Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1400

“Señor Fang, ¿puede controlarse un poco?”.

La maquilladora ayudó a Liang Xinwei a retocar su maquillaje mientras decía medio en broma.

Al principio vino a llamar para que fueran a la sesión de fotos, pero quién iba a pensar que el lápiz de labios de Liang Xinwei había desaparecido cuando entró.

Al ver a Liang Xinwei tan avergonzada que no se atrevía a mirarla, supo lo que pasó.

Retocar el maquillaje era una cuestión trivial. Sin embargo, si sus labios se hinchaban, el maquillaje no quedaría bien.

“La hiciste tan hermosa, ¿cómo no voy a estar tentado?”. Fang Yuchen preguntó seriamente.

“¡Fang Yuchen!”, Liang Xinwei lo miró avergonzada.

Al ver esto, la maquilladora se echó a reír: “Yo no le hice nada a la Señorita Liang, ya era guapa originalmente”.

Fang Yuchen asintió: “Tienes razón. Solo basándome en lo que dijiste, definitivamente te daré la máxima puntuación por tu servicio de hoy”.

“Gracias, Señor Fang”.

Liang Xinwei, que estaba escuchando su conversación, casi se puso roja como la remolacha.

...

Para tomarse una buena foto, el fotógrafo pensó en varias ideas, que solo sirvieron para torturar a Liang Xinwei y Fang Yuchen.

El tiempo era relativamente escaso, así que no hicieron ninguna foto en exteriores. Solo hicieron fotos de estudio, y eso ya les llevó 3 o 4 horas.

Liang Xinwei levantó la mano y se acarició la mejilla, sintiendo su cara casi rígida de tanto sonreír.

“Debe ser duro para ti”. Fang Yuchen la abrazó con ganas.

“No es difícil cuando es contigo”. Liang Xinwei le sonrió.

“Vamos a cambiarnos y regresemos a casa”.

Liang Xinwei asintió: “Está bien”.

Fang Yuchen planeó originalmente llevarla de vuelta a la residencia Fang, pero Liang Xinwei se negó.

“No molestemos a tus padres, y Anan también me está esperando en casa”.

Lo principal era que solo estaban saliendo. Si siempre iba a la residencia Fang, se sentiría mal.

Fang Yuchen vio a través de sus pensamientos y se rio sin poder evitarlo: “La familia Fang será tu casa en el futuro, no hay necesidad de ser tan estricta”.

“Eso es en el futuro, no ahora”.

Liang Xinwei respondió con franqueza, pero Fang Yuchen se quedó sin palabras durante un rato y solo pudo sacudir la cabeza y reír.

Olvídalo, simplemente harían lo que ella dijera.

Que se saliera con la suya.

El coche se detuvo abajo. A través del parabrisas, Fang Yuchen vio que el piso en el que vivía ya estaba iluminado, y levantó las cejas y dijo inconscientemente: “Hace días que no veo a Anan. Lo extraño”.

Liang Xin le dirigió una leve mirada: “Si quieres subir, solo tienes que decirme. ¿Por qué tienes que hablarme con indirectas?”.

“¿Me temo que no aceptaras?”. Fang Yuchen giró la cabeza y la miró con una sonrisa.

“Eres mi novio, ¿cómo podría negarme?”.

No era que tuviera miedo de que ella se negara. Era claramente porque ella se negó a ir a la residencia Fang con él. Estaba molesto y se burló de ella a propósito.

“No subiré”. Fang Yuchen sonrió y se frotó la cabeza: “Vuelve a mi casa conmigo mañana por la noche y cenemos con mis padres”.

Esta vez, Liang Xinwei estuvo de acuerdo: “Está bien”.

“Trae también a Anan”.

“¿Puedo?”. Liang Xinwei temía que sus padres no estuvieran contentos.

“Por supuesto, a mis padres les gustan mucho los niños”.

“Bien entonces”.

Fang Yuchen la besó en los labios, con los ojos llenos de consternación. “Realmente no quiero separarme de ti”.

Liang Xin sonrió: “Solo tardaremos unas diez horas en volver a vernos”.

“¿Diez horas?”. Fang Yuchen se tocó la mejilla y susurró: “No puedo soportar una hora”.

“Bueno, no seas tan pegajoso. Me bajaré del coche”.

Liang Xinwei abrió la puerta y salió del coche. Lo despidió con la mano, antes de darse la vuelta y entrar en el edificio.

Fang Yuchen se recostó en su silla y las comisuras de sus labios se levantaron involuntariamente. Dentro de unos días, sería su prometida.

Él no podía esperar.

En ese momento, su teléfono sonó de repente.

Era Liang Xinwei.

Él contestó: “¿Qué pasa?”.

“Ten cuidado en el camino de vuelta”. Liang Xinwei dijo al otro lado de la línea.

“Claro”.