Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1025

La razón por la que Shangguan Yuan vino fue para sondear a Jiang Sese, y como no había nada que sondear, no había razón para quedarse.

Se levantó y dijo con una sonrisa: “Sese, tengo que volver al trabajo, así que me iré ahora”.

“De acuerdo, ten cuidado mientras conduces”.

Jiang Sese la acompañó hasta la puerta y luego volvió a la casa después de verla alejarse.

Mientras subía las escaleras, se preguntó si Shangguan Yuan estaba realmente allí para verla.

De repente, se congeló en su camino.

No, no estaba allí para verla, sino para cuestionarla.

¿Por qué más le haría esa pregunta?

‘Sese, si dijera que la persona que me gusta es el Presidente Jin, ¿te enfadarías?’.

Pensando en esto, Jiang Sese hizo una mueca.

Ella pensaba que Shangguan Yuan realmente quería ser su amiga, pero no esperaba que fuera con un motivo oculto.

Pensaba que Shangguan Yuan era una buena amiga que la trataba con sinceridad, pero al final, resultaba ser que codiciaba a su marido.

Se sentía muy agitada e incómoda.

Entonces respiró hondo y se dijo en secreto que intentaría no relacionarse con Shangguan Yuan en el futuro.

...

Jin Fengchen llegó al Grupo Fang con Fang Yuchen a primera hora de la mañana.

“Fengchen, ¿estás seguro de que quieres hablar con Fang Yiming directamente?”, preguntó Fang Yuchen con inseguridad.

Temía que Fang Yiming siguiera negándose a admitirlo.

Jin Fengchen gruñó débilmente: “Sí”.

Fang Yuchen no supo qué más decir, y solo pudo decir: “Buena suerte”.

Bajo la atenta mirada de Fang Yuchen, Jin Fengchen salió del despacho del Presidente.

En el despacho del Vicepresidente, Fang Yiming cogió el calendario que había sobre la mesa y dibujó una cruz en la fecha con un bolígrafo.

“Uno, dos, tres...”.

Contó las cruces rojas de la parte superior, y las comisuras de sus labios se curvaron lentamente en una sonrisa. “Hoy es el quinto día; veamos cómo Fang Yuchen va a darle la vuelta en los últimos tres días”.

Toc, toc...

Tocaron a la puerta.

Se giró para mirar: “¿Qué es?”.

La voz cautelosa de su asistente se escuchó desde el otro lado: “Vicepresidente, el Presidente Jin está aquí”.

¡Jin Fengchen!

La expresión de Fang Yiming cambió. No tuvo tiempo de preocuparse por la presencia de Jin Fengchen. Dejó rápidamente el calendario y se levantó para abrir la puerta él mismo.

En cuanto abrió la puerta, Jin Fengchen estaba de pie detrás de su asistente, con una expresión tan tranquila como el agua.

“Fengchen, ¿a qué debo el honor?”.

Fang Yiming intentó saludarle de manera informal para que pareciera que su relación era más estrecha.

Jin Fengchen contestó como si no lo hubiera oído: “Vicepresidente Fang, ¿tiene tiempo? Me gustaría hablar con usted”.

“Sí, por supuesto”, la cara de Fang Yiming estaba llena de sonrisas; cómo iba a atreverse a decir que no.

“Entre”.

Fang Yiming se hizo a un lado para dejarle entrar, y luego le ordenó a su asistente. “Trae dos tazas de café”.

“Sí”. El asistente se apresuró a marcharse tras recibir las instrucciones.

Después de cerrar la puerta tras de sí, una frialdad se reflejó en el rostro de Fang Yiming. Respiró hondo, esbozó una sonrisa y se giró para mirar a Jin Fengchen.

Jin Fengchen no respondió a su pregunta, sino que se limitó a decir con voz suave: “Puedo hacer que te expulsen por completo del Grupo Fang”.

“¡Tú!”.

Sus palabras agitaron directamente la línea de vida de Fang Yiming.

Sin embargo, Fang Yiming se calmó rápidamente. “De acuerdo, te ayudaré a contactar a Pierce, pero tienes que decirme qué quieres que haga”.

“Quiero que le preguntes por el paradero y para qué se usan las hierbas medicinales. También, cuáles son los últimos avances en la investigación de medicamentos del Grupo SA”.

Fang Yiming frunció el ceño: “¿Por qué me iba a revelar esos secretos?”.

Jin Fengchen le miró fijamente. “Eso dependerá de ti”.

Fang Yiming se burló: “¿Dependerá de mí? Me estás sobreestimando. Para Pierce y el Grupo SA, no soy más que un proveedor de hierbas. No tengo ni idea de la información sobre dónde se almacenan los materiales y sus usos, y mucho menos de los progresos de la investigación farmacológica”.

Jin Fengchen no quiso escuchar sus excusas y preguntó directamente: “¿Vas a preguntar o no?”.

Fang Yiming recordó su amenaza. Aunque no estaba dispuesto, asintió de mala gana. “De acuerdo, lo haré”.

Al menos viviría para luchar otro día.

No obstante, el plazo dado por la junta directiva estaba a punto de cumplirse. La situación de Fang Yuchen tampoco era fácil.

“Espero tener noticias pronto”.

Jin Fengchen le dirigió una mirada sombría, luego se dio la vuelta y se fue del lugar.

Cuando se marchó, Fang Yiming barrió las cosas de su escritorio hacia el suelo, molesto. Apoyó las manos en el borde de la mesa, con una expresión tan negra como la tinta.

Solo esperen. Algún día les haría la vida imposible a Jin Fengchen y a Fang Yuchen.

Fang Cheng se enteró de que Jin Fengchen había ido a ver a su hijo y se apresuró a ir. Cuando entró en el despacho, frunció el ceño al ver el desorden.

Fang Yiming estaba de espaldas a él.

Se acercó y preguntó con cautela: “¿Qué ocurre? ¿Te está dando problemas Jin Fengchen?”.