Borracho y Atrevido: ¡Besé a un Magnate! romance Capítulo 169

Resumo de Capítulo 169 : Borracho y Atrevido: ¡Besé a un Magnate!

Resumo de Capítulo 169 – Uma virada em Borracho y Atrevido: ¡Besé a un Magnate! de Internet

Capítulo 169 mergulha o leitor em uma jornada emocional dentro do universo de Borracho y Atrevido: ¡Besé a un Magnate!, escrito por Internet. Com traços marcantes da literatura Arrepentimiento, este capítulo oferece um equilíbrio entre sentimento, tensão e revelações. Ideal para quem busca profundidade narrativa e conexões humanas reais.

Sus pupilas se estremecieron de repente.

Como si en su interior acabara de producirse un terremoto de magnitud diez.

¡Rosa, estás loca o qué! ¡Eres una completa desquiciada!

Sin embargo, lo que dejó aún más confundida a Viviana fue que David se pusiera a reflexionar en serio. Se recostó con los brazos cruzados, quedando pensativo, como si estuviera evaluando una gran transacción. Tras una profunda meditación, concluyó: —Hmm, sabes pues no suena tan descabellado después de todo.

Viviana pensó: ¡¿Hmm qué cosa, por favor?!

Rosa, que había soltado todo eso sin pensar, al escuchar la respuesta de David y ver a su mejor amiga a punto de desmayarse, sintió como si por error hubiera abierto la caja de Pandora.

—Jajaja, ¿verdad?—se forzó a soltar un par de risitas nerviosas para disimular.

Mejor cerremos este tema ya.

Pero una vez abierta, no es tan fácil volver a cerrar esa caja. David añadió: —Quizás podría funcionar, sí, pero... ella es muy miedosa. Dudo que se atreva.

Mientras hablaba, le lanzó a Viviana una mirada fugaz, como si no le diera mucha importancia al asunto.

Esta vez, Viviana ya no se atrevía a presumir de valiente. No le quedó más remedio que hacerse la loca.

El ambiente se tornó algo opresivo.

Rosa desvió la mirada entre los dos al menos tres veces, desconcertada.

Apoyó el codo en la mesa y se inclinó un poquito hacia David para preguntarle con cautela: —Entonces... ¿solo se necesita tener agallas?

David no respondió. Se limitó solo a mirarla con una expresión impasible.

—Yo soy bastante valiente.—dijo Rosa, acercándose aún más. Levantó la muñeca para mostrarle su pulsera de amuletos.—No te miento, soy abogada de día... ¡y caza fantasmas por hobby!

—Cuando era niña, tenía una salud muy frágil. Un adivino dijo que no llegaría a los dieciocho. Mi abuela, que era una médium muy reconocida en la región, me enseñó todos sus conocimientos para mantenerme viva.

David se quedó en completo silencio un instante.

Soltó una risita, se levantó y se fue sin decir más.

Rosa lo siguió silenciosa con la mirada mientras se alejaba, luego le lanzó a Viviana una mirada cómplice: Hora de huir.

Viviana se levantó enseguida.

Rosa se iba a quedar a dormir esa noche. Estaba a un lado, con el celular en la mano. Al ver a Viviana recostada en la almohada, se le acercó y le susurró al oído: —Vivanita, ahora que Cipriano se va a casar con Susana... ¿de verdad no sientes ni un poquito de... esos sentimientos feos, amargos mejor dicho?

El corazón humano no está hecho de piedra. Aunque ya hayan terminado, ¿cómo puede uno volverse un robot y no sentir absolutamente nada?

Viviana respondió con pereza, los ojos aún cerrados: —Sí siento. Me parece de pésimo augurio, me da asco. Por suerte no me lo dijiste antes de comerme las empanadas, si no, me las hubieras arruinado.

Rosa sonrió y se sintió más tranquila.

Después de todo, cuando esos dos infelices se casen, seguro van a andar haciendo alarde por ahí de su amor. No quería que eso le hiciera daño a su amiga.

—Oye, ya en serio... David está para chuparse los dedos, ¿no? ¿Sí o, no? ¿Qué tal si pruebas un pedacito de carne? Ah…

—¡...!

Algo cruzó por la mente de Viviana y su rostro de pronto se sonrojó un poco.—¿Estás segura de que yo me lo voy a comer a él, y por qué no él a mí? ¿Has visto alguna vez una gacela devorándose a un león en la sabana africana?

Rosa le tenía demasiada fe, sinceramente.

Rosa dijo: —¿Y qué más da quién se coma a quién? Si hay química entre los dos, es "tú en mí, yo en ti", como agua con leche. ¿Para qué hacer distinciones?

Histórico de leitura

No history.

Comentários

Os comentários dos leitores sobre o romance: Borracho y Atrevido: ¡Besé a un Magnate!