Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 767

Con un jefe que no se presentaba en la oficina durante cuatro o cinco días seguidos, ¿cómo no iba a quebrar la empresa?

Jin Fengchen tenía una mano jugando con Tiantian mientras su cuerpo se inclinaba tranquilamente en la silla. Él preguntó despreocupadamente: "¿Qué pasa?".

Gu Nian tenía ganas de soltar una larga perorata sobre cómo había un montón de cosas de las que ocuparse en la empresa.

Sin embargo, ante Jin Fengchen, se abstuvo de quejarse y mencionó selectivamente que había unos cuantos documentos importantes que firmar.

"Haz que me los envíen mañana".

Al oír la indiferencia de Jin Fengchen, Gu Nian no pudo evitar pensar: ‘¿Ha pasado algo malo en la familia Jin?’.

Como si pudiera leer los pensamientos de Gu Nian, Jin Fengchen dijo con ligereza: "Voy a pasar unos días libres con Xiaobao y Tiantian. Tú encárgate de las cosas en la oficina".

Jiang Sese no pudo evitar mirar a Jin Fengchen. Resultaba que él también podía tener un lado tan caprichoso.

Gu Nian se quedó sin palabras. Solo le vinieron a la mente las palabras “líder incompetente”.

"Si eso es todo, colgaré ahora".

Antes de que Gu Nian pudiera decir algo más, Jin Fengchen colgó.

Jin Fengchen continuaría esta vida de líder incapaz por el momento.

Comparado con lidiar con aburridos documentos y reuniones todos los días, los adorables niños y Jiang Sese, naturalmente, lo hacían mucho más feliz.

Mientras tanto, el corazón de Fu Jingyun estaba lleno de celos y rabia.

Jiang Sese no había vuelto a casa durante varios días seguidos. Él sabía que ella debía estar fuera con Jin Fengchen.

Sin embargo, no era capaz de pelear con ella y solo podía beber para olvidar sus penas.

En el bar, Fu Jingyun se sirvió bebidas en la boca poco a poco. Sin darse cuenta, ya había dejado varias botellas vacías sobre la mesa.

Al ser una persona que bebía sola en un bar llamativo, Fu Jingyun atrajo mucha atención.

Él era extraordinariamente guapo. Su rostro era inexpresivo, pero provocaba que los demás hicieran movimientos estúpidos.

Muchas mujeres intentaron acercarse a él.

Sin embargo, cada vez que se acercaban, Fu Jingyun las alejaba bruscamente.

La multitud se mostró reacia, pero no tuvo más remedio que dispersarse poco a poco.

Un momento después, una sombra se cernió sobre la cabeza del hombre.

La fuerte fragancia perfumada llenó la nariz de Fu Jingyun. Él no levantó la cabeza y se limitó a pronunciar fríamente: "¡Piérdete!".

El individuo que se acercaba no solo no se asustó, sino que se sentó a su lado, le quitó la copa y se bebió la bebida.

Fu Jingyun levantó la cabeza con rabia y finalmente se encontró con la mirada burlona de Catalina.

Él frunció el ceño y la ignoró.

Catalina le revolvió el pelo coquetamente: "Hola, guapo. Beber solo puede ser muy aburrido. Deja que te haga compañía".

Ella volvió a llenar la copa que acababa de vaciar y la balanceó delante de la cara de Fu Jingyun.

La mujer giró deliberadamente la copa hacia un lado para que la marca de carmín que había dejado se encontrara con los labios de Fu Jingyun.

Fu Jingyun apartó la mano de la mujer con asco y le pidió al camarero otra copa.

En los ojos de Catalina había una pizca de decepción. Ella retiró la mano, tomó otro sorbo y sonrió.

"Déjame adivinar, estás aquí bebiendo por un problema en tu relación con Jiang Sese".

Fu Jingyun la miró fríamente y le advirtió: "Será mejor que no te metas en mis asuntos personales".

Catalina se encogió de hombros y dijo con indiferencia: "Solo quiero ayudarte. ¿No quieres recuperar a la persona que amas?".

Fu Jingyun levantó los ojos para mirarla.

Catalina se sintió satisfecha consigo misma. Era cierto que los hombres harían cualquier cosa por una mujer.

Ella arqueó las cejas y tomó el vaso de Fu Jingyun. "Tengo un plan para recuperarla para ti".

Fu Jingyun quedó sorprendido.

"¿Cómo? ¿Quieres que te ayude?".

Catalina, quien tenía una mano en la barbilla, se acercó cada vez más a Fu Jingyun.

Sus ojos estaban llenos de halagos mientras miraban a Fu Jingyun con afecto. Su boca exhalando seductoramente.

Su aliento, impregnado de alcohol, excitó a Fu Jingyun. Esta vez no la evitó, sino que se quedó mirando fijamente a Catalina.

Los dos se miraban fijamente bajo la luz; uno tenía una expresión solemne, mientras que la otra sonreía alegremente.

La sonriente tenía algo bajo la manga, mientras que el solemne fruncía el ceño. La expresión fría del hombre lo hacía inabordable.

Al verle dudar, Catalina se mantuvo paciente. No tenía prisa.

Ella esperó tranquilamente en medio del caos mientras admiraba abiertamente el apuesto rostro de Fu Jingyun.

Este hombre era realmente su tipo.

Sin embargo, en su profesión, los enredos románticos serían el fin de todo.

En ese momento, innumerables pensamientos pasaron por la mente de Fu Jingyun, vertiéndose uno tras otro, y no pudo concentrarse en ninguno de ellos.

Lo único que permanecía en su mente era el hermoso rostro de Jiang Sese.

El modo en que le sonreía, el modo en que fruncía el ceño, el modo en que suplicaba, cuando era testaruda...

La garganta de Fu Jingyun se secó. Él agarró el vaso y se lo bebió todo, pero esto no pudo saciar su sed.

El hombre luego se desabrochó los dos primeros botones de la camisa. Como si hubiera decidido algo, entrecerró los ojos y dijo: "¿En qué puedo ayudar?".

Catalina permaneció en silencio, limitándose a observar los movimientos del hombre.

Al notar la mirada de Catalina, Fu Jingyun la miró fríamente y se acercó la ropa al cuerpo. Su tono era inexplicablemente tormentoso.

"¿Qué estás mirando?".