Besando a mi esposo romance Capítulo 8

Scales estaba algo sorprendido, pues no esperaba que la chica tuviera agallas para volver sola. Estaba muy enojado.

“¿Quién la envió de regreso?”, preguntó con voz profunda.

La secretaria negó con la cabeza y respondió: “Nadie, la Srta. Lu tomó el autobús”. Después de una pausa, agregó: “Pidió prestado dinero a la criada de la casa”.

Scales estaba aturdido, y se quedó sin palabras.

. . . .

En la residencia de los Gu.

Después de estar en el autobús durante más de una hora, Valen finalmente llegó a casa como deseaba. Sin embargo, cuando entró vio que todos estaban asustados, y no felices por su llegada.

La Sra. Gu corrió hacia ella y dijo enojada. “¿Por qué has vuelto?”.

Valen Gu la miró y dijo con franqueza: “Mi cuñado me pidió que volviera”.

La Sra. Gu estaba atónita. “¿Scales Lu está dispuesto a dejarte volver?”.

“Si”, dijo Valen asintiendo.

La Sra. Gu la miró y se dio cuenta de que no estaba mintiendo, pero se sentía insegura, y cada vez tenía más miedo.

“¿Por qué has vuelto?”. Se quejó y rápidamente llamó al mayordomo. “¡Date prisa, envíala de vuelta!”.

Valen se sorprendió. Rápidamente dio un paso atrás y negó con la cabeza. “¡No, no quiero volver!”.

La Sra. Gu la miró indignada. “¿Cómo te atreves a desobedecerme?”.

Valen estaba molesta. Se quedó quieta y bajó la cabeza.

Su cuerpo era tan delgado que parecía un trozo de papel.

La Sra. Gu pensó que la chica era muy tonta y dijo de mal humor: “No lo sé”.

“Oh…”.

Valen regresó lentamente a su habitación.

Por la tarde, antes de la cena, llegó el coche de la familia Lu.

La secretaria entró en la habitación y dijo con una sonrisa: “Estoy aquí para recoger a la señorita Lu”.

El mayordomo le indicó el camino y dijo con una sonrisa: “La señorita está en su habitación. Déjeme llevarla”.

“Gracias”.

La secretaria lo trató con amabilidad, pero al ver la habitación de Valen, se sorprendió bastante.