¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 1474

Pueblo de Ciruela Verde.

Angeline estaba de pie en el camino frente al Pueblo de Ciruela Verde, mirando ansiosamente hacia la distancia con una expresión ansiosa.

"¿Por qué no ha vuelto tu papá, Bebé Zetty?".

Bebé Zetty suspiró apenada. "Sí, está oscureciendo. ¿No sabe Papá que nos preocupamos por él?".

Angeline estaba totalmente ansiosa. "Volvió tarde hace un par de días y ya le di un pequeño castigo por ello. Ya debería haber aprendido la lección. Me pregunto si estará metido en algo, ya que hoy vuelve a llegar tarde".

Zayne apretó los labios en una línea fina. "No creo que esté atrapado por algo importante, sino más bien por alguien importante".

Zayne era implacable cuando se trataba de menospreciar a Jay.

Él deliberadamente había hecho que Judy subiera un poco más en el corazón de Jay.

Las mujeres eran siempre seres desconfiados, por lo que Angeline se enfureció inmediatamente al escucharlo.

"Esto no es bueno. Voy a salir a ver qué lo retiene". Después, Angeline se obligó a ir hacia la montaña.

Josephine y Bebé Zetty miraron en silencio a Zayne. "¿Nunca temes las consecuencias?".

Zayne rio secamente...

Josephine añadió enfadada: "¿No vas a perseguir a Hermana Angeline?".

Bebé Zetty sonrió con maldad. "Tío, si Mamá se resbala o se cae en algún sitio, adivina cómo te torturará mi papá".

Zayne se sorprendió al darse cuenta de que antes había cometido un desastre catastrófico.

La casa de Judy ya estaba llena de gente.

Debido a la virtud y el prestigio de Zechariah, era muy respetado por los aldeanos de la fortaleza. Mucha gente acudió a visitarlo en cuanto se enteró de la noticia.

La puerta de Judy era casi impenetrable debido a la multitud.

Dentro de la casa de Judy, Cole había traído a Carson y a unos cuantos médicos que estaban trabajando a toda marcha.

"Déjanos pasar". Zayne miró a la densa multitud, que no podía avanzar en absoluto. De ahí que se le ocurriera una terrible idea. "Podemos curar la enfermedad del Sr. Zechariah, así que déjanos pasar".

Al instante, la multitud les abrió paso para cruzar.

Los aldeanos estaban extasiados. "¡El Tío Zechariah está salvado ahora!".