Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1086

Cuando Fu Jingyun vio la foto, se levantó al instante.

Se quedó mirando la foto con una mirada intensa. ¡Catalina fue a su país!

Él respiró hondo y reprimió sus furiosas olas de ira. Llamó rápidamente a Catalina, y ella respondió casi de inmediato.

A través del celular, Fu Jingyun pudo escuchar la sarcástica voz de Catalina ridiculizándolo.

“Fu, ¿has visto la foto? Hace tanto tiempo que no la ves. ¿La echas mucho de menos?”.

“¿Qué estás tratando de hacer?”, cuestionó Fu Jingyun. Inconscientemente agarró con fuerza su celular y su expresión se tensó.

Al otro lado, Catalina se rio y preguntó como respuesta: “¿Adivina lo que quiero hacer?”.

“Te lo advierto. Si te atreves a lastimar a Sese, ¡te mataré!”.

Aunque se estaban enfrentando a través del celular, Catalina podía oír a Fu Jingyun rechinar los dientes.

Catalina se rio. “Fu, me has obligado. Si no tuvieras la intención de causar daños al instituto de investigación, no habría venido a la Capital. No solo eso, sino que tampoco estaría aquí sentada mirando a Jiang Sese y al resto”.

“¡Catalina!”.

El rugido furioso de Fu Jingyun casi podía hacer añicos el celular. Cuanto más exaltado estaba, más odiaba Catalina a Jiang Sese.

“Fu Jingyun, ¿no dijiste que la echabas de menos? Muy pronto. La traeré para que se reúna contigo muy pronto”, dejó Catalina su advertencia y colgó inmediatamente.

“¡M*ldita sea!”. Fu Jingyun tiró su celular al suelo. Al instante, su celular se rompió en pedazos.

Cerró los ojos y cerró las manos en un puño. Su cuerpo temblaba de rabia.

Sese.

¡Nunca permitiría que nadie le hiciera daño!

Cuando pensó en eso, él abrió los ojos de inmediato. Se dio la vuelta y volvió a su dormitorio. Quitó la almohada y reveló una pistola negra que escondía debajo.

Fu Jingyun cogió la pistola y miró hacia arriba. Una frialdad pura llenó sus ojos.

Juró que, aunque sacrificara su vida, debía proteger a Sese. No quería volver a arrepentirse.

...

“Aquí tienen. La hamburguesa y las patatas fritas que querían”.

Jiang Sese puso la bandeja de comida sobre la mesa.

Los tres niños se reunieron rápidamente y tomaron sus hamburguesas.

Jiang Sese los miró con una suave sonrisa y les instó: “Coman despacio”.

Acarició las cabezas de los niños y fue a sentarse junto a Liang Xinwei.

“¿Quieres comer algo?”.

Liang Xinwei sacudió la cabeza y dijo: “No tengo hambre”.

Jiang Sese sonrió y cambió de tema. Preguntó: “¿Es tu día de descanso hoy?”.

“Sí, me toca descansar. Es un buen momento para sacar a Anan”, Liang Xinwei miró a Anan con ojos cariñosos.

“Sobre eso... ¿Dónde está tu hermana?”, preguntó Jiang Sese con cuidado.

Liang Xinwei bajó la cabeza.

Jiang Sese no estaba segura de si era su imaginación, pero podía percibir la pena que Liang Xinwei desprendía.

Jiang Sese se dio cuenta de que podría haber hecho una pregunta inapropiada. Se apresuró a decir: “Si no te sientes cómoda respondiendo, haz como si nunca te hubiera preguntado”.

Cuando Jiang Sese terminó de decir eso, Liang Xinwei respondió en voz baja: “Mi hermana está muerta”.

Al oírla, Jiang Sese se sintió culpable. Accidentalmente le había hecho una pregunta dolorosa.

“Lo siento. No debí haber preguntado”.

Liang Xinwei se sorprendió. “Está bien”.

“¿Así que estás criando a Anan sola?”.

“Sí. Anan y yo somos los más cercanos en el mundo”.

Cuando Liang Xinwei dijo eso, desprendió una sensación de tristeza a través de sus ojos.

Cuando Liang Xinwei oyó su grito, se acercó rápidamente. Cuando vio a Tiantian y a la mujer extranjera, ella preguntó preocupada: “¿Qué está pasando?”.

“Weiwei, trae a Xiaobao contigo y a Anan. Espérame”.

Jiang Sese no quería involucrarla.

Liang Xinwei vio su expresión severa, así que no se atrevió a preguntar más. Rápidamente tiró de los dos niños y se hizo a un lado.

Jiang Sese respiró profundamente. Intentó mantener la calma y dijo: “De acuerdo. Te seguiré, pero debes dejar ir a los niños”.

Jiang Sese quería pedir ayuda a gritos. Sin embargo, la mujer tenía a Tiantian en sus brazos. No se atrevía a jugar con la vida de su hija.

“Sal del restaurante ahora. Alguien te llevará a un coche”. Catalina le indicó a Jiang Sese que saliera primero.

Jiang Sese se dio la vuelta y miró a Liang Xinwei. Le dijo: “Weiwei, ayúdame a cuidar de mis dos hijos. Además, ayúdame a informar a mi primo de que me voy a Italia”.

“¿Qué?”. Liang Xinwei estaba desconcertada. No entendía a Jiang Sese.

“Por favor”. Jiang Sese se inclinó ante ella y salió.

En el momento en que salió, alguien vino inmediatamente y se la llevó. Cuando Catalina vio que sus hombres llevaban a Jiang Sese al coche, finalmente dejó a Tiantian en el suelo.

Ella acarició la carita de Tiantian y dijo: “Pequeña, eres muy linda. A la Tía le gustas mucho”.

Después de decir eso, Catalina se fue.

Los demás comensales del restaurante no se dieron cuenta de que algo malo acababa de ocurrir. Pensaron que solo era un conflicto entre ellas.

Liang Xinwei agarró a los tres niños y salió corriendo. Miró a su izquierda y a su derecha, pero el coche en el que había subido Jiang Sese no aparecía por ninguna parte.

Solo entonces se dio cuenta de que algo no iba bien.

“Xiaobao, Tiantian, su madre está ocupada. Ustedes dos sigan a la Tía, ¿de acuerdo?”.

Liang Xinwei intentó consolar a los dos niños primero.

Xiaobao y Tiantian asintieron. “De acuerdo”.

Liang Xinwei recordó lo que Jiang Sese acababa de decirle. Llevó a los niños con ella y corrió hasta el borde de la carretera. Paró un taxi y dijo: “Dirígete al Grupo Fang”.