Amor, Dulce Amor romance Capítulo 185

Sigrid había pensado cada detalle con cuidado. Entonces, después de un rato, James la dejó en la casa de la familia Vincent.

Mientras arrastraba su maleta por el interior, notó algunas caras familiares en la sala de estar.

Rebecca había invitado algunas amigas suyas del colegio para que formaran parte de su cortejo de damas de honor, mientras que otras eran colegas, artistas que trabajaban en la industria del entretenimiento.

"Sigrid, ¡llegas justo a tiempo! Estábamos hablando de los vestidos de las damas de honor. Acabo de dejar el tuyo en la habitación. Ve y pruébatelo, a ver si te queda bien".

Sigrid no dijo nada, pero asintió y subió las escaleras.

Mientras tanto, aún podía captar los fragmentos de la conversación que tenía lugar abajo.

"¿Esa es tu hermana? Es más bonita que en las fotos".

"No es de extrañar que sientas tanta presión. Parece una chica fácil, especialmente con esos ojos tan seductores".

Las comisuras de la boca de Sigrid se torcieron y pensó para sí misma: 'Disculpa por parecer una chica fácil, ¡pero fue a mí a quien le arrebataron el novio!'

¡Olvídalo! Sin duda había salido ganando con el cambio, al perder a un tipo desagradable como Edward y casarse con un hombre confiable como George. Entonces decidió que no valía la pena discutir sobre el asunto y además, no quería andar en boca de todos durante los próximos días.

Cuando Sigrid llegó a su habitación, vio que ya había otra maleta en ella.

Ignoraba quién sería la otra dama de honor con la que se quedaría. Aunque rara vez había vuelto a esta habitación después de casarse, todavía estaba molesta porque Rebecca había arreglado que una extraña se quedara en su habitación sin su permiso.

Sigrid puso la maleta a un lado del armario, recogió el vestido que estaba sobre la cama y lo observó con atención.

Era de color rosa. Vio que al lado había otro exactamente igual, pero de color azul. Seguramente Rebecca preparó vestidos del mismo diseño aunque con diferentes colores, para que las chicas no se vieran todas iguales.

Mientras se probaba el vestido rosa, sintió que le quedaba bastante suelto. Cuando se lo quitó, vio que era talla L...

A continuación examinó el vestido azul y vio que también era talla L.

Parecía que Rebecca estaba muy preocupada de que sus damas de honor le robaran protagonismo, por lo que deliberadamente compró tallas más grandes para que no pudieran mostrar sus figuras.

Después de pensarlo un momento, Sigrid se vistió de nuevo con la ropa que traía al llegar y bajó las escaleras para buscar un sirviente que le proporcionara aguja e hilo.

"Sigrid, ¿por qué no llevas el vestido? ¿No te quedó bien?", preguntó Rebeca preocupada.

"No, accidentalmente lo rompí y estoy buscando aguja e hilo para coserlo".

"Ah, ¡está bien!", suspiró Rebecca aliviada.

Después de conseguir aguja e hilo, Sigrid volvió arriba y comenzó a deshacer cuidadosamente las costuras del vestido. Luego volvió a coserlo para que le quedara más ajustado y luciera mejor. Después de eso, se lo volvió a probar y observó que el corpiño todavía estaba algo flojo. Sin embargo, dado que hoy llevaba una camisola, el vestido le quedaría perfecto una vez que se pusiera un sostén con realce.

¡Estaba determinada a robarle el protagonismo a Rebecca el día de su boda! ¡Di*blos, claro que sí!

En cuanto Sigrid volvió a bajar, Rebecca le presentó a las otras damas de honor.

Tres de ellas eran antiguas compañeras de secundaria de Rebecca, por lo que, naturalmente, no las conocía. En cambio, sí conocía al resto de las damas de honor, dado que trabajaban para la industria del entretenimiento.

Había un total de doce jóvenes. Las actrices no eran tan hermosas como las imágenes que aparecían en internet, pero aun así llamarían la atención entre la multitud.