Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 456

Un informe estaba en el escritorio frente a Jin Fengchen.

Él miró fijamente el resultado de la prueba de maternidad, y la probabilidad de que fuera un resultado positivo era superior al 99.99%...

Era casi seguro que Sheng Zhixia y Xiaobao eran madre e hijo.

"Esto es imposible", dijo Jin Fengchen con voz ronca. Levantó la vista bruscamente hacia el médico y enfatizó cada palabra al decir: "Esto tiene que ser un error".

Ajustándose las gafas, el médico suspiró resignado. "Somos muy cuidadosos con nuestras muestras. Es decir, si las muestras son correctas, también los resultados".

Jin Fengchen había tomado él mismo la muestra. Creía que nadie se atrevería a intentar nada bajo su vigilancia, a menos que tuviera ganas de morir.

Pero Jin Fengchen no aceptaba esta conclusión. Antes de que se diera cuenta, desprendía un aire intimidatorio, y la temperatura de la sala pareció bajar bruscamente. Cuando volvió a hablar, no había calidez en su voz. "¿Puede garantizar que no se ha cometido ningún error durante la prueba?".

El médico se sintió intimidado por el comportamiento de Jin Fengchen, pero aun así intentó defender la reputación del hospital. "Señor Jin, nuestro hospital ha realizado más pruebas de maternidad de las que podemos contar, y nunca ha habido un accidente. Puede confiar en mí".

La Señora Jin estaba igualmente sorprendida y miraba los resultados una y otra vez. Al oír la promesa del médico, también se quedó callada.

Sheng Zhixia fue la única que se alegró de escuchar el resultado.

Fue lo suficientemente inteligente como para esperar a que el médico diera su respuesta autorizada antes de decir algo. "Tenemos que confiar en el médico. Él tiene más conocimiento de estas cosas mejor que cualquiera de nosotros".

La Señora Jin le dirigió una mirada indescriptible.

No esperaba obtener este resultado y le costaba aceptarlo.

A Sheng Zhixia no le importaba su actitud, pues sabía desde el principio que, incluso con ese resultado, la familia Jin seguiría sin aceptarla. Pero no tenía prisa, tenía tiempo. Con este resultado, creía que era solo cuestión de tiempo que la familia Jin la aceptara.

Bajó la cabeza para ocultar la expresión de satisfacción que tenía en su rostro.

Después de salir de la consulta del médico, Jin Fengchen encabezó el camino con un rostro inexpresivo. Caminaba tan rápido que cualquiera podía darse cuenta de que estaba enfadado. Nadie se atrevía a acercarse a él.

"Espere, Señor Jin. Por favor, espere". Sheng Zhixia trotó tras él y por fin pudo alcanzarlo antes de que entrara en su coche. Lo agarró por la manga.

"Señor Jin, ya que tenemos el resultado, ¿puedo ver a Xiaobao ahora?". Ella levantó la vista y mostró su rostro exquisito.

Estaba segura de que estaba mostrándole su ángulo más bonito a Jin Fengchen, pues lo había practicado muchas veces en el espejo.

Jin Fengchen se limitó a dar un tirón de la manga y apartar la mano de ella. Su rostro permanecía imperturbable, pero había una mirada de asco en sus ojos. "Puedo darte dinero, casas o lo que quieras, pero olvídate de Xiaobao".

Sheng Zhixia estaba desconcertada y ni siquiera expresó su queja cuando él le quitó la mano. Se limitó a mirarlo con desconcierto.

Después de un largo rato, ella sacudió la cabeza y murmuró: "No, no se supone que sea así...".

Parecía tan angustiada que cualquier otro hombre se compadecería de ella. Sin embargo, Jin Fengchen no era un hombre cualquiera, así que lo único que consiguió fue su fría expresión.

Sheng Zhixia bajó rápidamente la cabeza. Sus hombros temblaron, se arrodilló y empezó a llorar. "Señor Jin, no quiero nada. Mi única petición es ver a Xiaobao. Eso es todo".

Jin Fengchen la ignoró por completo.

La Señora Jin se acercó rápidamente a ellos sin saber qué hacer con esta mujer, que tenía la costumbre de arrodillarse. Todavía estaban frente al hospital, y si los medios de comunicación se enteraban, ¿quién sabía lo que escribirían sobre la familia Jin?

La Señora Jin seguía preocupada y dijo con dureza: "Jin Fengchen, vuelve a casa sano y salvo. ¿Me oyes?".

"Claro". Jin Fengchen colgó.

La Señora Jin se quedó mirando la pantalla ennegrecida y soltó un suspiro.

Su hijo había dejado de escucharla.

Se sintió aún más molesta cuando vio a Sheng Zhixia de pie, quien tenía la mirada perdida.

Mientras tanto, Jin Fengchen había conducido su coche fuera de la ciudad a una velocidad increíble con todas las ventanillas bajadas. Sus socios comerciales se escandalizarían si lo vieran así.

"¿No debería ser el Segundo Joven Amo Jin el piloto de carreras de la familia? En cuanto a su hermano mayor, bueno, el robot sin emociones y adicto al trabajo nunca haría algo así para descargar sus frustraciones".

Después de conducir a esa velocidad durante un rato, Jin Fengchen detuvo el coche en un lugar apartado, se bajó y encendió un cigarrillo. No era un fumador habitual y solo se fumaba uno cuando estaba realmente frustrado.

Apoyado en el coche con el rostro inexpresivo, Jin Fengchen trató de ordenar sus pensamientos.

Odiaba admitirlo, pero no sabía qué hacer.

La investigación sobre los antecedentes de Sheng Zhixia había comenzado hacía unos días y el resultado ya estaba sobre su mesa. La historia de la mujer era cierta.

Ese era su problema más grande.

El resultado de la prueba de ese día se había convertido en la gota que colmaba el vaso.