Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1401

El día del compromiso, el salón de banquetes de la tercera planta del Hyatt, el mayor hotel de la Capital, estaba bellamente decorado con rosas blancas y deslumbrantes luces de cristal que tenían un aspecto extraordinariamente romántico y soñador.

En ese momento, Liang Xinwei, que estaba en el salón de arriba, estaba tan nerviosa que el corazón casi se le sale por la garganta.

“Estás sudando”. Jiang Sese sacó una toalla de papel para limpiarse el sudor de la frente. “No te pongas nerviosa, o se te correrá el maquillaje”.

Liang Xinwei sonrió de mala gana y preguntó: “Hermana Sese, ¿crees que todas las mujeres se ponen nerviosas al casarse?”.

“Por supuesto”. Cuando Jiang Sese escuchó esta pregunta, no pudo evitar reírse: “Una mujer debe estar nerviosa ante un acontecimiento tan único en la vida. Sin embargo, mientras piense en poder estar con la persona que ama para toda la vida, la mayoría de las veces se siente feliz”.

“Pero acabamos de comprometernos y estoy muy nerviosa. Si me caso, creo que me desmayaré”. Dijo Liang Xinwei en broma.

“Estás pensando mucho”. Jiang Sese la ayudó a ajustarse el tocado, la miró y sonrió: “Hoy estás muy guapa. Ten confianza y no te pongas nerviosa”.

Liang Xinwei respiró profundamente y asintió: “Está bien”.

Casi las siete de la tarde, los invitados fueron llegando uno tras otro.

Fang Teng y Shang Ying se pararon en la puerta para recibir a los invitados, ambos estaban llenos de sonrisas alegres.

Pero cuando vieron a la familia Ye, sus sonrisas se congelaron de inmediato.

“¿Qué? ¿No somos bienvenidos?”. Preguntó la Señora Ye con un tono extraño.

Fang Teng y Shang Ying escucharon lo que dijo e inmediatamente sonrieron: “Son bienvenidos, por supuesto que sí”.

La Señora Ye miró dentro de la sala de banquetes y vio la grandiosa disposición, sus ojos estaban llenos de infelicidad, y su boca era aún más implacable: “Caray, un gesto tan grande. Parece que te gusta mucho tu nueva nuera”.

Shangying sonrió torpemente: “A Yuchen le gusta, y es obvio que a nosotros también”.

Al oír esto, el rostro de la Señora Ye se volvió frío al instante: “¿Quieres decir que no te gusta Xiaoyi?”.

“Por supuesto que no, me gusta mucho Xiaoyi, pero...”.

Shang Ying quiso explicarse. En ese momento, Fang Teng le cogió la mano y le indicó que dejara de hablar.

“Puedes venir, Ah Ying y yo estamos muy contentos, por favor entra y toma asiento”. Dijo Fang Teng.

Aunque estaban insatisfechos con la cancelación del matrimonio por parte de la familia Fang sin decir una palabra, y por herir a su hija, seguían siendo socios de negocios, y la Señora Ye no se atrevería a montar una escena.

Después de que el Señor Ye y la Señora Ye entraran, Shang Ying dejó escapar un largo suspiro: “Pensé que no vendrían”.

“Vamos, no pienses mucho”. Fang Teng la consoló.

Shang Ying asintió: “Sí”.

Por supuesto, no dejaría que la llegada del Señor Ye y la Señora Ye afectara a su estado de ánimo en una ocasión tan feliz.

Después de que todos los invitados estuvieran sentados, el banquete de compromiso comenzó oficialmente.

En cuanto se abrió la puerta de la sala de banquetes y sonó la música, Liang Xinwei, que llevaba un vestido blanco, cogió el brazo de Fang Yuchen y los dos entraron en la alfombra roja.

De repente se convirtieron en el centro de atención de todo el mundo, y Liang Xinwei estaba tan nerviosa que inconscientemente apretó más la mano de Fang Yuchen.

“No te pongas nerviosa, estoy aquí”.

La voz baja y suave de Fang Yuchen sonó en sus oídos, y Liang Xinwei giró la cabeza para encontrarse con su mirada.

Fang Yuchen levantó la comisura de los labios: “Estoy a tu lado, no te pongas nerviosa”.

Su suave voz parecía tener algún efecto mágico, que calmaba su corazón lentamente.

Cuando los invitados los vieron mirarse cariñosamente, no pudieron evitar comentar lo bien que se llevaban.

Sin embargo, el Señor Ye y la Señora Ye se enfurruñaron en un rincón.

En cuanto supieron que Fang Yuchen y Liang Xinwei iban a comprometerse, su hija encerró en la habitación y no comió casi nada en los últimos días.

Estaba muy triste.

Jiang Sese observó a Fang Yuchen y Liang Xinwei caminando lentamente desde el otro extremo de la alfombra roja, y sus ojos se humedecieron.

No fue fácil para ellos llegar a este punto, así que esperaba que su relación fuera buena.