Linda también se quedó sorprendida. «¿Por qué Elisa está en el escenario? Debió haber sido obra de Guillermo. ¿Qué planean?». La mujer sentía curiosidad. «Guillermo jamás ayudaría a Gabriel a recuperar a Elisa… Tanto él como mi prima se unieron y lo alejaron. Entonces…». Linda esperó con ansias el discurso de su amiga, dado que esperaba que continuara siendo arrogante y dejara de ver a Gabriel en el futuro.
Guillermo se volvió hacia Elisa y sonrió de forma burlona.
—¿Necesitas que te acompañe al escenario?
—No.
Ella estaba tranquila, tanto su mente como sus emociones eran tan firmes como una roca. Guillermo y Gabriel eran las figuras destacadas. Dado que Elisa estaba junto a Guillermo, los invitados podían verla con solo un vistazo y la miraron fijo mientras subía al escenario.
—¿Quién está jugando conmigo? —exclamó el señor Moreno, que estaba sentado en el centro de la sala con el ceño fruncido. Estaba furioso cuando dijo—: Haré que alguien lo revise.
«La familia Moreno jamás haría nada para ofender a los Weller ni a los Domínguez. Además, tenemos tratos comerciales con ambos, así que jamás favoreceremos a una sola familia. Guillermo debió haber sobornado a alguien de la familia Moreno para que Elisa suba al escenario». El hombre se enfureció aún más.
—Sin duda, Guillermo es bueno haciendo trucos. —No tuvo más remedio que guardar silencio y miró a Ricardo con desdén—. Has estado muy cerca de él. ¿Acaso tú ordenaste que colocaran el nombre de Elisa en la pizarra?
—Padre, también soy bastante cercano al señor Weller. ¿Cómo puedes acusarme?
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Amor obstinado