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Amor profundo escondido de él romance Capítulo 54

—Director, la cámara del grupo A está en su lugar.

—El grupo B también está listo.

—Está bien, entonces preparémonos para la siguiente toma —dijo el director.

Una vez que las cámaras estuvieron en posición, el equipo estaba listo para filmar. Everleigh se alejó de la mesa de operaciones, pero solo podía caminar en una dirección. No había forma de que pudiera evitar encontrarse con Theodore. Todo lo que podía hacer era prepararse para el encuentro.

—Muy bien. Todos listos... Y acción —exclamó el director.

De pronto, se hizo el silencio. El único ruido de fondo en el set era el sonido de las cámaras en movimiento. El técnico de sonido elevó el volumen de los micrófonos mientras Selena, vestida con su uniforme médico, recitaba sus líneas.

Everleigh se movió hacia un lado para dejar paso a las cámaras y al técnico de sonido, pero sus pies quedaron atrapados entre unos cables y tropezó. Afortunadamente, alguien se acercó y la atrapó antes de que cayera.

Al principio, todo lo que vio fue otra mano que sostuvo la suya con fuerza. Pero en cuanto levantó la cabeza y miró hacia arriba para agradecer a la persona que la ayudó vio la cara de Theodore. Sus ojos oscuros la miraban en silencio.

Ella alcanzó a articular un «gracias» para él y luego procedió a sacar su mano de la del hombre. Inmediatamente después se alejó de él, antes de que alguien pudiera sentir que algo no andaba bien entre ambos.

El silencio era absoluto. Antes de comenzar a rodar se le pidió a todos los que no fueran necesarios para la toma que salieran, pues la escena requería el máximo silencio en el set. De modo que no había mucha gente en la sala de operaciones y aparte del sonido de los actores recitando sus líneas y el zumbido de las cámaras, todos los demás estaban en silencio.

—Corte —dijo el director al tiempo que levantaba la mano—. Selena, ¿qué te pasa? ¿Por qué cometiste el mismo error otra vez? No puedes sostener los instrumentos mal. Este es un drama médico, así que la forma en que los sostienes es importante.

—Director, lo hago lo mejor que puedo —afirmó Selena ofendida—. Estuve practicando toda la mañana, estos movimientos me dejaron un pequeño dolor en la mano.

—Muy bien, vamos a almorzar y aprovecha para relajar esa mano. Nadie se irá hasta que logremos esta toma.

Tan pronto como el director terminó esa oración, todo el equipo suspiró. Selena apretó los labios formando una línea recta, sintiéndose un poco avergonzada. Rápidamente dejó los instrumentos en la mesa, apartó a la maquilladora que le retocaba el rostro y le preguntó:

—¿Dónde está el Sr. Godfrey?

La maquilladora se quedó atónita por un momento, luego miró a su alrededor y dijo con cierta duda:

—Él estaba aquí hace un minuto. Quizás se ya fue.

Selena miró a su alrededor y se dio cuenta de que las únicas dos personas que faltaban en la sala de operaciones eran Theodore y Everleigh.

En ese momento, todos estaban repartiendo la comida que compró Theodore. Everleigh estaba saliendo de la sala cuando se encontró de frente con Zack, quien le entregó un pastel.

—Dra. Trevino, el Sr. Godfrey nos invita este pastel y el café hoy. Aquí tiene.

—Gracias —dijo ella con una sonrisa.

—De nada. Por cierto, el director nos dijo que almorzáramos. De seguro van a repartir las loncheras pronto. ¿Quiere que le lleve una a su oficina? —preguntó Zack.

—Claro, gracias —asintió Everleigh.

Ella se quedó parada en el mismo lugar durante un instante y miró el pequeño pastel que tenía en la mano. Tenía sentimientos encontrados. La caja transparente estaba atada con un hermoso lazo azul y dentro había un pastel rojo con una frutilla encima.

Desde que era chica que tenía una fascinación por las cosas dulces. Por supuesto, su hija, Adrienne, heredó ese gusto. El pastel se veía muy apetecible, así que se apresuró a comerlo en su oficina. Justo cuando se sentó y abrió la caja, escuchó que alguien llamaba a la puerta.

—Adelante. La puerta está abierta —indicó. Después apoyó el brazo en el respaldo de la silla y se volvió para ver quién era. En el momento en que se abrió la puerta, vio a Theodore y se congeló—. Oh, eres tú. ¿Qué haces aquí?

—¿Estas decepcionada? —dijo Theodore mientras cerraba la puerta—. ¿Quién pensaste que era?

Por un momento, Everleigh se quedó atónita y sin palabras. Theodore la miró con frialdad y preguntó:

—¿No tienes nada que decirme?

Capítulo 54 1

Capítulo 54 2

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