Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 164

Ahora que el proyecto había sido aprobado, Jiang Sese finalmente se sintió libre de ansiedad. Ella ahora estaba ansiosa por irse. Sin embargo, solo pudo tomar dos pasos antes de perder el balance. Ella se sintió desorientada y se desmayó…

“Hermana Sese”.

Las pupilas de Xu Na se contrajeron debido al pánico. Jin Fengchen reaccionó rápidamente y atrapó a Jiang Sese justo a tiempo.

Jiang Sese estaba espantosamente pálida. Uno podía ver que a sus labios le hacía falta color aún con el labial puesto. Jin Fengchen podía sentir lo caliente que estaba a través de su vestido y se dio cuenta de que ella estaba temblando.

El rostro de Jin Fengchen se oscureció y le preguntó a Xu Na furioso: “¿Qué le pasó?”

Confundida por el enojo de Jin Fengchen, Xu Na tartamudeó: “La Hermana Sese tuvo fiebre todo el día, traté de convencerla de que no viniera, pero ella no me hizo caso”.

Xu Na miró a Jiang Sese nerviosa.

Al escuchar esto, el Presidente Yu estaba aún más impresionado por lo comprometida que estaba Jiang Sese.

Jin Fengchen sintió la frente de Jiang Sese y se sorprendió por lo caliente que estaba.

La cara de Su Qingyin se oscureció y se les acercó enseguida. “Fengchen, el presidente de Huaning está esperándote justo allá. Deja que la asistente de la Señorita Jiang la lleve al hospital”.

“Te los dejo a ti”. Después de eso, Jin Fengchen cargó a Jiang Sese en ambos brazos y se la llevó de la sala de banquetes. Xu Na los siguió.

Su Qingyin quedó parada donde estaba, tan sorprendida que no pudo decir una sola palabra.

Ella los vio irse con una expresión sombría en sus ojos.

Una vez más, Jin Fengchen la había dejado por Jiang Sese. Su Qingyin apretó los dientes, preguntándose si Jiang Sese lo había hecho a propósito.

“Esa perra sigue robándome a Jin Fengchen”.

Su Qingyin quería irse con Jin Fengchen, pero él le había pedido que se quedara en el banquete y manejara lo del negocio. No importaba lo reacia que ella se sintiera, tenía que quedarse. Después de todo era su secretaria.

…

Por mientras, Jiang Sese fue llevada a un hospital y en poco tiempo ya estaba en cama recibiendo una infusión intravenosa.

Xu Na regresó al cuarto después de llenar los formularios de admisión y miraba entre Jiang Sese y Jin Fengchen, sin poder creer lo que estaba pasando.

El famoso presidente del Grupo Jin había abandonado su trabajo para llevar a Jiang Sese al hospital. “¿Qué relación tienen exactamente?” Xu Na todavía se hacía esa pregunta cuando Jin Fengchen habló. “Regresa y descansa. Yo me quedaré aquí con ella”.

Xu Na quedó atónita al escuchar esas palabras. Después de vacilar momentáneamente, ella dijo: “Pues… Presidente Jin, puedo quedarme con la Hermana Sese. Estoy segura de que tiene cosas más importantes que hacer”.

Xu Na sabía que él era el presidente del Grupo Jin, pero solo eso. Ella no podía dejarla con él.

“Soy su novio. Yo la cuidare”.

Xu Na se quedó boquiabierta que podría tragarse un huevo entero. “¿Qué?”

“¿Jin Fengchen acaba de decir que es el novio de la Hermana Sese?” Xu Na pensó que estaba escuchando cosas.

Ella pensaba que Jiang Sese estaba saliendo con Lu Zheng, pero por lo que había dicho Jin Fengchen… “Espera, ¿acaso Hermana Sese no dijo antes que ella no conocía mucho al Presidente Jin?”

Xu Na se fue en un estado de completa confusión.

…

Un silencio cayó sobre la sala. Jin Fengchen estaba sentado y le dolía ver lo pálida que estaba la cara de Jiang Sese.

Él la arropó y la siguió acompañando en silencio.

…

En el banquete, Su Qingyin había sido presentada a varios clientes por el encargado de la rama de Nueva York, pero cuando el banquete terminó, Jin Fengchen no había regresado y no estaba contestando su teléfono. Finalmente, Su Qingyin no tuvo otra opción que regresar al hotel sola.

Después de ducharse, ella esperó en su habitación, pero no había señal de Jin Fengchen.

Sentada en el sofá con una copa de vino en su mano, Su Qingyin no pudo evitar recordar lo preocupado que estaba Jin Fengchen. “¿Pero por qué? ¿Qué ve en esa mujer? ¿Qué tiene de bueno Jiang Sese? Ella no es nada comparada conmigo”.

Frustrada, Su Qingyin se tomó el vino de un solo trago.

Pareció que pasó una eternidad antes de que escuchara un sonido en el corredor. Pensando que era Jin Fengchen que había regresado, ella abrió su puerta y sacó la cabeza.

Era Xu Na. Su Qingyin estaba decepcionada y preguntó: “Tú eres la asistente de la Señorita Sese, ¿cierto? ¿Podrías decirme donde esta Fengchen?”

Xu Na no se había recuperado de la sorpresa y la confusión y no podía pensar. Ella dijo en una voz aturdida: “El Sr. Jin se quedó con la Hermana Sese para cuidar de ella”.

Su Qingyin asintió y no dijo otra palabra. Ella regresó a su habitación y quebró su copa de vino contra la mesa.

El sonido ensordecedor era discordante en la habitación tranquila.

La cara de Su Qingyin estaba furiosa. “¿Por qué? ¿Por qué Jin Fengchen cuida tanto a Jiang Sese?”

“Cada vez que algo le pasa a esa mujer, Jin Fengchen me deja y va donde ella. Y ahora se quedará toda la noche en el hospital para acompañarla”.

Con una cara sombría, Su Qingyin estaba tan celosa que quería matar a alguien.