Borracho y Atrevido: ¡Besé a un Magnate! romance Capítulo 165

Resumo de Capítulo 165 : Borracho y Atrevido: ¡Besé a un Magnate!

Resumo do capítulo Capítulo 165 de Borracho y Atrevido: ¡Besé a un Magnate!

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El sarcasmo en los ojos de David se intensificó aún más.—¿No crees que su despertar llegó demasiado tarde?

Fausto negó, sonriendo con desenfado.—Decir que es tarde se queda corto. Si en verdad existe el infierno, cuando se reúnan allá, madre e hija estarían en todo su derecho de arrancarle la carne a pedazos.

David comentó con firmeza: —¿Y por qué esperar por él? ¿Por qué darle siquiera una oportunidad de arrepentirse?

Fausto guardó silencio por unos minutos.

Hermano, sigues siendo tan frío como siempre.

Estaban conversando entretenidos sobre la familia Herrera y la familia Martínez, mientras Viviana, desde su lugar, apenas comprendía algo.

La familia Martínez...

Ella no conocía bien la situación en Vallegrande, ni sabía mucho de la familia Martínez. Lo único claro era que la familia Martínez era el clan más poderoso de la región.

Quién iba a imaginar que la señora Esperanza tenía ese tipo de conexiones.

Y por lo que parecía, esa tía política era una figura central dentro de la familia Martínez... como una madrastra malvada salida de un monstruoso cuento de hadas.

Pero si la relación entre las primas era tan cercana, ¿por qué no habían pedido ayuda antes?

Viviana no podía olvidar cómo, la semana pasada, Yago había estado suplicando en el restaurante con tal humildad.

Desde la mesa volvió a escucharse de nuevo la voz de David.

—Será mejor que esperes un poco más. Si esa señora Esperanza de verdad ha venido por los problemas del Grupo Vanguardia, y lo único que trae consigo son más complicaciones... dudo muchísimo que obtenga algo valioso a cambio.

—¿Y qué podría ofrecerle la familia Herrera?—preguntó Fausto con desprecio.

—Depende de lo que quiera. Si no le das exactamente lo que busca, su viaje habrá sido en vano. Pero si no lo fue... David frotó con suavidad los dedos.—Entonces más vale que estés alerta.

Fausto se tornó serio.

David volvió a advertir: —Algo que la familia Herrera no puede darle, sumado a algo que tal vez la familia Guzmán sí tenga... podría ser justo lo que está buscando en este momento.

—¿Pero no estaban peleadas esas dos familias?

—¿Y no crees que, en momentos de desesperación, la gente puede idear formas desesperadas de sobrevivir?

...

Fausto se enojó.

Un momento después, una sonrisa volvió a asomar, aunque cargada de fastidio e impotencia. Se reclinó en su silla.—Nacer en la familia Martínez era una maldición del putas. ¡Un completo infierno en familia tan toxica como esa. ¡Yo soy el que se las está jugando todas para sobrevivir aquí! Que se quede con la herencia quien quiera, ¡yo no la quiero ni regalada!

Sabía lo que venía a continuación, así que se adelantó: —Ya lo intenté. Pero no le gusto.

La expresión de Fausto pasó de sorpresa a incredulidad. Reprimió una carcajada.—¿O sea que... te le declaraste? ¿Y te rechazó? Esa secretaria Viviana no tiene buen ojo. ¡Le das mil vueltas a ese tal Cipriano! No te preocupes, yo pago para que le revisen la vista. Cuando se la arreglen, seguro verá lo increíble que eres, mi dulce y puro Davicito.

—No puedo creer que esto te haya pasado. No, no, tengo que grabar esta fecha en mi memoria: 10 de junio, el día en que David fue rechazado. ¡Cuéntame con lujo de detalles! ¿Fue cruel? ¿Lloraste? ¿No lloraste, no es así?

—Si quieres llorar ahora, mi hombro está disponible.

...

Se burló de él a sus anchas.

Era una ocasión memorable.

David lo miró entornando los ojos.—¿Quieres que te corte la lengua?

Cuando Viviana salió del baño, ellos ya no estaban en la mesa, sino en el sofá.

Al entrar hace rato, David la había empujado por la cabeza para apartarla. Ahora que lo tenía cerca, le ofreció un saludo educado a Fausto, enmendando la omisión anterior.—Gerente Fausto, un gusto.

—Secretaria Viviana, el gusto es mío.

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