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Tras permanecer un rato al aire libre, Jin Fengchen se calmó por completo antes de conducir de vuelta a la oficina.
Recibió una llamada telefónica de Jin Fengyao nada más sentarse, y el hombre gritó a todo pulmón al otro lado: "Hermano, me he enterado de que el resultado de la prueba ha llegado. ¿Es esa mujer realmente la madre de Xiaobao?".
La voz de Jin Fengchen era tan fría como el hielo. "No creas todo lo que te dicen".
Jin Fengyao se lamentó. "No quería hacerlo, pero mamá me lo dijo. Hermano, ¿es cierto?".
A Jin Fengchen le pareció que su hermano era muy molesto en ese momento, así que colgó con una cara inexpresiva.
Sin embargo, menos de media hora después, Jin Fengyao se presentó ante el despacho de Jin Fengchen.
"Hermano, tenemos que hablar", dijo Jin Fengyao con seriedad, y realmente parecía sincero.
Arrojando su bolígrafo y recostándose en su silla, Jin Fengchen dijo con indiferencia: "Dime".
En ese momento le rondaban tantas cosas por la cabeza que también necesitaba hablar con alguien, pero no iba a decírselo a Jin Fengyao, no fuera a ser que se volviera demasiado arrogante.
Jin Fengyao se acercó a su hermano, se sentó frente a él y estudió su rostro. "A mí me parece normal; es la misma cara de póquer".
Estaba un poco nervioso porque no sabía qué pasaba por la mente de su hermano.
Después de pensarlo un poco, Jin Fengyao preguntó: "¿Qué diablos está pasando? Hermano, ¿por qué te has acostado con esa mujer?".
Era una pregunta difícil y al punto, y cuando Jin Fengyao preguntó con esa mirada seria que rara vez se veía en su rostro, Jin Fengchen casi tuvo la sensación de que estaba siendo juzgado por un crimen.
Se quedó perplejo por un momento y trató de buscar en su memoria. "No lo sé. Estaba borracho".
Por aquel entonces, Jin Fengchen acababa de empezar a hacerse cargo de la empresa. Había tantas cenas a las que tenía que asistir que era normal que se emborrachara. Si hubiera sabido lo que iba a pasar ese día, nunca habría asistido a ese evento, ni siquiera por un acuerdo que valía miles de millones.
Siempre había sido muy disciplinado y apenas mantenía relaciones íntimas con mujeres. De ahí que haya permanecido soltero durante años. Sin embargo, se acostó con una mujer desconocida después de emborracharse aquel día y acabó teniendo un hijo.
No le importaba tener al pequeño a su alrededor, pues era lindo y adorable. La madre del niño llevaba tantos años sin aparecer que todo el mundo se había acostumbrado a este arreglo, y su vida volvía a estar en orden. ¡Sin embargo, esta mujer apareció de la nada afirmando ser la madre de Xiaobao!
"¿No recuerdas nada en absoluto?", preguntó Jin Fengyao con incredulidad. Siempre había pensado que un fanático del control como su hermano nunca cometería errores.
Pero era demasiado optimista.
El rostro de Jin Fengchen se ensombreció. "No, no puedo".
Intentó con todas sus fuerzas recordar aquella noche, pero no le vino nada a la cabeza. La cámara de vigilancia del hotel se dañó esa noche, lo que le impidió encontrar a esa mujer. Se convirtió entonces en un caso sin resolver que, después de todos estos años, seguía sin poder resolver.
Lo sucedido esa noche irritó a Jin Fengchen al principio, pero como no pudo encontrar a la mujer, el incidente se desvaneció de su memoria después de un tiempo hasta que un año después, un bebé fue dejado en su puerta.
Estudiando la cara de su hermano, Jin Fengyao le preguntó: "Piénsalo bien. ¿Es Sheng Zhixia la mujer con la que te acostaste?".
Jin Fengchen lo miró con una expresión sombría. Pensó que había dejado claro su punto de vista, pero su hermano no dejaba de tocar su punto débil.
Él dijo con decisión: "No, no era ella".
"Creía que no te acordabas". Jin Fengyao sonaba confuso.
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