Das histórias de Internet que li, talvez a mais impressionante seja Amor, Dulce Amor. A história é boa demais, me deixando com muitas expectativas. Atualmente, o mangá foi traduzido para Capítulo 52. Vamos agora ler a história Amor, Dulce Amor do autor Internet aqui.
Sigrid sonrió. "¡De ninguna manera!", dijo con un movimiento de su mano. "Estuvo con mi hermana durante casi tres años. Si le gustara, habría salido conmigo en primer lugar".
Rachel frunció el ceño y dijo: "Pero de acuerdo con lo que dijiste, él no se presentó en la recepción y te pidió directamente que lo ayudaras a buscar a Rebecca. ¿No te parece extraño? Nadie le aviso a Rebecca que él había llegado a verla. Y no le pidió a su familia que le guiara hacia la novia, sino que te pidió a ti específicamente que lo hicieras. Coincidentemente, el coche de la boda llegó una hora antes, si no hubiera llegado temprano, no hubieras presenciado esa escena por casualidad. Además, la hora extra simplemente te dio el tiempo que necesitabas para cambiarte de peinado y terminar de vestirte..."
No importaba lo que Rachel pensara, Sigrid no sentía que hubiera coincidencia alguna.
Sin embargo, a Sigrid le pareció interesante el análisis de Rachel. ¿De verdad había George planeado algo al respecto? Pero ¿cómo podía un hombre soportar que su prometida le pusiera los cuernos? Incluso si no era la persona que le gustaba, ¡era una cuestión de orgullo!
"¿Acaso crees que la vida es como una telenovela? ¡Si le gustara, ya me habría devastado por completo!", dijo seria y frunció el ceño. Desde su punto de vista, ¡era imposible que George sintiera algo por ella!
Siendo él un hombre adulto, ¡cómo era posible que abrazara todas las noches a la mujer que le gustaba y no hiciera nada más que eso!
"¿Ah? ¿Aún no habeis tenido s*xo?", dijo Rachel algo sorprendida.
Sigrid se sonrojó. Al ver que las personas a su alrededor volteaban a ver, rápidamente dijo: "¡Baja la voz! Te lo acabo de decir. ¿Él podría ser gay, no? Si hubieramos tenido relaciones s*xuales antes, ¿no crees que yo hubiera sospechado algo sobre sus sentimientos?"
La expresión de Rachel siguió completamente seria. "¿Por qué no hacemos una apuesta?"
"¿Una apuesta?", preguntó Sigrid con curiosidad.
"Regresa a casa y pregúntale directamente si le gustas o no. Si dice que no, entonces tú ganas. El próximo semestre te ayudaré a limpiar tu dormitorio y tiraré toda la basura que tengas".
"¡Está bien!" Sigrid no lo dudo ni un segundo.
"Si tú pierdes..."
"¡Entonces yo te ayudaré a ti a limpiar tu dormitorio!", dijo Sigrid con decisión.
"¡Humph! ¡A quién le interesa algo así! ¡Si pierdes, tendrás que montar un desfile de modas para él vestida con un cosplay de gatita y otro de conejita!", dijo su amiga muy convencida.
"¿¿¿...???", Sigrid estaba atónita.
Rachel enarcó las cejas con malicia y le preguntó: "No tienes ningún problema con eso, ¿verdad?"
Sigrid se sonrojó. "¡Sí, tengo un problema con eso! ¿Por qué tengo que usar esos trajes si pierdo? ¡Qué vergüenza!", dijo aturdida.
Rachel fingió estar confundida. "¿No estabas convencida de que no le gustabas? Ya que si ese es el caso... No tienes nada que temer, ¡ve a preguntarle! ¿O es que sientes dudas?"
Aunque Sigrid sabía que era una provocación por parte de su amiga, no tenía muchas ganas de hacer aquello. "Lo más seguro es que le gusten los hombres. ¡Yo no te mentiría!", intentó esquivar lo de la apuesta.
"¡Oh, entonces consideraré que estás de acuerdo con la apuesta! ¡Como ya aceptaste, no dejaré que intentes echarte para atrás ahora!", dijo Rachel con una sonrisa.
'¡Lógica de bandidos!', pensó Sigrid para sí misma. "Regresaré a casa y le preguntaré; luego te llamaré para decirte que pasó", aceptó el trato.
"¡No! ¡Qué pasa si haces trampa!", dijo Rachel apresuradamente, luego agregó: "Pon tu celular en altavoz cuando lo hagas. Quiero escuchar vuestra conversación".
"Oh...". Antes de volver, Sigrid sintió que su corazón se aceleraba más.
¿Por qué estaba tan nerviosa de repente? ¿No era sólo cuestión de volver a casa y preguntarle a George si le gustaba ella? ¡Estaba segura que su respuesta sería un no!
Sigrid se tocó el pecho, su corazón seguía como un loco, parecía como si quisiera salirse de su cuerpo.
Las dos terminaron de cenar y se despidieron antes de irse a sus respectivos hogares. Ella se sentó en el asiento trasero del coche, sintiéndose un poco nerviosa en el camino.
Tan pronto como llegó a casa, la criada llegó donde estaba y le dijo: "Señora, el señor Toland la está esperando en el dormitorio".
Su cara se puso roja. "Está bien, gracias", le agradeció a su criada y entró.
Cuando llegó al dormitorio principal, vio a George en la cama sin nada puesto, sosteniendo el libro que estaba leyendo. Desde el ángulo en que ella estaba parada, podía ver sus fuertes brazos, y vagamente visibles, sus músculos pectorales y abdominales. Toda la parte inferior de George se encontraba cubierta por la manta. Al no poder disfrutar más de aquella vista, Sigrid se sintió decepcionada.
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