Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 54

No le tomó mucho tiempo a Xiaobao en unirse a Jiang Sese en la mesa del comedor después de lavarse.

"¡Tía Sese! ¡Todavía estás aquí! ¡Xiaobao pensó que te habías ido cuando Xiaobao estaba dormido!"

"¡Por qué lo haría!" Jiang Sese se rió entre dientes.

El trío desayunó y luego partieron juntos.

Jin Fengchen primero llevaría a Xiaobao a la escuela antes de dejar a Jiang Sese en su lugar de trabajo.

Xiaobao estaba especialmente eufórico al sentarse y acurrucarse junto a Jiang Sese en el coche.

"¡Hoy es un buen día para que Papá y Tía Sese me dejen en la escuela juntos!"

Jiang Sese lo miró y una sonrisa se formó en sus labios antes de que ella se diera cuenta.

"¿Cómo te ha ido en la escuela, Xiaobao?" ella preguntó, sonando realmente como una tía interesada.

"¡Soy un muy buen niño en la escuela! ¡Los maestros siempre me elogian!" Xiaobao se detuvo brevemente, como si se le hubiera ocurrido algo antes de inclinarse hacia adelante para hablar con Jin Fengchen, que estaba al volante, "Papi, la escuela va a tener un evento en unos días. Mi maestra me dijo que trajera a mi Papá y a mi Mamá..."

Generalmente ocupado por el trabajo, Jin Fengchen nunca se había dignado a asistir él mismo a tales eventos. La mayoría de las veces, dejaba los deberes ceremoniales de asistir a tales funciones a sus padres, el abuelo y la abuela de Xiaobao. Él mantuvo una mirada tranquila y taciturna en el camino y se preguntó: "Nunca antes he asistido a algo como esto...Pero..." Él lanzó una mirada rápida pero perceptiva a Jiang Sese.

La mirada hizo que Jiang Sese se tensara rígidamente. "¡¿No estará pensando en invitarme a acompañarlo, verdad?!"

"¡Pero no soy la madre de Xiaobao! ¡Sería incómodo aparecer en una ocasión así!"

Jin Fengchen parecía haber adivinado sus pensamientos; le respondió a Xiaobao, diciendo: "Dime la hora y la fecha. Encontraré tiempo para acompañarte.”

Xiaobao sonrió alegremente, pero se sintió desalentado con la misma rapidez. ¿Acaso Papá vendría solo con él?

"Emm... todos vienen con sus padres." él chilló.

Jiang Sese sintió lástima por él, pero no supo qué decir.

Xiaobao miró hacia arriba con sus ojos suplicantes brillando como luces. "Tía Sese,” él gimió, "Por favor... ¿Puedes...puedes venir con Xiaobao?"

Pero su súplica fue interrumpida abruptamente.

"¡Jin Beichen!"

Jin Fengchen gritó el nombre completo de Xiaobao como advertencia.

Xiaobao inmediatamente gritó de miedo y bajó la cabeza deprimido.

Como todos los niños, él también ansiaba el amor de una madre...

Jiang Sese sintió que se le torcía el estómago al ver al pequeño bebé a su lado al borde de las lágrimas y sintió un poco de simpatía por él.

Una simpatía que ella no conocía antes.

Eso le recordó a su propio hijo. "¿Estará creciendo bien? ¿Cómo será en la escuela? ¿Tendrá una mamá que lo acompañe a eventos familiares como este?"

Jiang Sese no pudo aguantar más. Ella cedió a sus instintos maternos y dijo: "¡Por supuesto! ¡Estaré feliz de ir contigo, Xiaobao, si eso es lo que deseas!"

Y las palabras de ella inyectaron vigor y alegría en un Xiaobao cabizbajo mientras él miraba hacia arriba con el ánimo renovado.

"¿En serio? ¿Es verdad, Tía Sese? ¿Estás dispuesta a venir con Xiaobao?"

Jiang Sese afirmó asintiendo mientras hacía todo lo posible por evitar mirar hacia el asiento del conductor.

Xiaobao sonrió, luciendo mucho más feliz ahora.

Sería bueno, él lo sabía. Finalmente, iba a tener un papá y una mamá que lo acompañaran a estas actividades familiares.

Jin Fengchen miró el intercambio en silencio a través del espejo retrovisor con una suave calidez en su mirada.

Poco después, el carro se detuvo frente al jardín de infancia y Xiaobao se bajó alegremente.

"¡Adiós, Papá! ¡Adiós, Tía Sese!"

Y Xiaobao corrió al jardín de infantes alegremente con su maestra guiándolo.

...

Jin Fengchen estableció un nuevo rumbo hacia el lugar de trabajo de Jiang Sese. "Gracias por aceptar acompañar a Xiaobao. Ha pasado mucho tiempo desde que lo he visto tan feliz.”

Parches rosados ​​ardieron furiosamente en las mejillas de Jiang Sese mientras se quedaba sin palabras. Sintió que se derretía cuando la voz electrizante del hombre golpeó sus oídos.

"No puedes dejar a Xiaobao ni a mí. De hecho, no deberías haberme llevado a casa si de verdad quisieras cortar los lazos conmigo.”

"¡¿Ah?!" Jiang Sese miró al hombre frente a ella, asombrada más allá de la comprensión. "Entonces, ¿llevarte a casa fue un error después de todo?"

"Y ya que me llevaste a casa, deberías dejar de pensar en evitarme. Para siempre.”

Jin Fengchen mantenía sus ojos fijos en ella mientras hablaba cada sílaba.

Y justo cuando Jiang Sese aún se tambaleaba más allá de la comprensión por lo que dijo, él la rodeó con sus brazos.

Antes de que Jiang Sese lo supiera, su cabeza descansaba sobre su pecho.

"Por favor, no me saques de tu vida, ¿está bien, Jiang Sese?"

Su conmovedora voz se deslizó en los oídos de ella. La mujer se atragantó de repente como si hubiese olvidado cómo respirar.

Le tomó unos momentos recuperarse, pero todavía le faltaba el coraje para levantar la cabeza y encontrarse con Jin Fengchen cara a cara. Tartamudeando, ella dijo: "Se me esta haciendo tarde...debería...debería entrar ahora.”

Y Jiang Sese se movió con dificultad para cruzar las puertas del edificio.

Jin Fengchen se quedó donde estaba, mirando a la mujer escabullirse y se rió alegremente. "Qué tímida,” reflexionó.

Su mirada persistió hasta que Jiang Sese desapareció. Solo después de eso, Jin Fengchen regresó a su carro y se fue.

Jiang Sese no supo cómo se las arregló para llegar a su cubículo. Su corazón estaba acelerado y su cara estaba más carmesí que un tomate, y ella pensó que se estaba volviendo loca.

Pero la voz profunda de Jin Fengchen y su mirada fascinante la atormentaban... Un poco más de esto y se volvería loca de verdad.

Su Shan se acercó sin previo aviso y la estudió.

"¿Qué te pasa, Sese? ¿Estás enferma? Tu cara está toda roja."

Ese comentario repentino hizo que Jiang Sese saltara en su silla. Ella se dio la vuelta, riendo tímidamente, "¡Nada, nada, Gerente Su! ¡No se preocupe, estoy bien!"