Amor profundo escondido de él romance Capítulo 20

La temporada de monzones había empezado una semana atrás, por lo que había estado lloviendo sin parar. Usualmente, esa época del año entristecía a los lugareños, ya que todo estaba húmedo y el moho empezaba a extenderse por todos lados.

A esa hora de la mañana, el aroma de café recién hecho inundaba la oficina del presidente del Grupo Godfrey.

Theodore, quien acababa de salir de una junta, firmó un documento, antes de entregárselo a su asistente. "Que el departamento de finanzas revise la negociación un par de veces y, en caso de no encontrar ningún problema, que el bufete de abogados hable con los clientes".

"De inmediato, señor".

"Con respecto a los proyectos del señor Harper, tenemos que presionar para que reduzcan el precio. Y si no se mueven de allí, insinúa que el Grupo Greatsky son sus competidores y que ellos están ofreciendo un precio mucho más conveniente para nosotros".

"Sí, señor. Si todo sale como esperamos, no cabe duda de que obtendremos ese proyecto. El departamento de ventas está revisando el contrato en este momento".

"Umjú", carraspeó Theodore asintiendo, a la vez que cogía su café para darle un sorbo.

"¡Ah, se me olvidaba! Llegó una invitación para la fiesta de la señorita Selena Treviño".

Moses tomó la tarjeta que estaba escondida entre una pila de documentos y la colocó sobre el escritorio. "Este sábado es el cumpleaños de la señorita y su familia celebrará la ocasión con una fiesta en el hotel Seacloud".

"¿Selena...?", replicó el hombre, pensativo.

"¡Sí, señor! Usted debe recordarla, pues nuestra empresa invirtió en una producción cinematográfica en la que ella fue la protagonista. De hecho, se la presentaron en la cena de inversores".

¡Claro que él la conocía! No solo fue la actriz principal de esa película, sino que también era la hermana menor de Everleigh.

"¡No se preocupe! Como sé que ese tipo de eventos no le interesan, ya me ocupé de comprar un regalo para enviarlo junto con una nota de disculpa, diciendo que está muy ocupado...".

Theodore entrecerró los ojos observando la tarjeta de invitación. Después de un momento, lo interrumpió. "¡No! Confirma mi asistencia, por favor. Estaré libre el sábado".

Moses lo miró sorprendido y después de un momento, respondió: "Sí, señor, así lo haré".

Sin prestarle más atención a la invitación que estaba sobre su escritorio, él tomó el informe sobre los gemelos que su asistente acababa de entregarle hacia poco.

Theodore leyó rápidamente la información de la primera página y buscó con avidez la fecha de nacimiento de los niños.

Había sido exactamente siete años atrás, cuando ella rompió su compromiso con él y huyó de la ciudad.

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