Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1141

“Tía, ¿estás molesta?”, Jiang Sese preguntó cuidadosamente.

Shang Ying nunca le había hablado así, el disgusto era audible en sus palabras.

“No lo estoy”. Shang Ying sacudió la cabeza.

Solo le molestaba que Liang Xinwei hablara de más y tratara de dar explicaciones en nombre de Jiang Sese.

Era obvio que Jiang Sese había sido sorprendida con la guardia baja por la preocupación, pero ¿tenía ella que entrometerse?

Eso haría pensar a los demás que Shang Ying no entendía a su propia sobrina.

“Siento preocuparlos”. Jiang Sese los miró disculpándose.

Fang Yuchen sonrió suavemente. “Lo importante es que estés a salvo. Pero no seas tan tonta la próxima vez”.

“De acuerdo”.

Jiang Sese también sentía que había sido demasiado crédula esta vez, al ser engañada por una llamada de un desconocido y casi ser atropellada por un coche.

Aunque solo había sufrido un brazo dislocado y otras lesiones, seguía siendo un pensamiento muy aterrador.

“Sese, deberías descansar bien. Volveré a visitarte cuando tenga tiempo”, dijo Liang Xinwei.

Jiang Sese asintió con una sonrisa. “De acuerdo”.

“Me voy entonces”. Liang Xinwei consideró que no era apropiado que una extraña como ella estuviera allí.

“Te llevaré”, dijo Fang Yuchen sin pensarlo.

Shang Ying frunció inmediatamente el ceño al oírlo. “¿Qué? Tienes que llevarnos a casa”.

Liang Xinwei miró a Shang Ying, quien estaba claramente disgustada, y sonrió antes de decir: “Gracias, Señor Fang, pero tomaremos un taxi”.

“Mamá, el Señor Fu puede llevarlas a casa más tarde”. Fang Yuchen ignoró la protesta de su madre y le dijo a Liang Xinwei: “Yo los llevaré”.

“Weiwei, deja que mi primo te lleve a casa”. En cuanto Jiang Sese dijo eso, Shang Ying la fulminó con la mirada.

“Niña...”.

“Tía, está bien. Todavía tenemos al Hermano Mayor Fu”. Jiang Sese fingió no haber captado su intención mientras decía con una risita.

Cuando Fang Yuchen y Liang Xinwei se fueron, Jiang Sese finalmente expresó la duda en su corazón. “Tía, ¿por qué siento que no te agrada Weiwei?”.

Shang Ying había tratado a Weiwei con tanto cariño antes, hasta el punto de que la había tratado como a su propia hija. ¿Por qué ahora su comportamiento era completamente diferente?

“No me desagrada”, dijo Shang Ying negando la realidad.

Jiang Sese frunció el ceño. “Tía, tu comportamiento de hace un momento demuestra lo opuesto”.

Estaba segura de que sus ojos no la engañaban.

Shang Ying miró a Jiang Sese durante un largo rato antes de suspirar. “No es que me caiga mal, solo que no me gusta que se acerque tanto a tu primo”.

“¿Tienes miedo de que se enamore de Yuchen, o de que Yuchen se enamore de ella?”.

“Ambas”. Shang Ying arqueó las cejas. “Tu primo se va a comprometer con Xiaoyi. Debería mantener una distancia con otras mujeres. Sin embargo, él tuvo el descaro de ofrecerse para llevarla a casa. Esto es definitivamente una señal de que le gusta”.

Jiang Sese no pudo evitar reírse. “Tía, creo que estás pensando demasiado las cosas. Le he preguntado a Yuchen. No está interesado en Weiwei”.

“¿Vas a creerle tan fácilmente?”. Shang Ying se negaba a creerlo. “Soy su madre. Lo conozco mejor que nadie. Si no está interesado en una chica, ¿se ofrecería a llevarla a casa?”.

“De acuerdo, lo que tú digas”. Jiang Sese decidió no discutir más con ella.

Shang Ying se puso más y más nerviosa mientras pensaba en ello. “Esto no servirá. Tengo que llamarle y asegurarme de que vuelva ahora”.

Al ver que se apresuraba a hacer la llamada, Jiang Sese sacudió la cabeza con impotencia. “A mi tía le gusta mucho pensar en tonterías”.

Los labios de Fu Jingyun se curvaron en una pequeña sonrisa. “Solo está preocupada por tu primo”.

“Creo que mi primo puede prescindir de esa preocupación”. Jiang Sese se encogió de hombros. No estaba de acuerdo con las acciones de su tía.