Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 428

Jiang Zhen se fue después de decir esas palabras y cerró la puerta detrás de él. Shen Shulan se quedó llorando sola.

Ella realmente no tenía idea de que Jiang Nuannuan iba a violar la ley. Si lo hubiera sabido de antemano, habría intentado detener a su hija.

Sin embargo, como las cosas ya habían sucedido, solo esperaba que Jiang Nuannuan pudiera huir lo más lejos posible.

Mientras tanto, Jin Fengchen también se enteró de la fuga de Jiang Nuannuan y estaba disgustado. Su rostro se veía similar al cielo antes de una tormenta.

Él había actuado lo más rápido que pudo, pero aún así, llegó un poco tarde.

Al ver su rostro ensombrecido, Zifeng trató de calmarlo. "Señor, la policía ha convertido a Jiang Nuannuan en una persona buscada. Estoy segura de que la atraparán pronto".

Jin Fengchen no respondió, solo miró por la ventana en silencio.

En ese momento, sonó su celular, y vio que era una llamada de Jiang Sese.

Al ver su nombre en la pantalla, Jin Fengchen sonrió.

Zifeng encontró esa sonrisa ofensiva para sus ojos, y no tenía que ser un genio para darse cuenta de con quién estaba hablando.

"Fengchen, ¿por qué todavía no has vuelto? ¿Tienes que trabajar horas extras hoy?", preguntó Jiang Sese en tono preocupado.

Los incidentes recientes la habían sacudido enormemente y comenzaba a entrar en pánico cada vez que no podía ponerse en contacto con Jin Fengchen.

"Solo tuve que ocuparme de algunas cosas pequeñas, pero ya está todo hecho y estaré en casa en media hora".

Jin Fengchen se fue justo después de la llamada telefónica.

Verlo irse a toda prisa dejó un mal sabor en la boca de Zifeng.

Jin Fengchen llegó a casa y encontró a Jiang Sese esperándolo en el sofá, y se sintió conmovido.

Él se acercó sigilosamente a ella y la rodeó con sus brazos.

El toque repentino hizo saltar a Jiang Sese. Al ver que era Jin Fengchen, fingió un tono molesto. "¿Por qué sigues asustándome así? Tienes suerte de que tenga un corazón fuerte. De lo contrario, uno de estos días, me darías un susto de muerte".

"Cariño, lo siento mucho. No lo volveré a hacer", dijo Jin Fengchen burlonamente.

Jiang Sese no podía seguir enfadada aunque quisiera, así que preguntó gentilmente: "¿Te ha molestado alguien hoy?".

Jin Fengchen negó con la cabeza. "Jiang Nuannuan fue quien estuvo detrás de todo esto y ha escapado, pero tengo fe en la policía".

El rostro de Jiang Sese se ensombreció cuando escuchó eso. "Así que realmente era ella".

Jiang Nuannuan había empleado los peores trucos para matar a su hermana.

Al percibir el cambio en el comportamiento de Jiang Sese, Jin Fengchen la tomó inmediatamente en sus brazos.

"No te preocupes. Ella no se escapará. Haré que todos los que te hayan lastimado paguen por lo que hicieron".

Mientras hablaba, frotó su mejilla contra el cuello de ella.

La sensación de cosquilleo distrajo a Jiang Sese, y la pareja subió las escaleras agarrándose de la cintura.

Mientras tanto, la policía comenzó a investigar todas las rutas que Jiang Nuannuan podría haber tomado esa misma noche. Pronto, pudieron confirmar que Jiang Nuannuan había escapado a cierta ciudad en la provincia vecina.

El jefe de policía se puso en contacto con otros agentes de policía de la provincia vecina y, tras algunas conversaciones, prometieron hacer todo lo posible para atrapar a Jiang Nuannuan.

A la mañana siguiente, el Grupo Lan también se enteró. Nunca se esperaron que Jiang Nuannuan hiciera algo tan estúpido.

La cara de Lan Sichen era muy sombría porque había corrido la voz de que el Grupo Lan iba a colaborar con el Grupo Jiang. Después de este incidente, el Grupo Lan definitivamente sería incriminado.

En ese momento, su asistente entró con una expresión sombría en su rostro.

Lan Sichen no pudo evitar fruncir el ceño. "¿Qué ocurre?".

"El precio de nuestras acciones ha estado cayendo desde esta mañana. Si no hacemos algo al respecto, perderemos mucho dinero".

"Es cierto. Iré a hablar con ella. Ella comenzó todo esto, así que si quiere, puede detenerlo".

Con ese pensamiento, Jiang Zhen llamó a Jiang Sese y le pidió que se reunieran.

Jiang Sese no quería verlo, pero al final, sucumbió a sus emociones.

En el fondo, ella todavía esperaba que Jiang Zhen le mostrara más cariño.

Jiang Sese entró en un café y encontró a Jiang Zhen saludándola.

Jiang Sese se sentó frente a él y le preguntó con frialdad: "¿Por qué quieres verme?".

Jiang Zhen suspiró. "Sese, me gustaría disculparme contigo primero. Lo que te hizo Jiang Nuannuan fue imperdonable”.

"Sé que no tengo derecho a estar aquí, pero estoy al límite de mis fuerzas. Por favor, ten piedad y no seas tan dura con el Grupo Jiang”.

"Además, tú también eres accionista del Grupo Jiang. Si vamos a la quiebra, no te servirá de nada".

Jiang Zhen incluso logró exprimir algunas lágrimas. Se las secó y habló con voz lastimera: "Sese, esta es la última vez que te voy a rogar. ¿Por favor?".

A Jiang Sese le pareció ridículo. Casi había sido asesinada por la sicaria que contrató Jiang Nuannuan, pero Jiang Zhen ni siquiera le preguntó al respecto. Incluso cuando Jiang Nuannuan era buscada por la policía, él seguía sin pensar en nada más que en sus negocios.

¡Sí que era un padre despiadado!

Antes, ella solía envidiar a Jiang Nuannuan porque ella tenía su amor, pero en ese momento, se dio cuenta de que Jiang Nuannuan había estado viviendo una vida mucho más miserable.

Ella y Jiang Nuannuan no eran más que trampolines para él, algo que podía pisar para su propio beneficio personal.

"Lo siento, pero no puedo darte lo que quieres ni puedo perdonarte. Además, Fengchen se está haciendo cargo de este incidente. Lo siento".

Después de eso, Jiang Sese se marchó sin dudarlo; alguien como Jiang Zhen no merecía ninguna piedad.

Solo entonces ella vio el verdadero ser de Jiang Zhen: alguien que podía sacrificar a todos los demás para obtener lo que quería.