, sonó la marcha nupcial y se abrió la puerta del salón principal.

La boca de Yvonne se crispó bajo su velo. "¿Qué? ¿No era hermosa antes de esto?".

Henry dijo con sinceridad: "Siempre has sido bella, pero te ves más hermosa hoy".

Yvonne se rio y dijo: "No es tu estilo ser tan dulce. ¿Elliot te enseñó?".

"No". Henry sacudió la cabeza. "Lo dije por mi cuenta".

Yvonne se volteó para mirarlo. "No sabía que todavía eras capaz de hacer esto, pero estoy muy feliz".

Henry se rio en voz baja.

Cuando llegaron hasta donde el sacerdote, se detuvieron.

El sacerdote abrió la Biblia en su mano y preguntó si estaban dispuestos a casarse.

Obviamente, no dudaron en responder: "Sí, quiero".

Cuando el sacerdote estaba a punto de anunciar que podían besarse, Henry se detuvo de repente. Yvonne se sorprendió y pensó que él no quería casarse. De repente, él sacó una carta de amor.

Sí, una carta de amor. Una carta de amor que le escribió a Yvonne.

Tanto Yvonne como las otras personas quedaron sorprendidas.

Todos estaban sorprendidos porque Henry escribió una carta de amor, a pesar de que no era bueno con las palabras y le resultaba difícil dar un discurso largo.

Henry leyó su carta de amor y reflexionó. No tenía frases cliché, solo contenía algunas promesas que conmovieron a la gente y garantías.

Yvonne estaba conmovida y lloró en ese momento.

Luego Henry le preguntó: "¿Pasarás el resto de tu vida conmigo?".

Aunque el sacerdote preguntó, él quiso volver a preguntar.

Yvonne respondió sin dudarlo: "¡Sí!".

Henry sonrió, le levantó la barbilla, bajó la cabeza y la besó. Hubo un estallido de cálidos aplausos de los invitados.

Henry soltó a Yvonne y la miró con cariño. "Te amo, Señora Lancaster".

Yvonne sonrió alegremente. "¡Yo también te amo, Señor Lancaster!".