—Tienes que estar bromeando —exclamó Everleigh que no podía creer lo que escuchaba. De hecho, nadie creía lo ocurrido.
—Hablo en serio, estoy muy seguro. —Zack volvió a bajar la voz—. El Grupo Godfrey hizo una declaración oficial esta mañana en su sitio web de nuevos productos. Es tendencia ahora mismo.
—¿Cómo pasó eso? —preguntó ella mientras sacaba su celular. Ni bien abrió Facebook, una enorme cantidad de publicaciones se hacían eco de la noticia de que Selena había perdido su patrocinio.
El Grupo Godfrey era un inversionista del drama médico que estaban filmando. Era normal que una empresa invirtiera en un drama antes de que comenzara la filmación. Sin embargo, esta era diferente de cualquier otra película en la que el Grupo Godfrey haya invertido, pues ellos eran los únicos inversionistas del proyecto.
Eso significaba que ellos asumirían cualquier beneficio o pérdida de este drama. Naturalmente, cualquier cosa que tuviera que ver con el proyecto estaba estrechamente ligada a las ganancias del Grupo Godfrey. Por lo tanto, no fue una sorpresa que Selena fuera la cara que promocionara ese proyecto.
Desde una perspectiva comercial, el Grupo Godfrey financiaría todo lo necesario, siempre y cuando el drama tuviera potencial de generar dinero. Eso incluía la publicidad, en donde la protagonista, Selena, figuraba en medio de las portadas. Gastaron mucho dinero en ella, pero la inversión daría sus frutos.
Fue por eso que la decisión de apartarla como embajadora del proyecto sorprendió a todos. La declaración oficial emitida por el Grupo Godfrey tenía solo cuatro oraciones, seguida por el sello oficial de la empresa. El motivo alegado para la ruptura de su contrato fue simplemente «motivos personales».
El escueto comunicado de la empresa no explicaba nada, por lo que no era de extrañar que los fanáticos y la audiencia comenzaran a difundir rumores. «Con razón Selena estaba tan enojada», pensó Everleigh para sí misma al leer la noticia.
—Dra. Trevino, ¿ha desayunado? El equipo de logística ha preparado café. Le traeré una taza si lo desea —dijo Zack a su lado.
—No es necesario —lo detuvo—, ya desayuné.
—Oh, está bien. —De pronto, Zack miró a su alrededor y prosiguió—: Si necesita algo, Dra. Trevino, llámeme; estaré disponible en cualquier momento para usted.
Ante aquellas palabras, Everleigh se sorprendió y frunció el ceño.
—Dra. Trevino —continuó Zack—, si la he tratado mal antes, por favor, no lo tome como algo personal.
—¿Qué? —exclamó ella mientras lo miraba confundida.
—No, nada. Debo volver al trabajo, llámeme si necesita algo.
Ni bien terminó de hablar, Zack salió corriendo, dejándola sola y completamente desconcertada. Desde que llegó al trabajo ese día, todos los miembros del equipo la miraban de forma extraña.
Nueve de cada diez estaban tratando de hacer cosas por ella, lo cual era totalmente lo contrario al comportamiento frío que mostraban siempre. ¿Qué pudo haber pasado en tan poco tiempo? No tuvo oportunidad de pensar en ello porque el director le pidió su orientación profesional.
Antes de llegar, se las arregló para echar un vistazo al guión de la escena que filmarían ese día. Se suponía que era una escena de operación, sin embargo, era solo un drama y no había forma de que pudieran hacerlo tan realista. Por otra parte, sería demasiado sangriento para la audiencia.
—Director, la cámara se acercará a sus manos, así que tendré que enseñarles cómo sostener todo el equipo correctamente —dijo ella.
El director parecía estar sumido en sus pensamientos.
—¿Qué pasa si necesito una toma en la que la protagonista está cosiendo a un paciente? —preguntó el hombre.
—Suturar correctamente no es tan fácil como parece —explicó Everleigh con el ceño fruncido—. Se necesita mucha práctica para adquirir la habilidad. Por algo los médicos enfatizan en el tiempo que les tomó aprender a hacerlo.
—¿Qué le parece esto? Intente enseñarle a Selena y vea cuánto puede aprender. Solo necesitamos una escena, no durará mucho tiempo. Mientras se vea lo suficientemente profesional para convencer a la audiencia estará bien.
—Me parece bien, puedo hacerlo. Pero, ¿su protagonista querrá que le enseñe?
—Hablaré con Selena al respecto —contestó el director, que sabía lo que le preocupaba a Everleigh—. No se preocupe, Dra. Trevino. Vaya y prepárese. Enviaré a Selena más tarde.
—Muy bien —concluyó ella. Como el director le aseguró que no habría problema, Everleigh no dijo nada más.
El día anterior tuvo una discusión con Selena en público y terminó recibiendo una cachetada que todos vieron. Aún estaba esperando sus disculpas, así que no había forma de que dejara ir a Selena tan fácilmente.
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