Amor después del matrimonio romance Capítulo 708

Resumo de Capítulo 708 Déjala que se vaya: Amor después del matrimonio

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"Ellos son mis remplazos". Joe los presentó mientras se subía las gafas.

Elliot recordó que Henry ascendió a Joe.

Así que todos eran asistentes de Henry. Cuando esas personas pudieran hacerse cargo por completo del trabajo de Joe, Henry elegiría al mejor entre ellos para convertirse en su asistente personal que lo acompañaría. Los demás serían asignados a otros puestos importantes.

"Ya veo". Elliot asintió para indicar que lo entendía. "¿Entonces los estás entrenando ahora?".

"Sí". Joe asintió.

Elliot se puso de pie. "Está bien, puedes continuar más tarde. Henry te está buscando, así que deberías ir".

"Está bien", respondió Joe.

Elliot salió.

Después de que se fue, Joe les dijo a las personas. "Chicos, espérenme aquí. Regresaré pronto".

"Sí". Los asistentes asintieron.

Aunque Mandy también asintió, su mente no estaba ahí, sino en la oficina del presidente con Joe.

En la oficina del presidente, Joe empujó la puerta. "Presidente Lancaster, escuché que me estaba buscando".

Henry dijo: "¿Cómo va el reclutamiento de asistentes?".

"Encontré cinco candidatos, cuatro hombres y una mujer. Sus experiencias y hojas de vida son muy buenas", Joe se acercó a Henry y respondió de manera respetuosa.

Henry se frotó las sienes. "Bien, entrénalos lo antes posible".

"Lo haré". Joe asintió.

Henry abrió el cajón y sacó dos contratos. Se los pasó a Joe. "El de arriba es la carta de transferencia de acciones. Puedes verificar si hay algún error. Si no, simplemente fírmala".

"¡Sí!". Joe se sentó. Luego abrió el contrato en la parte superior para revisarlo.

Henry señaló el contrato debajo y dijo: "Esta es la información sobre todas las subsidiarias del Grupo Lancaster. Eres mi asistente ejecutivo, así que te dejaré elegir. Puedes ir a cualquier subsidiaria que desees".

Cuando Joe escuchó esto, se conmovió. "Pero presidente, la mayoría de estas subsidiarias ya tienen presidentes".

"No importa, está bien", respondió Henry de manera casual.

Joe estaba tan conmovido que casi lloró. "Gracias Presidente Lancaster".

Henry sonrió. "Bueno, llévate esto y échale un vistazo. Puedes dármelo cuando hayas tomado tu decisión".

"Sí", Joe respondió.

Henry hizo un gesto con la mano.

Joe se levantó y se fue.

Él regresó a la oficina de al lado y puso los dos documentos sobre la mesa.

Mandy lo miró y preguntó casualmente: "Señor Woods, ¿por qué el presidente pidió verlo?".

Joe frunció el ceño y la miró, descontento. "Eres una asistente en entrenamiento. ¡No preguntes lo que no debes!".

"Lo siento, solo tengo curiosidad". Mandy sacó la lengua.

Joe retiró la mirada y dijo de manera brusca: "Recuerda lo que acabo de decir, no importa si eres un asistente interno u oficial. Si el presidente quiere hablar con alguno de ustedes, ninguno debe hablar al respecto. Aunque les pregunten, no digan nada, ¿entienden?".

"Entendemos". Además de Mandy, los otros cuatro asistentes asintieron.

Todos eran de universidades prestigiosas, por lo que sabían que tenía razón.

Todos eran asistentes, pero competían entre ellos. Serían estúpidos si se lo contaran todo a sus oponentes.

"Bien, ya que lo entienden, continuemos con la sesión informativa". Después de que Joe dijera eso, continuó con la clase.

Unos días después, estaban casi listos para comenzar a trabajar de manera oficial.

Por lo tanto, Joe los iba a llevar a conocer a Henry.

Mandy estaba más emocionada cuando se enteró de esta noticia.

Ella había estado en el Grupo Lancaster durante varios días, pero solo vio a Henry de espaldas el primer día.

Sin embargo, se encontró con Hayden varias veces.

"¡Presidente Lancaster!". Joe abrió la puerta del despacho. "Traje a algunos asistentes para que lo conozcan".

"Adelante". Henry estaba revisando algunos documentos y cuando escuchó lo que dijo Joe, respondió sin levantar la mirada.

"¡No, no, no tengo ningún problema!". Mandy rápidamente sacudió la cabeza y agitó la mano.

"Vi la oferta de trabajo en Internet y yo cumplía con los criterios, así que vine".

Henry se pellizcó el puente de la nariz. "Está bien, los otros cuatro pueden quedarse, y tú puedes irte".

Él señaló a Mandy, obviamente no planeaba contratarla.

El rostro de Mandy se puso pálido. "¿Por qué, presidente?".

"No hay razón", Henry frunció los delgados labios y respondió con frialdad.

Los otros cuatro asistentes estaban felices.

Después de todo, tenían un oponente menos con el que competir y sus posibilidades de ser un asistente ejecutivo eran mucho mayores.

Obviamente estaban felices.

"Joe, llévatela", dijo Henry sin dar ninguna explicación y le pidió que se fuera de inmediato.

Joe asintió y le iba a pedir que se fuera.

Él no comprendía qué hizo esta mujer para que el presidente Lancaster la despreciara y le pidiera que se fuera de inmediato.

"¡No, no me iré!". Mandy empujo a Joe y corrió al escritorio de Henry. Ella lo miró enojada. "Presidente, ¿por qué me pide que me vaya? Hice la entrevista de manera justa. Tengo la experiencia y las calificaciones académicas, y sé que soy tan buena como ellos, así que, ¿qué razón tiene para pedirme que me vaya?".

"¿La razón?". Henry lució molesto. "¿Has olvidado lo que le hiciste a mi esposa y mis flores?".

"Yo...". Mandy quedó sin palabras.

Joe se dio cuenta que esta mujer era la responsable de haber manchado la falda de la señora y arrancar la peonía del anciano.

Él no esperaba tener tanta mala suerte por haber reclutado a una problemática.

No es de extrañar que el presidente la despreciara.

"Suficiente. Sal". Henry la echó nuevamente.

Mandy no se fue.

Henry se enojó un poco y su expresión se volvió sombría. "¿Qué quieres?".

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